26 agosto 2013

GOLPE AL MENTÓN


Después de la bofetada de realidad, en el primer envite contra el Sabadell, llegó un golpe difícil de encajar. El Mallorca no estabilizó ni su juego ni el resultado. Estuvo dubitativo y poco eficaz. Los rojos no enhebraron ataques concluyentes y, poco a poco, cayeron en la trampa del contrario. Se firmó un primera parte errática y con poca visión táctica. José Luis Oltra tocó cosas en su alineación. Nunes y Pep Lluis Martí vieron el inicio desde el banquillo. Kevin pasó al lateral para que Bigas fuera central junto a Agus. Iñigo Pérez se juntó con Thomas en la medular y arriba jugaron los previstos. Y otra vez se volvió a perder el centro del campo y, con ello, aparecieron nuevas dudas que vuelven a señalar a la zaga. 
Por su parte Julio Velázquez se intentó enganchar atrás y salir, con velocidad, a la contra. Además buscó enrocar la zona de medios con dos futbolistas de perfil más destructivo. Dorca, el más inteligente de todos sus centrocampistas, y Acciari pusieron tiza y se cerraron por dentro para que Tete y Saúl tuvieran un poco más de espacio a la contra. Y lo consiguieron claramente. El número veinte fue un cuchillo que seccionó la banda mallorquina. 
Ya en la segunda parte hubo circunstancias que cambiaron el color del partido. El Murcia tocó, incomprensiblemente, su sistema y perdió su ventaja. El Mallorca con un jugador menos volteó las tendencia del partido pero terminó por hincar su rodilla víctima de un penalti y de la segunda expulsión. Mejorar en tarea defensiva es una obligación. No hay equipo en el mundo que pueda soportar ocho goles en dos partidos y corregirlo es una prioridad total. 

19 agosto 2013

BOFETADA DE REALIDAD

El partido contra el Sabadell fue una bofetada de realidad. Esto es otra cosa. Aquí, en Segunda División, la repercusión por el resultado, en el inicio de la competición y a nivel nacional, no existe. Eso sí, en el ámbito local la presión quizás aumenta. El Mallorca está casi obligado a ganar y convencer. Y conseguir las dos cosas no será nada sencillo. Además los mallorquines no interpretaron con criterio este primer partido. Se empeñaron en ir por dentro cuando los espacios estaban por fuera. 
José Luis Oltra tomó sus primeras decisiones. Aouate se colocó bajo palos. Bigas y Ximo flanquearon laterales con Agus y Nunes cerrando el eje. Martí y Thomas jugaron en la medular dejando el juego exterior sobre Aki y Emilio. Arriba, en la definición, se juntaron Alfaro con Víctor. 
Por su parte Javier Salamero intentó ganar la batalla en el centro del campo. Allí puso sus trampas. Colocó a tres medios centros e hizo efectiva una superioridad numérica que ahogó a los mallorquines. Un simple cambio bastó para descoordinar todo el entramado táctico de Oltra. Moha se fue y Toni Lao repuntó la posición de lateral. El trivote, en zona de medios, fue a más y el partido se cerró para los arlequinados.  Ya en la segunda parte se pasó a tres centrales. Y fue a peor. Los jugadores de banda se siguieron cerrando, pensando en la subida de los laterales cuando ya no había, cayendo en el embudo del contrario. 
La excusa de los errores arbitrales y los dos palos no deben esconder la realidad. El Sabadell fue mejor durante más tiempo y gracias a ello se llevó los tres puntos. Reflexión, trabajo y más rigor táctico son variables a tener muy presentes. Más que alarmistas conviene ser realistas y anotar los errores para encontrar, cuanto antes, soluciones. 

16 agosto 2013

BATALLA SIN CUARTEL




La Segunda División es larga, dura y muy igualada. Diez equipos, quizás más, parten con la ilusión de meterse en la pomada del ascenso. Y ser favorito, en fútbol, es otro  inconveniente más. Aceptarlo con naturalidad, sin que afecte al rendimiento, será otro objetivo más para los rojos. Todos los rivales sacarán sus uñas para intentar derrotar al coloso y el Mallorca tendrá la obligación de superar tal circunstancia.
Iniciar bien el campeonato no es sinónimo de éxito y perder puntos, en los primeros enfrentamientos, tampoco significará asegurar el fracaso. En todos los estamentos del club la  tranquilidad debe imponerse a la precipitación.
Ya dentro de la competición conviene recordar que en esta categoría también se juega bien al fútbol. Es más, para ascender se tendrá que jugar un fútbol lleno de criterio.
Los tres que se lleven el premio del ascenso serán eficaces atacando y herméticos defendiendo.
El Mallorca, para competir dentro de esta categoría, tiene una plantilla llena de talento pero corta de efectivos. Jugadores como Alfaro, Víctor, Martí o Nunes tendrán que dar un paso al frente. Pero además será necesario contar con los recambios suficientes para todas las líneas. Nuevas altas son obligación. Fortificar la retaguardia y oxigenar el centro del campo se antoja como una necesidad. La erosión de la propia competición no puede sesgar la posibilidad de éxito.
En cualquier caso para este primer envite, en la Nova Creu Alta, no hay excusa posible. Vencer, convenciendo en el juego, es casi una obligación. Muchos seguidores mirarán con lupa y aquí no cabe la excusa de un plantel excesivamente corto.
Empiezan las hostilidades y, al final, sólo tres conseguirán salvar la trampa de la Segunda División. ¿Será el Mallorca uno de ellos?