23 diciembre 2013

PUNTO Y SEGUIDO PARA EL MALLORCA


Las dudas estaban muy presentes antes del partido. Sólo un punto de seis, juntó con fisuras en el juego, obligaban a desplegar un partido serio. No había mucho margen para el error y, en esta ocasión, no se falló. La primera parte de los rojos fue discreta pero netamente superior a su rival. Ambos buscaron errores de su rival y dar el zarpazo a la contra. Pero aquí el Mallorca tiene más y mejores argumentos de combate y, lógicamente, los aprovechó. 

José Luis Oltra mantuvo su apuesta ofensiva pero asegurando la línea de rechazo. Alex Vallejo y Thomas se colocaron en la sala de máquinas para trabajar y dificultar el juego del rival en la medular. Y así lo hicieron. Por delante tres avispas para golpear al contrario. Alex Moreno, Alfaro y N'Sue se vistieron de medias puntas con Geijo a la referencia. Pero, sin duda, fue el número veintiuno el que mejor manejó la opción de contraataque. Su posición de ancla, entre líneas y de llegador, sembró amenaza y ejecución. 

Por su parte Javi López se estrenó con derrota. Jugó con Matamala y Timor en zona de medios pero además lanzó, con ayudas sobre su posición, a tres futbolistas más. Jofre, Jandro y Gerard estuvieron más pendiente de defender que cualquier otra cosa. Y el Girona se fue consumiendo poco a poco. Aunque los futbolistas mallorquines se empeñaron en dar vida a un rival que no la merecía. Los rojos deben aprender a gestionar mejor la ventaja en el marcador ya que replegar en exceso, sin opción de contraataque, puede traer más problemas que soluciones.

El Mallorca está obligado a mirarse el ombligo. El año que viene no puede ser tan poco regular como éste. Asegurar pasos firmes hacia el objetivo es obligado. Hay mejores herramientas de lo que se ha demostrado hasta el momento. Jugadores y cuerpo técnico son los responsables de buscar eficacia ofensiva y defensiva. Y ellos tendrán que justificar los resultados que cosecharán hasta el final del campeonato. Ante esto una pregunta pulula sobre el entorno. ¿Podrá José Luis Oltra encontrar el camino del ascenso?  

22 diciembre 2013

VUELVEN A ESTAR OBLIGADOS


El Mallorca ha vuelto a meterse en la boca del lobo. Un punto, de seis posibles, ha encendido de nuevo la alarma del rendimiento. Toca ganar y, si es posible, convencer. Para ello habrá que medir fuerzas ante un rival lleno de dudas que además ha cesado a su entrenador. Cuando en el banquillo hay un cambio de inquilino todos los jugadores levantan las orejas y la atención se acrecienta.

Javi López ha sustituido a Ricardo Rodríguez y seguro que buscará el cambio de tendencia. El nuevo entrenador puede cambiar, muchos o pocos, aspectos del juego pero no variará el talento deportivo de sus futbolistas. Y aquí el Girona cuenta con alguna amenaza y, por supuesto, limitaciones. El desequilibrio impera en su línea de zagueros. Laterales con proyección ofensiva que dejan espacios que pueden ser aprovechados. Meter balones a la espalda de Moisés Hurtado, tanto si juega de central como de medio centro, puede ser una buena estrategia de combate. En vanguardia aparecerá la zurda de Felipe Sanchón y la estrategia de Jandro. Ya en el juego aéreo puede hacer acto de presencia un futbolista como Gerard Bordas.

En cualquier caso el Mallorca cuenta con argumentos de superioridad que tiene la obligación de aprovechar. El Girona tuvo que desgastar su físico en el partido de Copa y cuenta con menos talento en sus filas. Estos dos aspectos, además de otros, deberían ayudar a tumbar el partido hacia el costado mallorquín.
José Luis Oltra, junto con sus futbolistas, no pueden seguir dando pasos titubeantes. Los jornadas van pasando de manera inexorable y la sensación de fortaleza no se ha instalado en el juego rojo. Aquella pequeña mejoría, después del desastre inicial, no alcanza el grado de tendencia definitiva.

La afición se merece terminar el año con una victoria llena de jerarquía, tanto en el juego como en el resultado, que deje el objetivo a tiro de piedra. Las excusas empiezan a caer en saco roto ya que el juego desplegado, hasta la fecha, no da para cumplir con los objetivos fijados desde el propio club. ¿Podrá el Mallorca terminar el año convenciendo con el resultado y el juego?

16 diciembre 2013

NUEVAS DUDAS EN EL HORIZONTE


En fútbol escoger una buena estrategia de combate y utilizar las armas correctas es clave. Y en esta ocasión el Mallorca erró, sobre todo en la primera parte, en casi todo. Escogió futbolistas de perfil creativo para apostar al fútbol más directo. La incongruencia táctica, durante los primeros veinticinco minutos, fue importante. El lastre sufrido fue imposible de levantar en una segunda parte aceptable pero también bastante mejorable. El partido debe analizarse en su globalidad y dentro del objetivo marcado los mallorquines no tiraron el fútbol suficiente para ganar. Como máximo hubieran merecido el empate y poca cosa más. 

Inicialmente José Luis Oltra decidió vestir a su equipo con un aspecto valiente pero, a la vez, escasamente eficaz. La línea de zagueros estuvo formada por Nunes y Geromel en el eje con Kevin y Ximo en flancos. En el centro del campo se colocó Alex Vallejo como lugarteniente para equilibrar. Y fue, sin duda, uno de los destacados del encuentro. Sus repliegues individuales secaron la posibilidad de contraataque del rival. Demostró clarividencia táctica y derrochó un esfuerzo que debe ser elogiado. Alfaro se perdió, desde una posición centrada y algo retrasada, con Alex Moreno y N'Sue por fuera. Víctor y Geijo debían juntarse en vanguardia y recibieron, sobre todo en la primera parte, más melones que balones. 

Manolo Herrero tuvo que reaccionar ante dos bajas de cierto calado táctico. Sin Quesada, en la medular, ni las llegadas por fuera de Kitoko propuso una disposición equilibrada. Juanma pasó a la sala de máquinas con dos llegadores. Israel destacó por su capacidad incisiva y Jozabed por su  buena visión periférica y calidad de pase. El veintitrés lanzó toda la estrategia y fue el encargado de buscar el pase definitivo en contraataque.

El Mallorca, como máximo, mereció el empate y conviene no olvidar que su objetivo siempre es ganar. El paso atrás es importante. Cada vez que hay opción de asaltar la zona Play Off llega irremediablemente el paso atrás. Sólo un punto de seis abre, de nuevo, las dudas deportivas. No se termina de dar el golpe encima de la mesa y la consistencia, tanto táctica como de eficacia, está quedando muy en entredicho. 

15 diciembre 2013

ES NECESARIO CONFIRMAR SENSACIONES


Después de conquistar siete puntos de nueve posibles, mejorando en sensaciones de esfuerzo, toca seguir avanzando. La mejoría ni puede, ni debe, caer en saco roto. Asfixiar a los que van por delante se ha convertido en obligación. Los rivales deben ver al Mallorca como una amenaza poderosa y con nulas fisuras deportivas. Obligarlos a jugar con presión, viendo como una locomotora se acerca a toda velocidad, puede convertirse en un arma muy poderosa.

Para ello habrá que dar cuenta de un rival que ha perdido en tres ocasiones, en su estadio, pero siempre por la mínima. El Jaén tiene su objetivo de permanencia en el horizonte y, aunque es el presupuesto más bajo de la categoría, necesita seguir sumando.Curiosamente, el equipo de Manolo Herrero, se ha mostrado algo más consistente ante equipos de mayor potencial. Tener la obligación de conducir el control del partido siempre es más complicado. Y el hecho de recurrir a la contra, como concepto, ha sido una opción con relativa eficacia.

Los andaluces contarán con dos bajas de cierto calado que pueden condicionar el partido. Quesada no estará en el equilibrio y Kitoko no llegará por fuera. Pero sí habrá tres amenazas que deberán ser controladas. Jona, en referencia, friega el cincuenta por ciento en eficacia relativa. Casi la mitad de lo que tira a gol va dirigido entre los tres palos y, además, ya ha encontrado en nueve ocasiones la red. Víctor Curto es obsesivo siendo el tercer futbolista, de la Liga Adelante, que más tira, eso sí, con una eficacia mucho más escasa. Y en la medular puede brillar un joven futbolista que no aparece en las estadísticas. Es Jozabed Sánchez. El número veintitrés se viste de pasador y, a la vez, de organizador. Cuenta con una buena calidad técnica y será el primer pase, después de la recuperación del Jaén, a controlar.

El Mallorca tendrá que afrontar un partido no muy fácil de encarar. La superioridad, de los futbolistas mallorquines, es clara pero será difícil de demostrar. El rival cerrará espacios y el partido se tendrá que madurar poco a poco. Los rojos también contarán con bajas que pueden tocar los planes en la medular y el entrenador deberá decidir al respeto. ¿Cambiará José Luis Oltra el sistema, la organización y la estrategia de ataque?

09 diciembre 2013

UN PUNTO LLENO DE CASTA


Primera parte frenética y con un ritmo endiablado. Ambos equipos jugaron sus bazas a ganador y el resultado fue unos primeros cuarenta y cinco minutos espectaculares. Eso sí, durante el primer cuarto de hora sólo un equipo se manejó adecuadamente sobre el terreno de juego. Y fue el Numancia. Ya después, en inferioridad, los futbolistas mallorquines tiraron de garra y esfuerzo para ganar un punto merecido. 

Durante la temporada hay instantes de marcar territorio y el Mallorca no pudo aprovechar uno de ellos. Empate que marca siete de nueve pero que clarifica el esfuerzo ofrecido. El partido no fue nada sencillo. De hecho, ningún partido lo suele ser. El Numancia vendió cara su piel y trabajó para llevarse algún premio de Son Moix. En frente apareció un Mallorca batallador que supo jugar, con mucho esfuerzo y sacrificio, algunas de sus cartas. Es de justicia reconocer que tuvo demasiadas cosas en contra y, así mismo, consiguió salvar un empate. 

José Luis Oltra decidió con respecto a las circunstancias. En esta ocasión metió, de nuevo, a Alfaro de abrelatas. El número veintiuno intentó abrir brecha entre líneas. En retaguardia, sobre el eje, se colocaron Nunes y Geromel con la escolta de Ximo y Kevin en flancos. Sí, en defensa hubo eficacia. Pero no sólo gracias a la línea de zagueros sino también apoyados sobre una buena línea de presión. Los rojos empiezan a jugar como un bloque y cada vez se muestran más graníticos y con menos fisuras. Y en este partido lo hicieron con un futbolista menos.

Juan Antonio Anquela volvió a proteger la espalda de su futbolista más valioso. Antonio Tomás y Regalón escoltaron hasta el infinito a Julio Álvarez. El número diez se colocó entre líneas y, desde allí, lanzó pases para desequilibrar. Y a bien que lo hizo. El solito se encargó de forzar la expulsión de Thomas y hacerse con el control total de la medular. Sólo Alex Vallejo, cuando salió al terreno de juego, pudo mitigar su jerarquía. 

El Mallorca se defendió con uñas y dientes para salvar el empate y esto empieza a clarificar el estilo a adoptar. En Segunda División la actitud es sagrada. Con estos siete puntos se ha tranquilizado todo un poco y el trabajo de los profesionales del esférico será un poco más sencillo. 

08 diciembre 2013

CONTRA EL REY DEL EMPATE


Por primera vez en la temporada el Mallorca puede colocarse dentro de las posiciones Play Off y acercarse hacia su verdadero objetivo. El ascenso directo. Pero para ello tendrá que medir sus fuerzas contra el rey del empate. El Numancia en sus últimos nueve partidos sólo ha encajado una derrota, ante el Recreativo, y allí aparecieron demasiados errores en portería. Pero son un equipo bregado, duro y astuto. Juegan de manera más que correcta el fútbol que se ofrece en Segunda División. Toman precauciones defensivas para, justo después, armar ataques con bastante criterio táctico.

Los de Juan Antonio Anquela tiran más a gol que el Mallorca y representan el octavo equipo con más pases efectivos de la liga. Además cuentan con dos claras amenazas ofensivas. Por un lado Julio Álvarez está completamente adaptado a la categoría. Juega con las espaldas bien protegidas y lanza pases desde cualquier posición. Nadie, en toda la competición, asiste tanto como él. Además otorga una gran eficacia a la estrategia. Ejecuta, cualquier acción a balón parado, demostrando que es más importante el lanzador que el rematador. Dentro del juego intentará recibir a la espalda del doble pivote para ser eficaz. El Mallorca, en defensa, deberá cerrar todas sus filtraciones para poder hacerse con las riendas del control y ganar en posibilidades de victoria.

Pero el número diez no estará solo. También aparecerá Natalio. Un futbolista lleno de desequilibrio. Centro de gravedad bajo, mucha movilidad e irrupción por sorpresa. Aparece y desaparece. Lanza diagonales desde afuera hacia dentro y viceversa. Su velocidad de ejecución pondrá a prueba a los centrales y, probablemente, al lateral zurdo mallorquín que se empareje contra él.

El Mallorca tiene en la mano la posibilidad de conquistar nueve puntos de nueve posibles. Hacerlo será tan necesario como útil. Una afición realmente hastiada, de los problemas institucionales, necesita caramelos para seguir creyendo y los resultados siempre son el mejor bálsamo posible. Los partidos ante Numancia, Jaén y Girona deben ayudar a terminar el año con buenas sensaciones y así la tranquilidad se expandiría de forma transversal.

01 diciembre 2013

UNA VICTORIA DE JERARQUÍA


Los futbolistas hicieron su trabajo y conquistaron Ipurúa. Hubo cierta revolución en la alineación y funcionó. No se debe olvidar que los problemas institucionales sólo son excusa de perdedor para los futbolistas y, en esta ocasión, no fue necesario ni mencionarlos. Ahora bien el Mallorca es un polvorín que necesita más bomberos y menos pirómanos. Desde hace demasiado tiempo la afición sólo recibe directos al mentón y ahora la crisis ya está instalada en todos los estamentos del club. El consejo de administración no hace más que sembrar vientos y, aunque no es una excusa válida para los profesionales del balón, lo cierto es que no ayuda al crecimiento institucional. Más bien todo lo contrario. El hartazgo ya está alcanzando niveles casi insoportables.

Abajo, en el césped, hubo cierta mejoría. Sobre todo en la segunda parte. Los futbolistas ni pueden ni deben buscar más excusas. Ya está bien. Ellos, junto con el cuerpo técnico, son los máximos responsables de su parcela. El fracaso, o éxito, deportivo es básicamente imputable a ellos. Demasiados futbolistas rindiendo por debajo de sus posibilidades reales han estado condenando a un equipo que puede y debe dar mucho más.

El entrenador, José Luis Oltra, decidió y acertó. Colocó un cuadrado de fortaleza para obtener un poco más de protección aérea. Nunes y Geromel de centrales con Thomas y Bigas por delante. Y surtió el efecto deseado. N'Sue y Alex Moreno se desplazaron al juego exterior y Geijo marcó la referencia. Por su parte Alfaro se encontró algo incómodo sobre el terreno de juego. No pudo encontrar su hábitat de lucimiento pero curiosamente fue el autor del gol de la victoria.

Gaizka Garitano fue fiel a su recetario. Trabajo, trabajo y más trabajo. El Eibar coaccionó la medular con una fuerte presión. Dani García y Errasti mezclaron con la eficacia adecuada y Albentosa con Añibarro cerraron el eje de su defensa. Pero fue el número catorce el que más brilló por encima del resto. Recuperó, equilibró y asistió. Y gracias a su trabajo el Mallorca no pudo, durante los primeros cuarenta y cinco, encontrar la pausa adecuada en ataque.

Ya en la segunda parte se dio un paso al frente llegando con mucho más peligro. Es una victoria de jerarquía que debe valorarse como tal. Ahora el objetivo se centra en conseguir nueve puntos de nueve posibles. ¿Será posible?