El
Mallorca saltó con sensación
de poso pero pronto enseñó las costuras. Es
muy pronto y todo es susceptible de rectificación pero el fútbol
tirado en Valladolid, sobre todo el de la primera parte, debe ser un aviso para
navegantes. Después hubo un cambio de sistema que ayudó a mejorar conceptos y llegadas. Pero
mejorar todos los aspectos del juego ofensivo es de pura necesidad competitiva.
También es justo reconocer que el Valladolid lanzó todo su potencial y el Mallorca dejó medio arsenal lejos del partido.
Valeri
Karpin apostó, como ya hizo en el Trofeu Ciutat de Palma, por un centro
del campo lleno de contención. Alex Vallejo, Joao y Cristian Bustos buscaron, con mucho
trabajo, sellar la medular. Pero no lo consiguieron. ¿Por qué?
Sencillamente porque el adversario buscó la
eficacia fuera de su radio de acción. Los rojos se
fueron excesivamente atrás perdiendo opción de contra y el
desgaste terminó por matar la
estrategia defensiva. Pereira i Marco Asensio fueron por fuera mientras Fofo
quedó enquistado como
delantero centro. La tendencia de partido quiso que Company y Pau Cendrós
tuvieran que bailar con la más fea. Tuvieron que afrontar inferioridad y desmarques
continuos a sus espaldas. También es curioso ver a
Cristian Bustos jugar tan cerca del área adversaria. ¿Será esa su posición
definitiva?
Por
su parte el Valladolid, que dispone de buenas herramientas aunque algo escasas
en número , se asentó sobre
un 1-4-2-3-1. Joan Francesc Ferrer "Rubi" apostó por el esférico y lanzó a los suyos con ataques por los flacos.
Fue valiente, en su apuesta, y en la elección de su primer once
pero sobre adivinó en su puesta en escena inicial. Ganar bandas para rematar
por dentro.
Una
mención especial merece la estrategia. Tres goles y los tres de córner.
Esta faceta es primordial dentro de la Segunda División y el Mallorca
tendrá que reformular su
tendencia de no poner a ningún jugador en palos.
El
primer partido de Liga tiene un punto de importancia relativo. Sí,
siempre es mejor empezar ganando pero hacerlo tampoco garantiza el éxito.
La carrera es tan larga que habrá tiempo
de pasar por diferentes estados de ánimo. Eso sí,
conviene no olvidar que el el Mallorca debe jugar todos sus partidos a ganador.