26 octubre 2014

HISTORIA RCD MALLORCA. ASCENSO 1958/59

LA SOLIDEZ DEFENSIVA ES EL AVAL



Los ecos de la manifestación del día anterior estuvieron presentes en los pasillos de Son Moix. Ignorar el rechazo que provoca la gestión del Mallorca es un error que la propiedad no debe cometer. La credibilidad perdida ya es absoluta y el hartazgo, de todo el mallorquinismo, ha tocado techo. El cambio es tan imprescindible como necesario. Un club de fútbol no puede tener en contra a su principal cliente; la afición.

Pero la competición no tiene piedad. Nunca se detiene. Y la dificultad de esta categoría es manifiesta. Ganar más de dos partidos, de forma consecutiva, tiene su punto de mérito y el Mallorca lo ha conseguido. La primera parte fue espesa y dura de seguir. El ritmo fue lento y los cambios de ritmo brillaron por su ausencia. Valeri Karpin optó por repetir alineación. La pareja formada por Kasim y Pedro Bigas sigue siendo garantía de solidez. Sus movimientos ejercen mucha seguridad a toda la línea de cobertura. Con este eje defensivo, los laterales Gulan y Pau Cendrós, tienen menos presión y mejor ayuda. Los dos hicieron un partido más que aceptable.

La pareja formada por Joao y Bustos empieza a tener presencia de despliegue. La presión en el centro del campo fue activa, sincronizada y ajustada. Pero hubo demasiado repliegue sin posibilidad de contraataque.El cambio de Markovic por Arana fue una bendición. El número diecisiete fue el revulsivo que ayudó a encontrar cierta profundidad y, además, consiguió materializar el penalti que dio la victoria.

Miquel Olmo acuciado, por bajas en todas sus líneas, tuvo que retocar hombres y posiciones. Tapó su agujero derecho con Agus y metió a Sotan en la línea de medias puntas. Javi Hervás e Iñigo Eguaras fueron los maquinistas en el centro del campo. La baja de Tamudo condicionó el ataque de los arlequinados. Collantes tuvo que vestirse de amenaza y tuvo una libertad de movimientos preocupante.

El Mallorca no tuvo una lectura de segunda parte del todo correcta. Justo después del gol de penalti mejoró pero al poco simplemente se atrincheró. Se pasaron demasiados apuros sin complicar la vida al rival. Lo mejor del partido, sin duda, fue el resultado y la solvencia defensiva de un equipo que tiene la obligación de seguir creciendo.


20 octubre 2014

HISTORIA DEL RCD MALLORCA. ASCENSO 1985/86

LA ESTABILIDAD DEL TRIUNFO




El fútbol, en ocasiones, es adaptación. El Mallorca, para este encuentro, tenía que bajar al juego de colisión y, sobre todo, luchar con rigor táctico. Y lo hizo con una eficacia exquisita. El rival no engañó y sacó su arsenal de juego trabado. Llenar el campo de repliegue intensivo, trabajo defensivo exhaustivo y contras llenas de veneno fueron la propuesta local. La Unió Deportiva Llagostera no se salió de su propio guión de juego aunque tocó su alienación. Santi Castilejo metió tiza en campo propio y se atrincheró esperando su oportunidad. Diego Rivas y Tito, sorprendió la suplencia de Jordi López, se enrocaron. Su labor en la medular estaba anunciada. Y así se cumplió. Incluso los dos delanteros, David Querol y Sergio León, se implicaron en tareas de desgaste defensivo.
Cuando un rival juega este tipo de cartas es vital vigilar con mucha atención. Las evoluciones, en ataque, deben estar acompañadas de rápidos cambios de rol. Es decir, pasar de vigilar a marcar de forma inmediata después de la pérdida del esférico. El Mallorca así lo hizo. Su puesta en escena fue aceptable y, lo más importante, contó con eficacia.
La propuesta de Valeri Karpin fue colocar a su pareja de centrales de mayor jerarquía. Bigas y Kasim para sellar el eje. Sus evoluciones fueron más que correctas  pero el número treinta y cinco debe aplicarse más con balón. Y en la segunda parte así lo hizo. Arriesgar con tan poco a ganar es tan absurdo como inútil.

En el centro del campo la baja de Pep Lluís Martí obligó. Y allí se juntaron Joao y Bustos para intentar neutralizar el trabajo abnegado de los medios centros contrarios. Lo consiguieron y además Joao se desdobló en bastantes ocasiones sobre la posición de Gulan. 
Ya en las posiciones de medias puntas Pereira y Markovic fueron por fuera para dar tiempo espacio a la gran esperanza roja. Marco Asensio no tuvo un partido sencillos volvió a brillar. Sus características se pusieron a prueba. Campo más estrecho, por tanto menos tiempo y espacio de ejecución, con marcajes altamente expeditivos. El resultado fue un partido con gotas llenas de intensa calidad. Su luz es un faro que ilumina todo el ataque rojo. El Mallorca se ha estabilizado con dos triunfos consecutivos.  Ahora toca seguir creciendo y acumular más puntos. 





12 octubre 2014

UNA VICTORIA DE ULTIMÁTUM



Jugar sobre la bocina de un ultimátum nunca es recomendable. Cuando un equipo llega al partido límite, de cese o continuidad de su entrenador, el juego suele haberse deteriorado bastante. Los errores, defensivos y groseros, han sido tan altos que ocultarlos era imposible. Pero las circunstancias se han ido ganando a pulso y así tocó jugar. El resultado, al fin, fue victoria. No debe aparecer ninguna duda sobre la capacidad de esta plantilla. Estos futbolistas son capaces de defender mejor y, por supuesto, obtener mejores resultados. Así lo demostraron tímidamente. 
Valeri Karpin decidió ir con Kasim y Bigas, en el eje de la defensa, arropados por sus laterales Cendrós y Gulan. Los dos centrales terminaron con tarjeta y Pedro Bigas se erigió como el mejor de la línea de cuatro. Un centro del campo de perfil más bien mixto. Capacidad de destrucción pero con posibilidad de creación. Joao y Pep Lluis Martí trabajaron con dedicación. Pereira estuvo dinámico, colaborador y también representa una amenaza que debe seguir creciendo. Como casi siempre Marco Asensio lideró la calidad del ataque rojo. Su capacidad técnica representa el mejor aval de combate. Además mezcló a la perfección con un Abdón Prats que consiguió un magnífico gol. Su combinación fue, sin duda, la mejor jugada del presente campeonato. 
Desde la distancia sorprendió la decisión de Alberto López de dejar fuera de la convocatoria a Ion Vélez. El Deportivo Alavés es un equipo experimentado pero conocedor de sus limitaciones. Su plan fue sencillo, previsible y conocido. Toribio ejerció la labor de anclaje táctico.  Él, fue el equilibrio. Las incorporaciones de tercera línea de Raúl García, así como las llegadas de Manu García, estuvieron bajo su vigilancia defensiva. Las gotas de calidad estaban más que anunciadas. Curiosamente el número dieciséis propició la jugada que sirvió para abrir el marcador. Pero es justo reconocer que Marco Asensio tuvo la fe necesaria para presionar a Toribio y, después, a Manu Fernández. 
En el marco meramente institucional no se puede tolerar que el Mallorca se quede sin ninguna representación pública en el palco. La degradación ya es absoluta. La afición mallorquinista se encuentra en un callejón sin salida y, lo peor de todo, no se ve una solución ni quirúrgica ni rápida.  Lo mejor es que deportivamente se sumaron los  tres puntos y no se encajó ningún gol. 

06 octubre 2014

TOCANDO EL ABISMO EN EL JUEGO


Valeri Karpin tenía que decidir y acertar. Pero además sus futbolistas tenían la obligación de ser eficaces de una vez por todas.  Y no lo fueron. Se mostraron muy planos en ataque y, otra vez, groseros en defensa. Encajaron dos goles y es de justicia reconocer que las mejores ocasiones fueron para un rival que hizo lo justo para vencer de forma más que justa. 
El Zaragoza juega habitualmente con doble delantero centro, William y Borja Bastón, más las asistencias por banda derecha del capitán. Javi Álamo está siendo, durante toda la temporada, un cuchillo que corta laterales. Las amenazas ofensivas estaban marcadas. El peligro estaba más que anunciado y sólo se puso sutura a la herida a medias. El técnico ruso debía responder y dar solución, entre otras, a esta pregunta. ¿Qué hacer si el rival tiene a su asistente de gol en el flanco derecho?
Desgraciadamente sólo se encontró cierta eficacia, sobe el adversario, durante la primera parte. El Mallorca acrecienta las virtudes ajenas y disminuye las propias. Saborit y Cendrós fueron de laterales con la compañía en el eje de Kasim y Agus. El juego defensivo volvió a mostrar carencias imposibles de desaprovechar por el rival. 
La fase ofensiva fue un desierto difícil de explicar. El Mallorca no tiene automatismos sobre su ataque posicional. Su única opción es el contraataque y el balón parado. Y aquí sólo Marco Asensio sembró algo de amenaza sobre los centrales Mario y Ruben. Demasiada poco munición para todo un partido de fútbol. 
Víctor Muñoz fue con lo que, hasta ahora, le había funcionado. Es conocido que en flancos, más concretamente sobre sus laterales, presenta dificultades. Fernandez poroso y Cabrera, mas central que lateral, hubieran podido ser motivo de ataque. Pero el Mallorca se olvidó de meter balones y desmarques sobre estas posiciones. Ruiz de Galarreta, a pesar de su juventud, casi fue un tirano en la medular. Gracias al trabajo de Dorca consiguieron hacerse con el control del partido y lanzar pases de iniciación al ataque. Todo escaso, pero suficiente para tumbar a un Mallorca demasiado mediocre. 
La crisis deportiva, como mínimo, ha igualado la dantesca situación institucional. Estar a cinco puntos de la salvación debería abrir la sensatez de unos propietarios que ya no tienen credibilidad para la masa social. ¿Qué pasará de aquí en adelante?