He decidido hacer un breve análisis de los momentos más importantes del fútbol, donde por algún motivo ya sea por reglamento o por decisiones tácticas de los entrenadores ha habido un punto de inflexión en la concepción de este deporte.
Y en este apartado debe ocupar un lugar más que destacado el número 10 de Argentina, uno de los más grandes y desequilibrantes de toda la historia de este deporte, éste zurdo hizo que en el Mundial del 86 una selección discreta a nivel colectivo ganara la copa del mundo. Una maravilla con el balón en los pies, intimidaba al adversario solo con su presencia y en directo se hacia el silencio cuando el la tenía escondida con su pierna izquierda.
Maradona rompió la táctica defensiva en ese mundial, no había coberturas eficaces, permutas lo suficientemente rápidas, ayudas defensivas con éxito y los bloques defensivos graníticos podían ser rotos por un simple jugador bajito y con un aspecto nada futbolístico.
Debo reconocer que vibré en ese mundial como nunca, él consiguió que viera el fútbol de otra manera y éste siempre deberá estarle agradecido por todos aquellos partidos que nos brindó. Pero una pregunta no dejaba de martillearme constantamente. ¿Cómo era posible que un simple jugador pudiera desbaratar toda la táctica colectiva de un equipo?
Depués de desarrollar todos los cursos de entrenador y ejercer como profesor de táctica aún tengo una pregunta que me corroe de tanto en tanto, en la que estoy dispuesto a admitir todo tipo de sugerencias.
¿Cómo neutralizar a Maradona en el mundial del 86?
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