28 enero 2016

¿HA LLEGADO EL MOMENTO?

 

Solucionar los errores groseros del pasado era una pura necesidad competitiva. La falta de gol no ha sido una casualidad y sí una consecuencia de la capacidad real de los futbolistas escogidos en su día. El Mallorca he tenido que mover pieza y rectificar su línea de vanguardia. Para ello ha buscado jugadores expertos en la categoría y con cierta dosis de gol. De esta manera minimiza el porcentaje de error, que siempre se puede producir en fútbol, y aumenta las posibilidades de éxito. 
La primera decisión es, a priori, un acierto que entra dentro del plan táctico del nuevo entrenador. Lago Júnior es un futbolista de veinticinco años nacido en Costa de Marfil que conoce perfectamente la categoría de plata. Esta temporada ha cuajado muy buenas actuaciones en el Mirandés anotando siete goles. Se ha visto beneficiado por el sistema impuesto por Carlos Terrazas.

Dentro del 1-3-3-3-1 ha jugado preferentemente en banda derecha y también como referencia. Su mayor cualidad es la velocidad. Es un futbolista ideal para interpretar los contraataques que ya han sido anunciados por Fernando Vázquez. Su visión para encontrar los espacios libres, que deja el adversario cuando adelanta su posición, le convierten en una herramienta muy útil para la Segunda División. Domina e interpreta el desmarque de ruptura pero debe pulir sus movimientos de apoyo sobre todo dentro del área. En ocasiones alejarse de la portería te puede acercar al gol y este concepto debe mejorarlo. Poniendo sobre la báscula este fichaje cabe valorarlo como muy positivo. Además es un jugador que tiene espacio y tiempo para aumentar su progresión futbolística. 

El Mallorca está apostando fuerte y otros futbolistas podrían caer próximamente. Alfredo Ortuño es un delantero de referencia. No es un futbolista fino y elegante. Su carta de presentación es la batalla continuada. Es bregador y muy luchador. Le gusta el cuerpo a cuerpo con los centrales y jamás huye del enfrentamiento individual. Su fortaleza mental  y la fuerza son las mejores armas para un número nueve apto para la Liga Adelante. Quizás cotas superiores parecen algo lejos de su alcance. 
En la posible siguiente incorporación se abren más dudas. Salomao es un futbolista portugués de banda izquierda. Centro de gravedad bajo pero con despliegue físico. Y aquí sí que vuelven a aparecer ciertas carencias, al menos en el currículum, con el gol. Nueve goles en las ultimas siete temporadas y media no invitan a un optimismo desmesurado.

Pero lo cierto es que Maheta Molango ha conseguido devolver la ilusión al mallorquinista de toda la vida. Parece que ha llegado el momento del cambio de tendencia. El punto de inflexión que todo el mundo espera puede ser una realidad. ¿Ha llegado el momento? 

24 enero 2016

EMPIEZAN A RESPIRAR


Elevar la moral de la tropa siempre es recomendable. Es absolutamente normal que un entrenador defienda públicamente la capacidad de su nuevo plantel. Lo contrario sería tan absurdo como ridículo. Pero conviene recordar que Fernando Vázquez es solo un entrenador de fútbol. Nada más. Él no puede coger la bandera de la eficacia y liderar los goles rojos. Su misión es diáfana. Sacar los máximos puntos posibles y salvar el entuerto actual. Las victorias, como siempre en fútbol profesional, le pondrán la nota final. 
Esperar y aprovechar el error del rival fue el plan rojo. El técnico gallego tomó sus primeras decisiones tácticas. Decidió colocar sobre el terreno de juego un 1-4-4-2 con Sissoko y Yuste liderando el centro del campo. Más músculo dejando un poco más de libertad para el número diecinueve. Se colocó sobre el juego exterior talento y profundidad. Pol Roigé y Brandon participaron por fuera pero no encontraron el camino del gol. 

La línea de atacantes estuvo nutrida por Acuña y Corominas. Poca y escasa munición. El paraguayo no tuvo la velocidad necesaria para inquietar a los centrales amarillos. Casi se marcó solo y su juego abre muchas dudas. 
El Alcorcón es un equipo con estructura de Segunda División. Su cintura táctica le permite pasar del despliegue al repliegue con cierta facilidad. Juan Ramón López Muñiz, esta vez, fue algo más conservador. Pobló la medular y allí metió toda la presión posible. 

La capacidad de David Rodríguez debía se secada. El número siete visitante es capaz de crear y culminar las jugadas sin necesidad de colaboración. Aveldaño y Costas dieron cuenta de él y, además, neutralizaron las embestidas de la zurda de Óscar Plano. El número siete tuvo una excelente ocasión de gol en la que demostró su perfil de delantero. Timón Wellenreuther con una buena intervención salvó el gol. 
Ambos entrenadores se movieron durante el partido para sumar los tres puntos pero con diferencias sustanciales. Mientras el Alcorcón arriesgó cambiando el sistema el Mallorca fortificó su línea de contraataque. Y aquí apareció Moutinho. Una jugada suya fue el aval necesario para ganar un penalti y sumar tres puntos vitales. Ahora toca responder a una pregunta que puede ayudar a ser más eficaz. ¿Se reforzará esta plantilla? 

18 enero 2016

INFECTADOS HASTA EL TUÉTANO


La necesidad ha llegado para quedarse y disfrutar de ella es mejor que padecerla. Con el talento en cuentagotas es obligatorio incrementar, aún más, la intensidad para poder superar así al adversario. Solo con la capacidad existente es totalmente imposible encarar una segunda vuelta más que peligrosa. Volvió a existir compromiso pero faltó una eficacia que solo se puede encontrar fuera del plantel. Fichar es una necesidad absoluta. 
El partido transcurrió por los parámetros previstos. Los futbolistas de Pepe Gálvez debían presionar la salida de balón de su adversario. Un punto débil del equipo vallisoletano aprovechado por muchos equipos de la categoría. Hacer sangre sobre este aspecto del juego era prioritario y casi imprescindible. Sí, hubo presión alta y posesión con profundidad. Pero volvió a faltar veneno y gol. 

El Mallorca se vistió con Yuste y Damià liderando la sala de máquinas. El canterano brilló en la elaboración. Fue el arquitecto del juego en el centro del campo y tapó las carencias de su compañero. Moutinho tuvo desequilibrio por la izquierda y a Brandon le faltó más convicción. El gol volvió a quedar totalmente huérfano y así es imposible ganar. La luz se apaga por completo dentro del área contraria y la mejora en este aspecto no puede llegar a través del entrenamiento. 
Miguel Ángel Portugal blindó su parcela más débil y esperó su momento. Hasta tres futbolistas intentaron colapsar el centro del campo y proteger su talón de Aquiles. El Valladolid, sin ser una de las referencias de la Segunda División, presentó futbolistas de talento y eficacia. Juan Villar desde el perfil derecho sembró desmarques al espacio muy peligrosos y consiguió el gol de la victoria. 

Los equipos que pueblan la zona de descenso tienen verdaderas dificultades para sumar tres puntos. Su clasificación es su carta de presentación. Con este resultado se cierra una primera vuelta llena de incógnitas resueltas desde el punto de vista negativo. Acceder al mercado de invierno, de forma correcta, es obligación. Gol, el Mallorca necesita gol. Dos futbolistas capaces de sembrar amenaza y un especialista en estrategia podrían aliviar un futuro incierto y lleno de duda. ¿Qué hará la propiedad?  

11 enero 2016

CORRECTIVO A LA LÍNEA DE FLOTACIÓN




El Mallorca no ha tenido un problema de actitud durante toda la competición. Y en este partido tampoco. Su particular rompecabezas ha estado y está en el gol. Demasiados jugadores, con poca munición, casi siempre han terminado por condicionar el resultado final.

Lejos de Son Moix el desierto es casi absoluto. Mentalidad, actitud y trabajo ayudan pero el talento define. Y el Córdoba mostró su superioridad con un juego de contraataque espectacular y letal. El equipo de José Luis Oltra está completamente adaptado a la Segunda División. Su empuje fue su mejor aliado y consiguió el control del partido durante un tiempo superior al Mallorca. Tuvieron más inteligencia táctica y eficacia en finalización. Fueron un equipo superior.
Pepe Gálvez pareció tirar de una prudencia inicial que se convirtió en un juego deslavazado y carente de intención. El Mallorca, durante los primeros cuarenta y cinco minutos, simplemente se desplomó. Errores groseros en vigilancias y marcajes fueron una condena absoluta. 

Los centrales mallorquines debían sujetar a una dupla de ataque con pólvora. Florin Andone y Xisco Jiménez se suelen complementar bien y neutralizarlos formaba parte del éxito. Costa y Aveldaño salieron claramente perdedores de los duelos individuales y, además, tampoco contaron con la colaboración de un Yuste que ayudó en el naufragio.
Fidel era el tercer bastión a equilibrar. Su zurda, tanto en juego efectivo como en estrategia, podía sembrar amenaza desde el flanco izquierdo. Falló una pena máxima pero sembró cierta zozobra desde los dos perfiles.

Solo Brandon, demostrando su talento, fue capaz de sembrar algo de amenaza. Hizo gol casi en la única ocasión roja. Triste aval para un equipo que tiene problemas serios de juego y posibilidades de sus futbolistas. 
La vanguardia del ataque estuvo representada por Corominas. Después por Acuña y Bianchi. Faltó veneno, intención y eficacia. Toda la nómina de delanteros mallorquines está gafada de cara a gol y parece que la solución solo se podrá encontrar en el mercado invernal. 


No queda más remedio que afrontar la realidad. Encararla y buscar la solución. Ahora mismo está en peligro la Segunda División. Hay futbolistas que sobran y hay otras posiciones que deben cubrirse. Mejor pronto que tarde.  



03 enero 2016

EL GOL SIGUE CONDENANDO


En un equipo de fútbol lo más importante siempre termina siendo el propio juego. Conviene no olvidar que la competición nunca se detiene. La ampliación de capital, por importante que pueda llegar a ser, no se vistió de corto para disputar los tres puntos del Martínez Valero. Y el Mallorca terminó empatando un partido en el que, como siempre, se pagó con sangre la falta de gol. 
Los mallorquines saltaron al terreno de juego con Yuste y Damià liderando el centro del campo. Tuvieron cierto control hasta que encajaron. Después chocaron con el equilibrio personificado de Mandi. El número seis fue papel secante y superar sus ayudas defensivas, durante muchos minutos de la primera parte, fue casi imposible. Su lectura táctica es un privilegio para la Segunda División y el Mallorca solo pudo salvar esta posición tras el descanso. 
Brandon se colocó entre líneas y, desde allí, debía hacer brillar su talento. Faltó profundidad, ruptura y eficacia colectiva. En definitiva; veneno. Se generó bastante fútbol de ataque pero el gol solo terminó llegando gracias al adversario. 

Sergio León es, para algunos entrenadores de Segunda División, el mejor delantero de la categoría. Toda una prueba de fuego para los centrales rojos. Sujetarlo al espacio era pura necesidad. No lo consiguieron. El ariete volvió a sembrar amenaza y eficacia. Asustó y marcó. 
Es justo reconocer el trabajo en estrategia defensiva de los mallorquines. Fueron eficaces y resolutivos. La segunda parte fue una alternancia en todos los aspectos del juego. Se pudo ganar, o perder, pero al final se firmaron tablas. El resultado fue justo y ajustado al juego tirado por ambos equipos.

El Mallorca tiene los pies llenos de barro y necesita no perder la perspectiva de su realidad. Ganar ya es obligación. Todo está en peligro. La vorágine de la institución no debe ocultar la realidad de una competición dura, exigente y, de momento, esquiva. Los cambios en la entidad no suman puntos en el presente y el futuro está demasiado lejos. La reacción de los peloteros debe ser inmediata y ajustada a medida. ¿Será con Pepe Gálvez?