21 diciembre 2014

UN PARTIDO JUGADO SIN ALMA





Las victorias mantienen a los entrenadores y la espada de la derrota siempre deja en posición incómoda a cualquier técnico. Pero nunca hay que olvidar que el Presidente es el capitán que toma decisiones ejecutivas. Utz Claassen se ha convertido en el nuevo Presidente de la entidad y él será el máximo responsable del futuro más inmediato.

El Mallorca vivió una auténtica pesadilla y fue consecuencia, sobre todo, por su falta de intensidad defensiva. Jugando así peligra absolutamente todo; hasta la categoría.
Valeri Karpin tuvo que decidir con respecto a sus bajas y retocó su línea de elaboración. En cobertura Saborit fue por el lateral izquierdo y no pudo cumplir con todo su objetivo. El eje volvió a estar representado por Kasim y Pedro Bigas. Ambos tuvieron una participación de escaso control, sobre Yuri, y manejaron dudas en desplazamientos a flancos. Alex Vallejo y Javi Ros formaron una medular mixta. Creación y destrucción de forma de combinada pero con una posición demasiado retrasada. Simplemente se vieron superados, desbordados y en ocasiones arrollados.

Durante los primeros cuarenta y cinco minutos el rival tuvo un plan defensivo superior. El juego, sin balón, fue para la Ponferradina. Su presión fue mejor, más intensa y eficaz.
En ataque José Manuel Díaz lanzó a Acorán sobre la banda izquierda roja. El número dieciséis buscó desmarques entre la posición de Bigas y Saborit y encontró mucha eficacia. Yuri se propuso fijar a los centrales y buscó crear dudas en los movimientos de ruptura. Lo consiguió.

La Ponferradina suele defender las faltas laterales de forma excesivamente profunda y el Mallorca estaba en la obligación de aprovechar tal circunstancia. En fútbol se trata de encontrar el punto débil del contrario y, simplemente, machacarlo. Los mallorquines cuentan con un arma diferencial y aprovecharla era obligación. La zurda de Marco Asensio, en todas las acciones de estrategia, asistiendo podía haber sido una de las claves del partido. La provocación de faltas, para forzar el error del rival, brilló por su ausencia y el Mallorca terminó jugando un mal partido de fútbol. Fue justo perdedor y, sobre todo, transmitió unas sensaciones realmente preocupantes.


15 diciembre 2014

UN JUEGO LLENO DE EMPUJONES



Dos equipos, con dinámicas muy diferentes, midieron sus fuerzas en un partido con mayor presión para el cuadro mallorquín. Las necesidades empezaban a apretar y las decisiones no se hicieron esperar. El Numancia firmó una primera parte bastante buena. Tuvo el control y fue mucho más jerárquico que el Mallorca. Los de Soria tuvieron presión alta, agresiva y sincronizada mientras los mallorquines fueron con pressing más bajo, menos intenso y poco agresivo. 
Valeri Karpin durante la semana, en la rueda de prensa, anunció la búsqueda de un ariete y después dejó fuera de la convocatoria a Scepovic. Toda una declaración de intenciones. El ruso ya encontró en el filial el candado para la zaga y buscó una solución similar ante la falta de gol. Abdón fue su apuesta. El canterano estuvo tan batallador como fallón. 
En el centro del campo volvió a repetir su medular de fortaleza. Joao y Bustos terminaron los primeros cuarenta y cinco minutos con tarjeta y superados en todas las facetas del juego.  La incorporación de Javi Ros fue un oasis de juego. Solo él, desde la medular, fue capaz de lanzar algún pase con criterio. Su participación , dentro de este equipo, se antoja prácticamente imprescindible. 
El Numancia se presentó con el aval de siete partidos sin encajar derrota, tres victorias consecutivas, y un perfil de juego compacto. Juan Antonio Anquela volvió a dar todos los galones de su ataque a Julio Álvarez. Él fue el encargado de distribuir, organizar y filtrar pases de categoría diferencial. Contar con un especialista altamente consumado en el lanzamiento de la estrategia otorga una amenaza extra. En el arte del balón parado es casi más importante el pasador que el rematador y aquí el número diez siempre es alternativa de peligro seguro. 
Durante la segunda parte la tendencia de juego se modificó bastante. El Mallorca, con empujes aislados, tuvo ocasiones merecedoras de gol. Al final Arana consiguió agujerear la portería defendida por un Munir que firmó un partido bastante correcto. 
Analizar el partido por encima de las ocasiones se hace imprescindible. El Numancia jugó como un bloque en todos los aspectos del juego mientras que el Mallorca fue mucho más irregular. Tejer un plan de juego mucho más compacto es una obligación. Un doble pivote algo más creativo es una posibilidad que podría ayudar a los ataques mallorquines.  

09 diciembre 2014

UNA DERROTA EXCESIVA


Cada vez que el Mallorca mide sus fuerzas, contra un rival de objetivo elevado, el resultado suele ser muy parecido. Derrota y sensación de manifiesta inferioridad. En esta ocasión hubo igualdad y, sobre todo, la primera parte estuvo equilibrada. Las estadísticas dieron ligera ventaja a los rojos. En los primeros cuarenta y cinco minutos en ataque se tuvieron más pases, más remates y más posesión. 
En fútbol utilizar las armas adecuadas y asumir las debilidades propias suelen ser virtudes que te acercan al éxito. Para jugar contra el Betis era necesario utilizar la inteligencia táctica. Plantear un partido de ida y vuelta o intentar hacerse con el control del partido, con la conservación del balón, tenía un punto de dificultad mayor. 
Los andaluces son equipo de contraataque y, además, sufren cuando el contrario explota los espacios que dejan al atacar. Merino cambió su dibujo. 1-4-4-2 con dos delanteros y con dos extremos por banda. Rubén Castro y Rennalla estuvieron en la referencia con Cejudo y Kadir en los costados. El doble pivote en el centro del campo anunciaba partido duro en la medular. Con Xavi Torres y fortaleza de N'Diaye el Mallorca estaba obligado a igualar las fuerzas en la zona ancha y consiguió enrocarlo hasta el cambio del contrario. 

Valeri Karpin puso su once esperado. Pedro Bigas y Kasim volvieron al eje y se examinaron ante una pareja realmente poderosa. Su participación durante todo el partido debe considerarse como ajustada y con pocos errores. En el centro del campo solo hubo espacio para el sacrificio. Reapareció Joao y Bustos se colocó a su lado. Los problemas llegaron con Dani Ceballos. El número cuarenta y seis se metió hacia dentro creando situaciones de inferioridad roja. 
El juego exterior del Mallorca participa poco en el gol. Pereira fue por la izquierda y Arana por la derecha y su participación ofensiva fue demasiado escasa. Que el gol debe ser asumido por dos futbolistas es un error que debe rectificarse. 

Marco Asensio tiene que asumir demasiadas funciones y el rival empieza a sujetarlo con marcajes férreos. Buscar una alternativa en el juego y que otros futbolistas participen más activamente en tareas de ataque es imprescindible.  El Mallorca arregló su problema defensivo pero ahora empieza a tener unas lagunas de cara a gol que debe empezar a mejorar de manera inmediata. 

01 diciembre 2014

EL SPORTING FUE SUPERIOR


 
Ambos se presentaron al encuentro con un bagaje importante de partidos sin perder. Pero los asturianos sumaban la cifra récord de catorce sin encajar derrota. Justo el doble que el equipo mallorquín. Por tanto, mérito superior.
Los dos equipos son muy diferentes y así plantearon sus partidos. Valeri Karpin solo se movió como consecuencia de sus bajas. Kasim fue sustituido por Truyols y Joao, de nuevo, por Pep Lluis Martí. Sin el eje defensivo titular la línea de cobertura debía pasar un nuevo examen. El resultado fue un aprobado ya que los problemas surgieron por la pérdida del control en la medular. Pedro Bigas se posicionó y ayudó a mantener cierto orden defensivo.
Ya en el centro del campo hubo ciertas dificultades para sujetar al adversario. La parcela ancha del terreno de juego se perdió durante demasiados minutos. La incorporación de Alex Vallejo tampoco fue suficiente y la superioridad numérica se perdió.

El Sporting basa su juego en una alta fortaleza defensiva. Sus centrales, Bernardo con Luis Hernández, junto con el centro del campo forman un cuadrado realmente hermético. Abelardo intentó filtrar el ataque rojo con su habitual presión en la medular. Sergio Álvarez y Nacho Cases suelen limpiar mucho trabajo a la línea de cobertura. Y así lo hicieron. Pero además tuvieron una ayuda que resultó trascendental. N'Di se convirtió en un jugador clave. Retrasó su posición y rompió el eje del centro del campo mallorquín. Curiosamente el gol de la derrota llegó en una jugada de banda típica del contrario. Menéndez colgó y Bernardo, después de segundas jugadas, anotó.

El Mallorca cuenta con una arma muy difícil de neutralizar. Marco Asensio intentó destruir el cuadrado mágico del Sporting. Él fue la única luz que pudo desequilibrar el partido en favor de los mallorquines. Se movió entre líneas, participó y asistió. El problema radica en su soledad. Un jugador solo no puede convertirse en la única alternativa de ataque. El juego exterior debe ser mucho más participativo. Pereira tiene fútbol de desborde y tirar diagonales, hacia dentro para encontrar portería, debe convertirse en una tendencia mucho mayor. Lo hizo tímidamente y con poca fe. Arana estuvo mejor en la primera parte y después casi desapareció.
Al final, contra un rival que tiene objetivo de ascenso, el resultado final tiene que considerarse justo.

 

23 noviembre 2014

SIGUEN ACUMULANDO PUNTOS



El Mallorca se debía preparar para una batalla que estaba más que anunciada. Los jugadores canarios se agarran al Heliodoro Rodriguez para tumbar rivales y, esta temporada, equipos como Las Palmas y el filial del Barça han visto la cara de la derrota. Solo el Recreativo fue capaz, tirando de muchos preceptos defensivos, de sacar victoria en la isla. La primera parte fue el camino esperado. Los dos equipos tuvieron verdaderos problemas para hacerse con el control del partido. De hecho, ni Tenerife ni Mallorca, no pudieron dominar a su rival.

Valeri Karpin apostó por su línea de cobertura habitual. El eje de la defensa, Pedro Bigas y Kasim, volvió a mostrar su fortaleza. Los dos centrales siguen siendo sinónimo de fortaleza. Gulan tenía, a priori, que bailar con la más fea de todas. Suso Santana es un futbolista de banda y sus pases desde la derecha, al corazón del área, suelen llevar veneno letal. Pero en esta ocasión jugó más centrado y sus caídas al flanco fueron menos trascendentales. Además el lateral supo poner el antídoto necesario y anular una de las principales amenazas del contrario.

En el centro del campo Pep Lluis Martí formó doble pivote con Bustos y sólo pudieron controlar la medular a medias. Vitolo o Ricardo llegaban a zona de tiro creando alguna sensación de peligro.El juego exterior quedó algo enrocado. Pereira no buscó diagonales, pero cuando lo hizo encontró algo de profundidad, y Arana jugó con algo de inferioridad.
Marco Asensio estuvo ausente y lejos de jugar un papel decisivo. Le costó adaptarse al campo y pasó mucho tiempo desapercibido.Scepovic es delantero de referencia y sus movimientos adquieren validez dentro del área. Alejarlo es sacrificarlo. Su mayor aval está en su habilidad para encontrar el espacio adecuado para articular el tiro a gol y éste solo apareció una vez.

Las bajas del Tenerife no debían ser pronóstico de partido sencillo. Álvaro Cervera, con todas las líneas del equipo chicharrero con agujeros, fue con lo puesto. Experiencia a raudales en su línea defensiva. Cámara representó algún agujero por la izquierda, él juega a pierna cambiada, pero esta circunstancia no se supo aprovechar. De hecho el Mallorca atacó más por otras zonas del campo. Al final el empate debe considerarse como justo.
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16 noviembre 2014

HISTORIA RCD. MALLORCA. DESCENSO 1988

UN PARTIDO LLENO DE TIZA



Fue un partido muy intenso y, sobre todo, con mucha tiza. Hubo tanto juego subterráneo que el fútbol real brilló por ausencia. El rival metió presión alta y llenó el encuentro de faltas llenas de intención destructiva. Ya durante los primeros cuarenta y cinco minutos las jugadas al límite fueron una constante que el árbitro no supo atajar. Y lo peor es que todo se fue incrementando, por culpa del mal arbitraje, hasta el final del partido.

El Mallorca tuvo que batallar sin su mejor futbolista y cualquier equipo del mundo, por poderoso que sea, puede notar tal ausencia. Y, por supuesto, se echó en falta el talento de la zurda que ha devuelto la fe al mallorquinismo. Sin él, lógicamente, el ataque fue más complicado.

El equipo no pudo escalar su sexta victoria consecutiva y acabó tirando ataques demasiado primitivos y directos. Mucho trabajo colectivo y poca esencia. Valeri Karpin optó por calcar alineación y centrar a Fofo en la media punta. Sus características, evidentemente muy diferentes a las de Marco Asensio, podían otorgar más presencia cerca de los centrales contrarios. Con Scepovic, como punta de lanza, se precisaba la movilidad de algún futbolista por detrás y aquí debía aparecer el número dieciocho. No fue así. El Mallorca adoleció de juego trenzado y nadie cogió la batuta del juego.

La cintura táctica de la Agrupación Deportiva Alcorcón no es rígida. Pepe Bordalás cambia continuamente de futbolistas y posiciones y eso le otorga un rango de cierta imprevisibilidad. Tres futbolistas, por dentro, para fortificar la zona de medios y Óscar Plano tirado a la banda derecha buscando diagonales fueron su propuesta. Eso, y la amenaza de David Rodríguez en la referencia. El hábitat de este delantero es moverse en el límite del fuera de juego y explotar su velocidad. Controlar ese aspecto, en el eje de la defensa, era condición indispensable para hacerse con la victoria. Y aquí aparecieron los centrales rojos. Pedro Bigas y Kasim sellaron su posición a la perfección y la amenaza del adversario se fue diluyendo.

Ya con las expulsiones el Mallorca no tuvo la paciencia necesaria. Se equivocó. Igualó al rival con un juego trabado y lleno de tensión. En cualquier caso es justo reconocer que el empate se ajustó al juego de los dos equipos.

10 noviembre 2014

EL PASO YA ES FIRME



El Racing representaba mayor dificultad que la mostrada por la clasificación. Únicamente había perdido un partido de sus últimos siete enfrentamientos y la consistencia como equipo era, antes de la batalla, una evidencia. Además, para los mallorquines, conseguir cinco victorias consecutivas representaba un Everest difícil de conquistar. Y se consiguió gracias a a la magia del veintisiete junto a la sobriedad del eje defensivo. 
Valeri Karpin optó por cambiar lo justo. Pau Cendrós volvió al lateral derecho y tenía, a priori, un trabajo de vital importancia. La banda izquierda cántabra, con aval de profundidad, debía ser sujetada. Iñaki,  junto con las llegadas de tercera línea de Saúl, debía estar bajo control. Y lo consiguió claramente. Sólo un error en todo el partido, que fue solventado por Kasim, le hizo firmar un buen partido. 
En el centro del campo los rojos juegan a enrocar y volvieron a conseguirlo. Joao y Bustos trenzaron, con dificultad, pero dificultaron mucho la labor de posesión del contrario. Estuvieron mejor durante los primeros cuarenta y cinco minutos y la segunda parte se retrasaron en exceso. 
Gulan tuvo que lidiar con la joya de la corona del rival. David Concha era el jugador diferente de los cántabros y su posición, pegado a la banda derecha, podía ser alternativa de victoria. No lo fue. Por fuera tanto Arana como Pereira estuvieron colaboradores con sus laterales y algo deslavazados en ataque. Scepovic volvió a demostrar eficacia. Consiguió el gol y dentro del área volvió a enseñar sus formas de killer. 
Marco Asensio merece una mención aparte. Se movió entre líneas y descentró, por completo, a Fede y Javi Soria. Su capacidad para desequilibrar ya es absoluta. Comanda con absoluta jerarquía todo el ataque rojo y nadie osa discutir su capacidad. Cada vez que desaparece la opción del ataque mallorquín se esfuma y esto es un peligro latente. 
Por su parte Paco Fernández no tocó su estilo. Los espacios a la contra son su predilección y la velocidad, de su delantero centro, la amenaza. Koné debía examinar a los centrales mallorquines. Y para neutralizar sus contraataques era imprescindible vigilar a la perfección. La posición de Kasim y Pedro Bigas, en ataque, debía moverse en función del jugador de Costa de Marfil. Pasar de vigilar a marcar fue la clave defensiva de un equipo que sumó su quinta victoria consecutiva. 

02 noviembre 2014

HISTORIA RCD MALLORCA. CHAMPIONS 2001

UNA VICTORÍA LLENA DE JERARQUÍA



El Mallorca tuvo que medir fuerzas contra el más difícil de sus últimos rivales. Fue una prueba de fuego que se saldó con una victoria muy costosa. Durante la primera parte le ritmo fue lento. Casi soporífero. La ira de la afición sobre el palco fue lo más destacado de los primeros cuarenta cinco minutos. 

Inicialmente Valeri Karpin volvió a cerrar el eje con sus mejores centrales. Pedro Bigas y Kasim estuvieron, otra vez, a la altura de las circunstancias. Mostraron seguridad, contundencia y clarividencia posicional. Company, que tuvo que sustituir a Pau Cendrós en el lateral derecho, firmó un partido bastante completo y Gulan ya no se asemeja a aquel futbolista dubitativo de principio de temporada. Pero el partido no fue nada sencillo. 

En el centro del campo hubo batalla por el balón y el favorito para ganarla era el adversario. El Lugo se presentó en Son Moix con su habitual puesta en escena. Conservación del balón para intentar hacerse con el control del partido. Carlos Pita, ejerciendo labor de auténtico mariscal organizando la salida, y Seoane cubriendo su espalda y, a la vez, lanzando pases de desequilibrio representaron la mejor línea del equipo gallego. Los rojos contestaron con el trabajo, abnegado y silencioso, de Joao y la ayuda de Bustos. La respuesta fue insuficiente para ganar la medular pero ayudó a enrocar el el partido.Así mismo Quique Setién no cambió su estilo pero sí tiró de precaución. Cambió a sus laterales y protegió sus dos flancos.

Todo fue bastante plano hasta que el número veintisiete puso su talento al servicio del equipo. Marco Asensio decidió cómo, cuándo y dónde. Su crecimiento es tan exponencial que terminó por poner al Lugo de rodillas. Simplemente, no pudieron detenerlo. También es justo reconocer la eficacia de Scepovic. Sus dos goles fueron de pura definición. Supo poner la pausa necesaria, dentro del área, y el gol.

Con el resultado ajustado el Mallorca cambió el sistema y se adaptó. Pep Lluís Martí igualó el centro del campo y la magia de Marco Asensio se desplazó a la banda izquierda. El trivote consiguió su objetivo. Al final se consiguió la cuarta victoria consecutiva de forma más que justa. La próxima parada será en Santander. ¿Habrá cinco de cinco?

26 octubre 2014

HISTORIA RCD MALLORCA. ASCENSO 1958/59

LA SOLIDEZ DEFENSIVA ES EL AVAL



Los ecos de la manifestación del día anterior estuvieron presentes en los pasillos de Son Moix. Ignorar el rechazo que provoca la gestión del Mallorca es un error que la propiedad no debe cometer. La credibilidad perdida ya es absoluta y el hartazgo, de todo el mallorquinismo, ha tocado techo. El cambio es tan imprescindible como necesario. Un club de fútbol no puede tener en contra a su principal cliente; la afición.

Pero la competición no tiene piedad. Nunca se detiene. Y la dificultad de esta categoría es manifiesta. Ganar más de dos partidos, de forma consecutiva, tiene su punto de mérito y el Mallorca lo ha conseguido. La primera parte fue espesa y dura de seguir. El ritmo fue lento y los cambios de ritmo brillaron por su ausencia. Valeri Karpin optó por repetir alineación. La pareja formada por Kasim y Pedro Bigas sigue siendo garantía de solidez. Sus movimientos ejercen mucha seguridad a toda la línea de cobertura. Con este eje defensivo, los laterales Gulan y Pau Cendrós, tienen menos presión y mejor ayuda. Los dos hicieron un partido más que aceptable.

La pareja formada por Joao y Bustos empieza a tener presencia de despliegue. La presión en el centro del campo fue activa, sincronizada y ajustada. Pero hubo demasiado repliegue sin posibilidad de contraataque.El cambio de Markovic por Arana fue una bendición. El número diecisiete fue el revulsivo que ayudó a encontrar cierta profundidad y, además, consiguió materializar el penalti que dio la victoria.

Miquel Olmo acuciado, por bajas en todas sus líneas, tuvo que retocar hombres y posiciones. Tapó su agujero derecho con Agus y metió a Sotan en la línea de medias puntas. Javi Hervás e Iñigo Eguaras fueron los maquinistas en el centro del campo. La baja de Tamudo condicionó el ataque de los arlequinados. Collantes tuvo que vestirse de amenaza y tuvo una libertad de movimientos preocupante.

El Mallorca no tuvo una lectura de segunda parte del todo correcta. Justo después del gol de penalti mejoró pero al poco simplemente se atrincheró. Se pasaron demasiados apuros sin complicar la vida al rival. Lo mejor del partido, sin duda, fue el resultado y la solvencia defensiva de un equipo que tiene la obligación de seguir creciendo.


20 octubre 2014

HISTORIA DEL RCD MALLORCA. ASCENSO 1985/86

LA ESTABILIDAD DEL TRIUNFO




El fútbol, en ocasiones, es adaptación. El Mallorca, para este encuentro, tenía que bajar al juego de colisión y, sobre todo, luchar con rigor táctico. Y lo hizo con una eficacia exquisita. El rival no engañó y sacó su arsenal de juego trabado. Llenar el campo de repliegue intensivo, trabajo defensivo exhaustivo y contras llenas de veneno fueron la propuesta local. La Unió Deportiva Llagostera no se salió de su propio guión de juego aunque tocó su alienación. Santi Castilejo metió tiza en campo propio y se atrincheró esperando su oportunidad. Diego Rivas y Tito, sorprendió la suplencia de Jordi López, se enrocaron. Su labor en la medular estaba anunciada. Y así se cumplió. Incluso los dos delanteros, David Querol y Sergio León, se implicaron en tareas de desgaste defensivo.
Cuando un rival juega este tipo de cartas es vital vigilar con mucha atención. Las evoluciones, en ataque, deben estar acompañadas de rápidos cambios de rol. Es decir, pasar de vigilar a marcar de forma inmediata después de la pérdida del esférico. El Mallorca así lo hizo. Su puesta en escena fue aceptable y, lo más importante, contó con eficacia.
La propuesta de Valeri Karpin fue colocar a su pareja de centrales de mayor jerarquía. Bigas y Kasim para sellar el eje. Sus evoluciones fueron más que correctas  pero el número treinta y cinco debe aplicarse más con balón. Y en la segunda parte así lo hizo. Arriesgar con tan poco a ganar es tan absurdo como inútil.

En el centro del campo la baja de Pep Lluís Martí obligó. Y allí se juntaron Joao y Bustos para intentar neutralizar el trabajo abnegado de los medios centros contrarios. Lo consiguieron y además Joao se desdobló en bastantes ocasiones sobre la posición de Gulan. 
Ya en las posiciones de medias puntas Pereira y Markovic fueron por fuera para dar tiempo espacio a la gran esperanza roja. Marco Asensio no tuvo un partido sencillos volvió a brillar. Sus características se pusieron a prueba. Campo más estrecho, por tanto menos tiempo y espacio de ejecución, con marcajes altamente expeditivos. El resultado fue un partido con gotas llenas de intensa calidad. Su luz es un faro que ilumina todo el ataque rojo. El Mallorca se ha estabilizado con dos triunfos consecutivos.  Ahora toca seguir creciendo y acumular más puntos. 





12 octubre 2014

UNA VICTORIA DE ULTIMÁTUM



Jugar sobre la bocina de un ultimátum nunca es recomendable. Cuando un equipo llega al partido límite, de cese o continuidad de su entrenador, el juego suele haberse deteriorado bastante. Los errores, defensivos y groseros, han sido tan altos que ocultarlos era imposible. Pero las circunstancias se han ido ganando a pulso y así tocó jugar. El resultado, al fin, fue victoria. No debe aparecer ninguna duda sobre la capacidad de esta plantilla. Estos futbolistas son capaces de defender mejor y, por supuesto, obtener mejores resultados. Así lo demostraron tímidamente. 
Valeri Karpin decidió ir con Kasim y Bigas, en el eje de la defensa, arropados por sus laterales Cendrós y Gulan. Los dos centrales terminaron con tarjeta y Pedro Bigas se erigió como el mejor de la línea de cuatro. Un centro del campo de perfil más bien mixto. Capacidad de destrucción pero con posibilidad de creación. Joao y Pep Lluis Martí trabajaron con dedicación. Pereira estuvo dinámico, colaborador y también representa una amenaza que debe seguir creciendo. Como casi siempre Marco Asensio lideró la calidad del ataque rojo. Su capacidad técnica representa el mejor aval de combate. Además mezcló a la perfección con un Abdón Prats que consiguió un magnífico gol. Su combinación fue, sin duda, la mejor jugada del presente campeonato. 
Desde la distancia sorprendió la decisión de Alberto López de dejar fuera de la convocatoria a Ion Vélez. El Deportivo Alavés es un equipo experimentado pero conocedor de sus limitaciones. Su plan fue sencillo, previsible y conocido. Toribio ejerció la labor de anclaje táctico.  Él, fue el equilibrio. Las incorporaciones de tercera línea de Raúl García, así como las llegadas de Manu García, estuvieron bajo su vigilancia defensiva. Las gotas de calidad estaban más que anunciadas. Curiosamente el número dieciséis propició la jugada que sirvió para abrir el marcador. Pero es justo reconocer que Marco Asensio tuvo la fe necesaria para presionar a Toribio y, después, a Manu Fernández. 
En el marco meramente institucional no se puede tolerar que el Mallorca se quede sin ninguna representación pública en el palco. La degradación ya es absoluta. La afición mallorquinista se encuentra en un callejón sin salida y, lo peor de todo, no se ve una solución ni quirúrgica ni rápida.  Lo mejor es que deportivamente se sumaron los  tres puntos y no se encajó ningún gol. 

06 octubre 2014

TOCANDO EL ABISMO EN EL JUEGO


Valeri Karpin tenía que decidir y acertar. Pero además sus futbolistas tenían la obligación de ser eficaces de una vez por todas.  Y no lo fueron. Se mostraron muy planos en ataque y, otra vez, groseros en defensa. Encajaron dos goles y es de justicia reconocer que las mejores ocasiones fueron para un rival que hizo lo justo para vencer de forma más que justa. 
El Zaragoza juega habitualmente con doble delantero centro, William y Borja Bastón, más las asistencias por banda derecha del capitán. Javi Álamo está siendo, durante toda la temporada, un cuchillo que corta laterales. Las amenazas ofensivas estaban marcadas. El peligro estaba más que anunciado y sólo se puso sutura a la herida a medias. El técnico ruso debía responder y dar solución, entre otras, a esta pregunta. ¿Qué hacer si el rival tiene a su asistente de gol en el flanco derecho?
Desgraciadamente sólo se encontró cierta eficacia, sobe el adversario, durante la primera parte. El Mallorca acrecienta las virtudes ajenas y disminuye las propias. Saborit y Cendrós fueron de laterales con la compañía en el eje de Kasim y Agus. El juego defensivo volvió a mostrar carencias imposibles de desaprovechar por el rival. 
La fase ofensiva fue un desierto difícil de explicar. El Mallorca no tiene automatismos sobre su ataque posicional. Su única opción es el contraataque y el balón parado. Y aquí sólo Marco Asensio sembró algo de amenaza sobre los centrales Mario y Ruben. Demasiada poco munición para todo un partido de fútbol. 
Víctor Muñoz fue con lo que, hasta ahora, le había funcionado. Es conocido que en flancos, más concretamente sobre sus laterales, presenta dificultades. Fernandez poroso y Cabrera, mas central que lateral, hubieran podido ser motivo de ataque. Pero el Mallorca se olvidó de meter balones y desmarques sobre estas posiciones. Ruiz de Galarreta, a pesar de su juventud, casi fue un tirano en la medular. Gracias al trabajo de Dorca consiguieron hacerse con el control del partido y lanzar pases de iniciación al ataque. Todo escaso, pero suficiente para tumbar a un Mallorca demasiado mediocre. 
La crisis deportiva, como mínimo, ha igualado la dantesca situación institucional. Estar a cinco puntos de la salvación debería abrir la sensatez de unos propietarios que ya no tienen credibilidad para la masa social. ¿Qué pasará de aquí en adelante? 

29 septiembre 2014

LA ESTRATEGIA FUE EL AVAL



El Mallorca tenía la obligación de ir a la batalla con sus armas. Campo en regulares condiciones, mojado y ante un rival tan técnico como joven. Aprovechar la experiencia y hacer enloquecer al contrario eran premisas a tener muy presentes. Eso, y explotar las acciones a balón parado. Jugar  contra el Barcelona B es otra historia. El filial blaugrana no cambia ante nadie.

Sistema de juego apoyado sobre el 1-4-3-3 con la posesión del balón por bandera y cambios de ritmo en fase de finalización. Y en este sentido la baja de Adama era un bálsamo para los rojos. Molestias, en la rodilla derecha, le dejaron fuera del flanco derecho y del partido. Pero, sin este futbolista diferencial, este equipo tiene argumentos y talento para hacer un descosido a cualquier equipo de la Segunda División.
Valeri Karpin en su obsesión por poner candado, para dejar de regalar goles y ocasiones, tomó decisiones e hizo cambios. Cabrero volvió a situarse bajo palos, Kasim con Truyols fueron por el eje mientras que los laterales cayeron sobre las botas de Saborit y Cendrós.
La línea de cobertura volvió a mostrar todas sus debilidades regalando ocasiones por doquier. Demasiados errores groseros.

Pep Lluis Martí se juntó con Joao para intentar abortar demasiada elaboración del contrario y claramente no lo consiguieron. El Barça B sentó cátedra de balón y manejo la posesión con una dictadura casi insultante. No se tapó la salida de Samper y Halilovic fue una pesadilla sobre la medular roja. 
Ya en la línea del desequilibrio hubo muchos cambios durante el partido. Inicialmente Arana y Pereira se buscaron las habichuelas por fuera, estando omnipresente Marco Asensio. Después  intentaron sumar Fofo y Markovic. Poco hicieron. 

El Mallorca sembró una clara amenaza en acciones estratégicas. En el balón parado sí apareció una jerarquía imposible de demostrar durante el juego. El encuentro tuvo instantes extraños en los que hubiera podido pasar cualquier cosa y al final hubo tablas. 
Los mallorquines tienen que aprender a defender mejor. No hay equipo capaz de soportar esta sangría de goles. Defender mejor es una prioridad absoluta y Valeri Karpin está obligado a encontrar soluciones con carácter de urgencia. 

22 septiembre 2014

EL PROBLEMA DEFENSIVO ES CAPITAL



El Mallorca tiene un problema defensivo de una magnitud incontrolable. Defender mejor es una necesidad de supervivencia. Ante Osasuna los errores atrás fueron tan groseros que el rival no tuvo más remedio que aprovecharlos. Es cierto que el Sadar, a priori, representa una de las salidas más exigentes del campeonato. Rival duro con campo lleno de dificultad ambiental. Y ante un adversario de tanto fuste era importante, vital de pura necesidad, tomar decisiones tácticas inteligentes. Osasuna se mostró, hasta el partido de ayer, con problemas en el juego aéreo y, sobre todo, con dificultad en ajustar marca con el balón en posición lateral. Intentar ponerlos en dificultad, en este tipo de acciones, era obligación.
Para ello el Mallorca tenía que acertar con los jugadores pero, para este partido, era trascendental adivinar cómo hacer sangre sobre el rival. En fútbol dar un paso atrás no significa cobardía. Cerrar pérdidas de balón, en en el centro del campo iniciando ataques, y controlar el empuje inicial de los navarros debían ser dos preceptos totalmente inquebrantables. Durante la segunda parte no se cumplió para nada con el objetivo. 
Inicialmente Valeri Karpin puso a Ruben Miño bajo palos con Agus y Truyols, en el eje, con Gulan y Pau Cendrós de laterales en flancos. La línea defensiva terminó siendo una verbena. Dos centrales con tarjeta, cambios defensivos para intentar apuntalar y repliegue fueron una condena absoluta. En el centro del campo también aparecieron lagunas defensivas que hicieron más porosa la línea defensiva. Pero es justo rescatar a tres futbolistas que cumplieron.
Marco Asensio apareció en una posición más centrada. Aquí puede explotar más sus características de juego. Lanzar pases diferenciales sobre flancos y alimentar al delantero centro. Excelente su gol. Scepovic debía fijar y dar calidad de finalización. Lo hizo y consiguió dos goles que no explican su cambio cuando el resultado ya era adverso. Y Arana estuvo trabajador y colaborador en situaciones de contraataque.
Hacer cuatro goles y no conseguir ni un triste empate es la respuesta al juego puesto sobre  El Sadar. El cuerpo técnico del Mallorca, junto con sus jugadores, debe ponerse a trabajar y olvidarse de los problemas institucionales. Cada palo debe aguantar su vela y los profesionales del balón pueden y deben dar más de si. Ellos son los responsables de una segunda parte sonrojante. 

14 septiembre 2014

SIN APROVECHAR LOS FALLOS DEL RIVAL



El Mallorca ya ha tenido que medir fuerzas contra todos los estratos de la Segunda División. Dos equipos preparados para el ascenso, un conjunto con intención de permanencia y uno de perfil medio. El Recreativo tiene menos munición que bastantes equipos de la categoría y eso se nota en su manera de encarar los partidos.

José Luis Oltra tira de bastantes conceptos defensivos para intentar sujetar sus enfrentamientos. 1-4-2-3-1 con instantes de bastante repliegue, doble pivote conservador e intentos de contraataque. Pero jugando así fue incluso superior a los rojos. Menosse, curiosamente uno de sus dos centrales, es su primera amenaza ofensiva. Buenos pases largos para buscar situaciones de uno contra uno en flancos. Pero además defensivamente se convirtió en un baluarte imposible de franquear. 
Valeri Karpin hizo la apuesta esperada. Portero y línea de cobertura, que hasta la fecha había encajado dos goles de media, estuvieron bajo examen. Y no aprobaron. Volvieron a ser tan porosos como vulnerables. La sensación de defensa de mantequilla ya es una evidencia. Bustos y Pep Lluis Martí intentaron cocinar en la sala de máquinas para que Marco Asensio y Pereira tuvieran papel protagonista por fuera. Prácticamente ninguna ocasión real de gol. Posesión sin progresión.
Mención aparte merece  Marco Asensio. Las gotas de calidad del ataque mallorquín estuvieron, sobre todo, bajo las botas del número veintisiete y sólo él, más centrado en la segunda parte, supuso alguna incertidumbre para los defensas del Recreativo. En la opción del ataque mientras Fofo debía moverse, entre líneas, el ariete buscó balones al espacio. Scepovic es futbolista de ruptura y no manejar su máxima virtud es conducirlo hacia el fracaso más absoluto. Consiguió el gol y potenciar sus cualidades debe convertirse en una obligación táctica 
Es justo reconocer que las ocasiones más claras fueron para el rival y el resultado hasta puede considerarse justo.  No aprovechar las limitaciones del rival supuso una condena irritable para el espectador. El Mallorca tendrá que rectificar su juego e defensivo desde ya. A partir de ahora llegan dos rivales, Osasuna y Barça B, con un potencial de juego ofensivo superior y los mallorquines tendrán que defender mucho mejor. Eso o seguir cosechando derrotas.  

11 septiembre 2014

ADIÓS A LA COPA


 
El partido debía servir para recuperar buenas sensaciones y sólo sirvió para acrecentar las dudas. Una primera parte, otra vez, correcta para terminar con una segunda bastante mediocre.  El Mallorca debía entrar al partido de Copa con un objetivo claro. Empezar a ofrecer buenas sensaciones desde el punto de vista defensivo. Es cierto que el déficit ofensivo, ofrecido hasta el momento, ha sido más que deficiente pero este equipo está obligado a defender más y mejor.
Los mallorquines no pueden encajar goles con tanta facilidad y corregir transiciones, marcajes y zonas de presión es una pura necesidad. La Segunda División, y más con la confección de la plantilla actual, implica defensa granítica. Los futbolistas rojos, en Liga y Copa, se han mostrado tremendamente porosos. Y esto debe cambiar. Seguir por esta media de goles encajados es absolutamente insoportable. 
Inicialmente Valeri Karpin decidió repartir caramelos entre su plantilla. Company ocupó su perfil natural, Gulan se fue al flanco izquierdo y Coeff con Agus se ubicaron en el eje. Por delante los tres medios centros debían pasar examen. Y no lo hicieron. El gol encajado fue consecuencia de una mala transición defensiva. Horrible. Hubo una piscina tan evidente que el rival no tuvo más remedio que aprovecharlo. Lleve sobre mojado y cerrar este grifo debe ser una prioridad táctica absoluta. 
Paco Herrera también movió sus piezas. Reservó y dio descanso a sus mejores piezas y tocó su sistema de juego.  Una ocupación intermedia en presión. Galones a Valerón para suministrar balones a banda y al delantero Benja. Vicente se convirtió en un motor que mantuvo los prestación durante todo el tiempo que jugó. Magnífico futbolista. 
Ante los malos resultados y acuciado por la falta de gol el Mallorca ha decidido cerrar el fichaje de Tato. Todas las incorporaciones tienen un punto de incógnita y ésta tampoco está exenta. El perfil del delantero es medio bajo y sólo el tiempo dirá sí hay eficacia o desencanto. Aunque conviene no olvidar la importancia de dejar de ceder ocasiones de gol al rival. No encajar ayudará a tener más posibilidades de éxito. 

08 septiembre 2014

EL MALLORCA ENSEÑA UNA MALA CARA




Después de jugar contra dos rivales, Valladolid y Las Palmas, con objetivo de ascenso tocó medir fuerzas contra un adversario que tiene la permanencia en su horizonte. Pero en esta categoría la facilidad, simplemente, no existe. El Club Deportivo Leganés tiene limitaciones pero, como todos, tiene su dinámica para ganar. Quizás calca demasiado sus ataques, llegando tener un punto previsible, pero pueden ser eficaces y letales.  Asier Garitano cambió pero hizo la apuesta esperada. Eizmendi, marcando su jugada desde el perfil izquierdo, con Álvaro sembrando puntas de amenaza y Borja Lázaro en la ruptura. Eso, con un doble pivote de consistencia muy conservador, fue suficiente.
También es justo reconocer que las dos partes fueron algo diferentes. Mientras en los primeros cuarenta y cinco minutos el rival esperaba el error del contrario y los rojos pudieron al menos aprobar ya, después del descanso, hubo un cambio total de mentalidad. El resultado final fue un suspenso mayúsculo. 
Valeri Karpin hizo cambios. Gulan sobre el lateral izquierdo, mantuvo al capitán en el eje y desplazó a Pereira como ariete. Sistema 1-4-2-3-1 pero con una ocupación de presión un poco más alta.  El cambio más significativo estuvo en la intención de apuntar hacia la conservación del balón pero sólo durante la primera parte. El problema estuvo en la intención del adversario y en la buena lectura táctica de su entrenador.
Asier Garitano movió su línea de medias puntas y acertó. Puso a Fran Moreno centrado, Velasco al flanco derecho y Álvaro a la izquierda. Todo esto unido a un repliegue rojo, sin posibilidad de contraataque, inexplicable y falto de criterio táctico llevaron el Mallorca a una condena que puede calificarse como justa. Derrota ajustada a un juego deslavazado y, durante la segunda parte, ciertamente preocupante. 
Una cosa no ha cambiado. La Segunda División es tan competitiva como igualada y, además esta temporada, el nivel aumentó. Ganar nunca está asegurado y equipos que parecían intocables ya han caído. Los ejemplos de Betis y Osasuna no deben caer en saco roto y deben servir para aleccionar a un Mallorca que tendrá que dar más en todos los aspectos del juego. 

01 septiembre 2014

SE NOTA AÚN LA FALTA DE ENGRANAJE



El nivel ha aumentado y, con ello, la dificultad del objetivo. Esta Segunda División es más y mejor que la temporada pasada. Los equipos que buscan el ascenso son más compactos y tienen mejor talento. El rival, que se presentó en Son Moix, debía servir para medir las prestaciones rojas. La Unión Deportiva Las Palmas es aspirante a todo. Paco Herrera no sorprendió y se vistió con lo mejor que tiene. 1-4-3-3 con fortaleza en el centro del campo, gracias a Vicente Gómez y sus dos escoltas, y un tridente lleno de desequilibro.
Nauzet y, sobre todo, la zurda combustible de Momo pusieron a prueba a los laterales mallorquines. Mención aparte merece Araujo. El delantero, con su centro de gravedad bajo y potencia en el tren inferior, suele moverse del delantero centro pero también retrasa su posición dificultando así el trabajo de marcaje de los centrales. El gol encajado fue un error de posicionamiento importante. No hubo presión y sí un exceso de temporización. Después llegó el rebote anecdótico que fue un imposible para Cabrero. 
El Mallorca empezó a sacar sus garras. Valeri Karpin no rehuyó el combate. Scepovic titular como punta de lanza y el futbolista serbio marcó muchos desmarques, casi todos en ruptura, pero se aprovecharon muy poco. Buscar sincronización entre pasadores y sus movimientos al espacio debe ser una obligación táctica. En el juego exterior aparecieron Pereira y Asensio en banda. Y era precisamente aquí en dónde debía aparecer la eficacia.

El rival tenía su punto más débil en flancos, más concretamente sobre los laterales Ángel y David. Uno por jugar fuera de posición y el otro por su ansiedad competitiva. Las dos bandas jugaron de forma muy diferente pero fueron la mejor amenaza para Las Palmas. Mientras Marcó Asensio buscó diagonales, para intentar encontrar situaciones favorables por dentro, el número siete fue más amplio y terminó firmando un partido bastante bueno. 
Ya en el centro del campo se dirimió un combate de mucho trabajo.  Los tres jugadores canarios intentaron hacerse con la medular y, a ratos, lo consiguieron. Joao, junto con un Pep Lluis Martí mayúsculo, pudieron resistir con mucho sufrimiento. Pero el capitán, gracias a su experiencia y buena lectura táctica, fue un escudo de protección que ayudó a pescar un empate que puede considerarse como correcto. 

24 agosto 2014

EL PRIMER PARTIDO NO SIGNIFICA NADA


El Mallorca saltó con sensación de poso pero pronto enseñó las costuras. Es muy pronto y todo es susceptible de rectificación pero el fútbol tirado en Valladolid, sobre todo el de la primera parte, debe ser un aviso para navegantes. Después hubo un cambio de sistema que ayudó a mejorar conceptos y llegadas. Pero mejorar todos los aspectos del juego ofensivo es de pura necesidad competitiva. También es justo reconocer que el Valladolid lanzó todo su potencial y el Mallorca dejó medio arsenal lejos del partido.

Valeri Karpin apostó, como ya hizo en el Trofeu Ciutat de Palma, por un centro del campo lleno de contención. Alex Vallejo, Joao y Cristian Bustos buscaron, con mucho trabajo, sellar la medular. Pero no lo consiguieron. ¿Por qué? Sencillamente porque el adversario buscó la eficacia fuera de su radio de acción. Los rojos se fueron excesivamente atrás perdiendo opción de contra y el desgaste terminó por matar la estrategia defensiva. Pereira i Marco Asensio fueron por fuera mientras Fofo quedó enquistado como delantero centro. La tendencia de partido quiso que Company y Pau Cendrós tuvieran que bailar con la más fea. Tuvieron que afrontar inferioridad y desmarques continuos a sus espaldas. También es curioso ver a Cristian Bustos jugar tan cerca del área adversaria. ¿Será esa su posición definitiva?

Por su parte el Valladolid, que dispone de buenas herramientas aunque algo escasas en número , se asentó sobre un 1-4-2-3-1. Joan Francesc Ferrer "Rubi" apostó por el esférico y lanzó a los suyos con ataques por los flacos. Fue valiente, en su apuesta, y en la elección de su primer once pero sobre adivinó en su puesta en escena inicial. Ganar bandas para rematar por dentro.

Una mención especial merece la estrategia. Tres goles y los tres de córner. Esta faceta es primordial dentro de la Segunda División y el Mallorca tendrá que reformular su tendencia de no poner a ningún jugador en palos.

El primer partido de Liga tiene un punto de importancia relativo. Sí, siempre es mejor empezar ganando pero hacerlo tampoco garantiza el éxito. La carrera es tan larga que habrá tiempo de pasar por diferentes estados de ánimo. Eso sí, conviene no olvidar que el el Mallorca debe jugar todos sus partidos a ganador.

23 agosto 2014

LA PLANTILLA HA QUEDADO COQUETA




Ha sido una pretemporada convulsa, nada sencilla, y llena de cambios de todo tipo. Miguel Ángel Nadal cogió las riendas del equipo en un momento complicado y apostó por un entrenador que, curiosamente, ni siquiera empezará la competición. El trabajo de la secretaria técnica ha sido productivo y ajustado a presupuesto pero ahora, después del cambio de jerarquía, llega la hora de los jornaleros del esférico. El desembarco de Dudu Aouate, como mánager general, ha traído a Valeri Karpin como entrenador y su objetivo será el mismo que tendría cualquier técnico en un Mallorca de Segunda División. Es decir, recuperar aquello que jamás se debió perder; la Primera División.

El técnico soviético es, de momento, claro y directo. En su primera rueda de prensa, antes del partido contra el Valladolid, manifestó: "pelear por todo". El equipo mallorquinista tendrá que luchar cada partido con un espíritu encomiable pero en el horizonte no deberá perder la perspectiva del ascenso. Finalmente la plantilla ha quedado coqueta y con las posiciones parece que bastante cubiertas. A partir de ahora llega la hora del rendimiento y toca responder bastantes preguntas.

 ¿Está la portería bien cubierta? ¿El eje de la defensa estará sellada y será granítica? ¿Habrá, en el centro del campo, suficiente talento para destruir pero a la vez construir? ¿La línea de medias puntas tendrá desborde? ¿El juego exterior será ganador? ¿Y el gol? ¿Será Scepovic el nueve killer que intimidará a todos los centrales adversarios? ¿Participarán en tareas de gol, con llegada y eficacia, jugadores de otras líneas? ¿Qué sistema de juego se utilizará? ¿Qué marcaje será finalmente escogido en estrategia? 

Ha llegado el minuto cero y, con él, se empezarán a despejar incógnitas. Sólo el tiempo, unido al fútbol, nos dirán si el trabajo desarrollado consigue la eficacia del objetivo final. La temporada será larga, dura y con altibajos. ¿Será Valeri Karpin el entrenador que devuelva el Mallorca a la Primera División?