19 junio 2017

LA CONFIANÇA S'HA DE GUANYAR


Ara mateix el Mallorca té, davant la seva afició, un problema de confiança. L’arribada inicial de la nova propietat va tenir una resposta plena de positivisme i credulitat.   
El mallorquinisme va acaronar a Robert Sarver i totes les seves decisions. De fet, cada paraula de Maheta Molango era elevada a l’estatus de perfecta. El vot de confiança, en el seu moment, fou elevat i abnegat. Fins i tot la crítica inicial va ser pràcticament inexistent. 
Després varen arribar les decisions inexplicables i, el més important, plenes d’errades. Són tantes que només enumerar-les pot arribar a ser massa cansat.
Passat els mesos la realitat ens mostra una desfeta absoluta.  El Club ha davallat a la Segona Divisió B i serà dirigit pels mateixos executius
A partir d’ara s’obren dues branques vitals pel futur més immediat. Cada decisió de futur, malgrat les errades anteriors, no pot estar llastrada pel passat i demanar la mateixa confiança a l’afició és totalment injust.

Podrà Maheta Molango guanyar-se la fe dels seguidors del RCD Mallorca?  


11 junio 2017

GANARSE LA CONFIANZA PERDIDA


Fue uno de los partidos más tristes de toda la historia del Mallorca. El transcurso de la semana no sirvió para atemperar el sentimiento de una afición que, con motivo, se ha sentido engañada. Todo lo contrario.

El primer paso hacia el futuro ya no fue el adecuado. La rueda de prensa de Maheta Molango tuvo poca autocrítica, las declaraciones de Oriol fueron más leña y las confidencias del entrenador enseñaron más vergüenza.

El mallorquinismo expresó su opinión con claridad. Disconformidad absoluta con la gestión realizada y muchas dudas sobre la posibilidad de futuro. Pero la decisión de la propiedad parece inflexible y, partir de ahora, se necesitará buena gestión pero también mucha unión.

Posiblemente el consejero delegado no sea la persona más adecuada para continuar llevando las riendas de la institución. Sus errores y su falta de empatía le han colocado en una posición muy complicada. Por su parte el entorno tendrá que aceptar la continuidad, esperemos que no el continuismo, de la sociedad anónima deportiva..

Maheta Molango tendrá que ganarse una credibilidad que ha perdido. Recuperar la confianza de la afición será imprescindible. Un club de fútbol con su masa social en contra es mucho más débil para sus rivales. El ejecutivo tendrá que comprender a la afición y trabajar para volver a ganársela.

También es de justicia hacer tabla rasa. Cada directriz del consejero delgado no puede estar lastrada por el pasado. La Segunda División B se puede hacer muy larga y dura. El Mallorca no podrá ganar todos los partidos y aquí tendrá que aparecer cierto grado de paciencia por parte de todos. Intentar eludir la responsabilidad del ascenso es tan absurdo como exigir la victoria en todos los partidos.

El Mallorca ha salido de situaciones mucho más peligrosas. Es tiempo para una gestión hábil, inteligente y llena de solución. ¿Sabrá la propiedad americana estar a la altura de la circunstancias? ¿Podrá Maheta Molango recuperar la confianza de la afición ?

05 junio 2017

EL DESCENSO ES JUSTO


El Mallorca tuvo que afrontar el abismo contra un rival ya descendido que curiosamente había perdido menos partidos que los mallorquines. Esta situación, ganada absolutamente a pulso, no tenía que condicionar el desarrollo del juego. Era ganar y no buscar ninguna excusa en el camino. 

Incomprensiblemente, durante la primera parte, los mallorquines jugaron a la ruleta rusa. Un intercambio de golpes con más desorden que otra cosa. Esperar un Mirandés relajado hubiera sido un error. En fútbol nadie regala nada y el equipo de Miranda de Ebro lógicamente no lo hizo. Así debía ser y así fue. El equipo local jugó su partido y se aprovechó de los regalos de una primera parte absolutamente negra.

Sergi Barjuan tomó sus decisiones. El margen de maniobra de cara a gol siempre es limitado. El Mallorca no puede escapar de las propias limitaciones marcadas por la capacidad real. Y aquí los rojos cuentan con la munición justa. Descartado Lekic por las afirmaciones de su entrenador los rojos se apuntaron a la anarquía táctica.

El desarrollo del juego en el centro del campo estuvo absolutamente enquistado. Demasiado desorden con conducciones excesivas. Yuste se perdió, Culio se desdibujó mientras que Alex Vallejo y Sasa se desgastaban corriendo sin orden ni sentido.

La segunda parte tuvo cierto repunte, mezclado con más orden, pero ya fue del todo inútil. Que el central termine jugando de delantero y lo haga mejor es un resumen de la situación de este equipo. 

Una categoría tan larga como la Segunda División asegura justicia competitiva. Nada es por casualidad. Los equipos son víctimas de la gestión realizada y las excusas, vacías y nada creíbles, son para los perdedores. El descenso del Mallorca es absolutamente justo. Adecuado a los errores que se han cometido durante la planificación y ejecución de una temporada que será tristemente histórica. 

Esta propiedad será recordada por haber perdido, después de treinta y seis años, la élite para la institución. Con el tiempo quizás puedan arreglarlo pero ahora el golpe es durísimo. Parece imposible hacerlo peor. La lista de errores es tan larga que produce vergüenza ajena. Ahora se abre un futuro incierto y lleno de dudas. El Mallorca tendrá que replanteárselo todo y la propiedad debería entonar un mea culpa lleno de sinceridad.