La
clasificación del Mallorca, junto con el juego exhibido, inspira una
desconfianza preocupante. Estar situado
a la misma cantidad de puntos, nueve de distancia, de las posiciones Play Off
que del descenso es estar en territorio minado. Un equipo cuyo objetivo inicial
era de ascenso y que, ahora mismo, se ve tan lejos de su objetivo corre el
riesgo de dejarse llevar. Una circunstancia que debe evitarse en este último
tramo del campeonato.
La actitud
mostrada en los dos últimos desplazamientos está llena de dudas. Contra el
Alavés no hubo ningún tipo de opción y los primeros cuarenta y cinco minutos
tirados en la Nova Creu Alta tocaron el bochorno.
Es un
problema de espacio y tiempo. Cualquier rival, por insignificante que sea, si
tiene espacio suficiente para maniobrar y tiempo para pensar se convertirá en
letal. En esta Segunda División se puede desarrollar cualquier tipo de fútbol
pero hay una premisa que no es negociable. Es el juego sin balón y la presión
defendiendo.
Y aquí el Mallorca sucumbe e iza la bandera blanca. No es ni
agresivo ni sincronizado restando el balón al adversario. Persigue sombras sin
poder ahogar a su rival. Es simplemente dócil y manejable. Con facilidad se
podría encontrar una decena de equipos, o más, que ejecutan mucho mejor el
juego defensivo que los mallorquines.
Rectificar
este concepto es una prioridad absoluta. Después se pueden introducir otras
variables que ayuden a enriquecer el fútbol. Sistema de juego, ocupación del
campo y elección de futbolistas se pueden variar pero teniendo muy presente que
sin un trabajo defensivo adecuado será totalmente imposible alcanzar un mínimo
éxito.
Institucionalmente
el Mallorca está obligado a diseñar y preparar la próxima temporada pero sus
futbolistas, junto con el cuerpo técnico, deben concluir ésta. Ahora mismo se
está compitiendo de forma demasiado errática y, de continuar así, los problemas
podrían incrementarse.
Ganar tres partidos consecutivos es mucho más difícil
que perderlos. De hecho solo el gol de Pau Cendrós, conseguido en la última
jugada del partido, ha impedido sumar cero de nueve. Esto no ha terminado y todos los jornaleros
del esférico deben dar un paso al frente y comportarse con la profesionalidad
que este club se merece.