19 diciembre 2016

HAN TOCADO FONDO



El partido tenía tintes de obligación máxima y ninguno de los contendientes se podía permitir el lujo de perder. Con los dos equipos hundidos en la clasificación y con el descenso apretando de verdad no quedaba margen para la especulación. Pero los mallorquines salieron a esperar el error del rival con una falta de intensidad en la recuperación alarmante. Fueron absorbidos y anulados por completo. 

Fue el segundo partido para Javier Olaizola y volvió a salir cruz. Segunda derrota, después de estrenar su cargo, que abre una cierta sensación de abismo. En esta ocasión el técnico vasco colocó a Lekic liderando el eje del ataque para así condicionar a los centrales y regalar balones a Brandon. No fue posible.

Las lagunas en la medular fueron, durante demasiados instantes, escandalosas. El equipo perdió el equilibro y se partió con demasiada facilidad. Lago Junior y Culio se descolgaron mientras que la dupla de ataque se desconectó. 

En el Numancia brillaban dos puntos débiles por encima de los demás. Un centro del campo transparente con poca energía de recuperación y un marcaje zonal estratégico lleno de dudas. En la zona más ancha del terreno de juego los mallorquines fueron con Juan Domínguez más Juan Rodríguez. Ni llegaron, ni organizaron ni fueron eficaces defendiendo. 

Arrasate protegió la espalda de su mejor aval y apostó a sus tres mejores números. Neutralizar el diez de Julio Álvarez era una cuestión de supervivencia competitiva. Evitar faltas cercanas o laterales y poner una vigilancia exhaustiva sobre la posición del número diez formaba parte del lógico plan de neutralización. No se consiguió. 

Las llegadas desde la derecha de Pablo Valcarce pusieron mala nota a un Oriol que ofreció regalos por su flanco. La dinámica de Manu del Moral siempre condiciona el juego de los centrales. Al no ser un nueve al uso era vital no perseguir y sí vigilar desde la posición. El siete fue  un mal sueño insoportable. 

La angustia de cuatro derrotas seguidas ha sido ganada a pulso por unos jugadores que están rindiendo por debajo de sus posibilidades. El Mallorca no pudo romper su racha negativa y sumó su cuarto debacle consecutivo. La cúpula del Club tiene que apostar con fiereza al mercado de invierno. Los rojos necesitan refuerzos para así poder apuntalar su juego. ¿Qué jugadores vendrán? 

12 diciembre 2016

TIEMPO Y CONFIANZA PARA OLAIZOLA


Javier Olaizola debutó ante un adversario peligroso pero con debilidades muy aprovechables. Tocó jugar contra posiblemente el equipo más anárquico de toda la Segunda División. Este hecho no garantizaba ni mucho menos un partido sencillo. No lo fue.
Aprovecharse del desgobierno del Almería se antojaba como la fórmula más deseable. Hubo, de forma previsible, ida y vuelta pero la victoria se le llevó el equipo con más pegada. 
El técnico vasco tomó sus primeras decisiones. Juntó a dos jugadores en línea de vanguardia para presentar mayor mordiente de presión y más posibilidades para Brandon. Tuvieron más opciones durante los primeros cuarenta y cinco primeros minutos después Dalmau se fue diluyendo. 
La velocidad de Lago Junior estuvo al servicio del ataque. Desde el ala derecha ocupó una demarcación bastante adelante y le buscó las cosquillas a Nano. Tuvo una acción francamente buena que debió terminar en gol. Por su parte Pol Roigé lo intentó, pero desesperó. 
Juan Domínguez evolucionó junto a Culio y, entre ambos, se abonaron al típico fútbol de ida y vuelta del contrario. Tuvieron algún problema de contención y el argentino terminó jugando como único sostén de la medular. 
La línea de cobertura mallorquina tenía que amortiguar la capacidad ofensiva de su rival. La zurda de Quique, unida a su velocidad en la fase terminal, debían poner nota a los centrales. Yuste y Raíllo tuvieron alguna dificultad, pero los goles no fueron imputables al eje de la defensa. 
Fernando Soriano lanzó todo su potencial ofensivo, pero también mostró sus carencias defensivas. Las vergüenzas quedaron, como siempre durante esta temporada, al descubierto en algunas de sus transiciones defensivas 
Aquí los rojos debían apostar a ruptura bajo la espalda de Nano y Ximo. Alargar el desorden de centrales y Diamanka hubiera dado más posibilidades en contraataque. Pero la segunda parte quedó demasiado huérfana de ocasiones y llegadas. 
La estrategia acercó una posibilidad de empate que finalmente no llegó. Javier Olaizola modificó el tipo de marcaje en estrategia, cambió el sistema durante el partido y acumuló muchos futbolistas por delante de la línea de balón. Cualquier entrenador que estrena cargo precisa tiempo y mucha confianza. El técnico vasco tiene por delante un reto tan apasionante como difícil. 

05 diciembre 2016

ABONADOS A LA MEDIOCRIDAD


Ambos equipos se presentaron al partido con trayectorias similares y un juego lleno de dudas en el rendimiento colectivo. Con la clasificación apretando y la obligación de sumar victoria no quedaba margen para la especulación. Los dos entrenadores necesitaban ganar para así reforzar su posición. El Mallorca tuvo peor lectura de partido, no puso en problemas a su rival y lo pagó con derrota. 
Fernando Vázquez optó por dejar a su jugador más veloz de suplente y después estuvo obligado a cambiar su decidión. Lekic fue titular e intentó condicionar el juego de los centrales pucelanos. Brandon, además de contribuir en el ataque, debía aprovechar las segundas jugadas que a veces otorga el delantero serbio. Lo hizo con buena movilidad y fue de lo poco salvable 
La decisión más sorprendente fue la de colocar a Juan Rodríguez bajo el flanco derecho y dejar a Lago Junior calentando el banquillo. Además, se desaprovechó la endeblez de Balbi defendiendo. 
Por su parte Paco Herrera no volvió a colocar su triángulo en el centro del campo. Allí Leao fue el designado para organizar el inicio del trenzado del juego de ataque. Él intentó masticar el primer pase para que José Arnáiz y Jordan pudieran tener productividad. Apareció un Yuste que hasta que jugó tuvo cierta solidez. 
Otro punto decisivo apuntaba a la estrategia. Durante esta temporada el cancerbero del Valladolid se ha mostrado muy permeable en faltas laterales y saques de esquina. Becerra volvió a ser titular y el Mallorca no pudo condicionar ninguna de sus debilidades. Las acciones a balón parado, tan determinantes en esta Segunda División, fueron absolutamente desaprovechadas por el conjunto mallorquín. 
Con Mata en el dique seco la amenaza se situó por el flanco derecho. Juan Villar evolucionó y creó. Ambos laterales rojos tuvieron problemas de contención, pero fueron como consecuencia del juego colectivo.
Con esta derrota Fernando Vázquez queda absolutamente tocado y su posición dentro del equipo en entredicho. La pitada final fue estruendosa, hubo gritos contra la continuidad del entrenador y también dirigidos al palco de Son Moix. No queda más remedio que tomar decisiones inmediatas.