25 mayo 2015

CON UNA INTENSIDAD MUY INFERIOR



Por desgracia el Mallorca no se está jugando absolutamente nada en este tramo final de la competición. El objetivo inicial no está al alcance y toca jugar partidos sin ser protagonista de nada. Un aburrimiento que tiene que servir de experiencia absoluta.
En el futuro cada paso debe seguir el orden correcto. Comenzar el proyecto por el tejado volverá a traer caos y desorganización. Y en el año del centenario el ascenso es obligación. Antes de elegir futbolistas es imprescindible sentar bases y fortalecer cimientos que ayuden a aumentar las probabilidades de éxito. 
La primera decisión es conocer el presupuesto real. En fútbol el dinero es determinante. Evidentemente deberá ir acompañado de muchas más cosas pero con poder económico todo será más sencillo. A partir de aquí habrá que escoger entrenador para primer y segundo equipo. Y después armar una plantilla competitiva. Escoger futbolistas del filial, o de cualquier otro equipo, antes de conocer el presupuesto o el nombre del entrenador volvería a ser otro error que el Mallorca ya no se puede permitir.
Volviendo a la actualidad más inminente el trámite del partido contra el Albacete debe colocarse en el contexto correcto. Solo fue un partido más pero sin la presión del resultado. 
Para jugarlo Miquel Soler hizo cambios. Repitió con Miño bajo palos. Agus y Truyols se juntaron en el eje de la defensa. Dos futbolistas del filial tuvieron oportunidad de lucimiento. Cifre jugó de lateral. Brandon se colocó en el perfil izquierdo y destiló calidad en su gol. Fue una conexión perfecta entre ambos. Un gol con incorporación del lateral y finalización del medio banda. 
Después del 0-2 el Mallorca simplemente se esfumó y el adversario, durante muchos minutos, fue netamente superior. Llegó hasta apabullar con su juego de ataque. El Albacete no ha cambiado de entrenador y ha conseguido el objetivo que se trazó a principio de temporada. Luis César ha tenido la habilidad suficiente para no perder el horizonte en los momentos de dificultad. El premio ha sido una permanencia muy trabajada. El rival buscó su amenaza con Samu y Keko y la encontró. 
El partido puede ser un perfecto resumen de la realidad de este equipo. Irregularidad con destellos de calidad que no bastaron ni para empatar. 

21 mayo 2015

LA LIGA ESTÁ FINIQUITADA


La semana ha sido turbulenta y llena de acontecimientos desagradables. El caso Albert Riera ha marcado, y no podía ser de otra manera, la previa de un partido que ha perdido cierto grado de protagonismo. En ocasiones los sucesos son tan poderosos que oscurecen hasta la misma competición.
Pero la Liga no se detiene, ni por nada ni por nadie, y los puntos siguen examinando a los integrantes de la plantilla y, por consecuencia, a todo su cuerpo técnico. La primera parte estuvo igualada y ninguno de los dos equipos consiguió hacerse con el protagonismo del encuentro aunque la Ponferradina tuvo la ocasión más clara. Un mano a mano de Sobrino que Miño consiguió neutralizar. 
Miquel Soler dibujó a su equipo con sistema 1-4-2-3-1 volviendo a dejar a Marco Asensio en una posición centrada. El número veintisiete destiló el  talento ofensivo que se pudo ver. La línea de cobertura, uno de los caballos de batalla durante toda la temporada, se vistió con Bigas y Joao en el eje y la compañía de Company con Saborit en costados. Hubo eficacia defensiva. Los cuatro regalaron poco margen a su rival y consiguieron mantener la portería a cero. En el centro del campo Yuste es un fijo que volvió a contar con la ayuda de un Javi Ros que colaboró organizando la elaboración. El medio centro creativo estuvo participativo y diligente. 
La Ponferradina debía apurar sus opciones de Play Off por las plazas de ascenso. El equipo de Manolo Díaz suele ofrecer dos caras muy diferentes. Como local es mucho más fiable y cuando se maneja como visitante ofrece muchas más lagunas de juego. Sorprendió la decisión de dejar veintinueve goles en el banquillo. Yuri, Acorán y Berrocal no formaron parte del once inicial. 
Finalmente el Mallorca encontró la tecla para hacerse con el control del juego. Fue Marco Asensio. Su posición en el campo dinamitó al adversario.  El rival se quedó con diez y la superioridad se notó y se aprovechó. Los rojos enviaron dos balones al palo y se hicieron acreedores de una justa victoria. El rival se movió y buscó amenaza. Yuri como delantero centro y Acorán desde la posición desde la banda pusieron alguna dificultad. 

20 mayo 2015

LA FORTALEZA DEL BANQUILLO


Cualquier entrenador, de cualquier equipo y de cualquier categoría, tiene jugadores descontentos con su manera de trabajar. El vestuario es un cúmulo de egos individuales de difícil manejo y solo los resultados terminan apuntalando la posición del preparador. Los futbolistas, que menos juegan y que por tanto más descontentos están, pueden encontrar fisuras sobre la capacidad de liderazgo del entrenador.
Aquí el club debe ejercer un papel de control pero sin intromisión. No hay mejor entrenador que el propio. Cerrar filas otorgando un mando creíble es vital para el buen funcionamiento del colectivo. Y aquí el Mallorca ha estado poco hábil. Ser mucho más consecuente, eficaz y silencioso hubiera traído menos problemas.
Todas las reuniones públicas de los futbolistas con el Presidente, sin la presencia del entrenador, han debilitado su capacidad de liderazgo. Y así se ha acelerado la combustión. Era cuestión de tiempo que algún futbolista explotara de forma pública. 
Albert Riera antepuso sus intereses individuales a los de todo el colectivo y colocó a su entrenador en una situación límite. Su error es total y no se puede justificar. La situación deportiva del equipo es prioritaria y el jugador simplemente la olvidó. Miquel Soler no tuvo mucha opción. Su papel en esta historia es compleja  aunque en la rueda de prensa, previa al partido ante la Ponferradina, hubiera podido manejar y explicar mejor la situación.
Por su parte el Real Mallorca respondió, a la crisis, con eficacia y rapidez. El comunicado, no podía ser de otra manera, fue quirúrgico, contundente y ajustado a medida. Pero el fuego ya se ha extendido y sofocarlo sin heridos será imposible. Llegar a esta situación tan terminal es tan contraproducente como eludible. Evitarlo es trabajo de la maquinaria del club.
Utz Claassen, como propietario del Real Mallorca, S.A.D., debe ser el líder ejecutivo de la entidad. Pero jamás debe quitar poder a su entrenador. Sus coqueteos con el vestuario, sin la presencia de Miquel Soler, han sido perjudiciales. Minimizar la fortaleza de un entrenador de fútbol termina trayendo consecuencias y, en este caso, se ha debilitado la fortaleza del vestuario. No hay que olvidar que el entrenador maneja el segundo patrimonio más importante de un Club; sus jugadores. 

17 mayo 2015

EFICACIA CON TRES PUNTOS


Comenzar un partido mejor es casi imposible. Un pase milimétrico de Marco Asensio, sobre Javi  Ros, sirvió para adelantar a los rojos. Pero la alegría duró nada. Vicente se encargó de profundizar y Julio Álvarez empató. Después hubo mucho empate técnico con una finalización perfecta de Xisco. Fue una victoria cimentada con la eficacia que en otros partidos falló. 

El Mallorca no encontró un fútbol con control pero sí tuvo finalización eficaz. Los dos goles conseguidos fueron de magnífica factura y, por supuesto, lo mejor del partido para los mallorquines.  El rival, solo con actitud y un talento en cuentagotas, no consiguió ser superior. Los mallorquines sin firmar un gran partido se llevaron tres puntos ajustados y justos. 
Miquel Soler optó por colocar a Agus con Joao en el eje de la defensa con Company y Gulan sobre los costados. Cendrós jugó en banda y ayudó a cerrar su costado aunque Vicente se convirtió en la amenaza rival. 

En el centro del campo no hubo buen trenzado de fútbol. Yuste encriptó con juego defensivo y necesario pero nadie ayudó a tejer buenos ataques. Javi Ros colaboró en tareas defensivas pero le costó participar en el juego de elaboración. Marco Asensio, el mayor aval de talento, se colocó en una posición intermedia y volvió a brillar decidiendo desde su posición. 

Por su parte Anquela no se movió en exceso. Sus opciones durante la temporada han sido limitadas y simplemente jugó como suele hacerlo. Protegió  las espaldas de Julio Álvarez y le otorgó galones en ataque y estrategia. El número diez es un especialista en buscar el pase definitivo tanto en el desarrollo de juego como a balón parado. Sujetarlo, vigilarlo y marcarlo debía convertirse en prioridad roja. Su juego, dentro de un partido tosco, fue controlado. 
La temporada es un fiasco total pero evitar la catástrofe del descenso era una obligación. A partir de ahora es conveniente certificarla con una última victoria y empezar pensar en la próxima temporada. Será necesario recordar todos los partidos que se han jugado y sacar la escoba para limpiar todo aquello que ha sido negativo para un club que solo se merece la Primera División. 
 
 
 

11 mayo 2015

VENCIDOS POR EL TALENTO



Asumir que el rival es mejor no significa izar la bandera blanca. Todo lo contrario. Igualar el talento con esfuerzo requiere implicación defensiva y aquí los mallorquines han tenido, durante demasiados partidos y reconocido por ellos mismos, su talón de Aquiles. Esta vez no fue ni un problema defensivo ni de implicación.
El Mallorca tuvo intensidad pero no encontró el control. En la estrategia de partido el Betis estuvo mucho más hábil. Los mallorquines tuvieron algo de posesión pero el protagonismo, de cara a la portería adversaria, fue para el equipo andaluz. 
Miquel Soler dispuso su once sobre el terreno de juego colocando a Bustos, Yuste y Ros trabajando en la medular y dando salida a Marco Asensio. Y éste último fue el mejor. Se preveía trabajo extra para la línea defensiva roja. Fue así. Los cuatro de atrás tuvieron muchos problemas, sobre todo durante los primeros cuarenta y cinco minutos, para contener los contraataques de un contrario superlativo.
Elegir adecuadamente la zona de presión debía ser la opción. Adelantarla, o retrasarla, en exceso hubiera sido un grave error de concepto. Meter balones sobre el despliegue de los laterales, en el momento justo, fue una posibilidad que no se utilizó. No hubo opción porque la elección por la posesión dinamitó tal acción. Solo Marco Asensio cogió la bandera de la amenaza ofensiva. Sus jugadas, junto con alguna de Xisco, fueron la posibilidad roja. 
Por su parte Pepe Mel ha conseguido destrozar el mito de que en Segunda División es imposible ser protagonista con el balón y, a la vez, eficaz. Los andaluces juegan bien al fútbol y, además, ganan. El Betis puso sobre el verde lo mejor pero también buscó algo de protección. Xavi Torres con N'Diaye blindaron el eje del centro del campo e impusieron ley táctica. 
En la amenaza Rubén Castro mezcló con Jorge Molina. El canario siempre peligroso, es todos sus movimientos de apoyo en fase final de ataque, no fue neutralizado.  Fue un demonio que sembró miedo, desconcierto y gol. 
También es justo reconocer que el Mallorca tuvo alguna opción de empate. Su rival se equivocó y cayó en un estrés competitivo que le hizo dudar. En los instantes finales de partido los mallorquines hubieran podido empatar aunque conviene no olvidar que su único gol fue conseguido en claro fuera de juego. 

08 mayo 2015

EL MEJOR EQUIPO DE SEGUNDA


La clasificación de Segunda División no miente. El mejor equipo de todos manda con tiranía una categoría muy inferior, a la Primera División, pero bastante exigente. Después de treinta seis jornadas de campeonato hay una afirmación que apunta a realidad absoluta. Nadie, hasta el momento, es mejor que el Betis.
Cincuenta y nueve goles a favor le otorgan vitola de amenaza. Es letal en ataque y eficaz en defensa. Nadie ha conseguido más victorias globales ni más puntos como visitante. Las estadísticas, en esta ocasión, son reflejo del juego tirado sobre el césped. En Segunda División se puede jugar bien al fútbol y ganar el ascenso directo siendo campeón. Pepe Mel ha conseguido conjugar partidos muy vistosos con resultados positivos.
Lo mejor de este equipo, sin duda, es su ataque. Mucha progresión con sus dos laterales. Casado y Molinero se incorporan continuamente en tareas de amplitud. Ambos tienen licencia para llegar y así lo hacen. Por delante Dani Ceballos también pone talento con desequilibrio. Este joven futbolista tiene muchas posibilidades de futuro.
Este equipo, además de clarividencia, también tiene músculo. Xavi Torres o N'Diaye pueden ayudar a trenzar o a recuperar. Kadir, desde el juego exterior, puede buscar situaciones de superioridad por dentro y forzar mucho a pivotes o centrales contrarios. En cualquier caso el gran peligro se encuentra en la línea de vanguardia. 
Rubén Castro y Jorge Molina se han convertido en pesadilla para muchos defensas de la categoría. Unen desmarques de ruptura con apoyo y aceleran cerca de la portería adversaria. Los cuarenta goles, conseguidos por ambos delanteros, no son fruto de la casualidad y el Mallorca tendrá que sujetarlos con excelentes marcajes.  
Los mallorquines están obligados a incrementar su intensidad de juego defensivo. De lo contrario no tendrán ni la más mínima opción de empate. El rival cuenta con un talento superior y será necesario aplicarse al máximo en tareas de recuperación para, justo después, lanzar contraataques que obliguen al desgaste. 
El partido es una excelente oportunidad para zanjar dudas del compromiso. Jugar contra el líder es una tarea apasionante que debe reforzar la motivación de un equipo que está rindiendo, escandalosamente,  por debajo de sus posibilidades. 

04 mayo 2015

¿GUARDIOLA O BARÇA? CHAMPIONS LEAGUE


APLASTADOS DESDE EL JUEGO



La Liga es una competición larga y, sobre todo, justa. Al final de cada temporada todos los equipos terminan luchando por aquello que merecen. Para este partido, ambos contendientes, se presentaron a El Molinón con objetivos y juego muy dispar. El talento ofensivo, a priori, podía  contabilizarse como similar pero en el trabajo defensivo la distancia ha sido, durante toda la temporada, sideral.
El resultado final no se ajustó al juego desplegado por ambas escuadras. Los asturianos se merecieron más goles y una victoria más amplia. Durante la primera parte la sensación fue de aplastamiento. La superioridad, durante demasiados minutos, llegó a ser insultante. 
Miquel Soler tuvo que buscar alternativa a las bajas de Pereira, Yuste y Xisco. Decidió apostar por Bustos y Joao en el centro del campo con Marco y Ros en el juego exterior. Fofo y Joselu debían cerrar contraataques. No funcionó. El Mallorca fue sometido por acoso y derribo. Simplemente no hubo opción de empate. Los futbolistas contrarios pusieron una intensidad mayor, reconocida por el propio entrenador en la rueda de prensa, en todos los duelos individuales. 

Los asturianos basan su porcentaje de éxito en su cuadrado mágico. Los dos centrales con un doble pivote generoso en la tareas de presión, tanto en despliegue como en repliegue, consiguen bastante eficacia defensiva. Pitu Abelardo desplazó a Luis Hernández al lateral derecho cerrando su eje con Bernardo y Jorge Mere. Y estuvieron tan herméticos como poco expuestos.  Lanzaron oleadas de ataques que superaron, desencajando tácticamente, a los mallorquines. 
Los saques de banda son la jugada de estrategia preferida del Sporting. Dos futbolistas que dominan el saque largo, con dos posibilidades más a la prolongación y tres remates escalonados debían ser una amenaza segura. No las necesitaron. Su juego fue suficiente para tumbar a un Mallorca demasiado plano, previsible y conservador. 
Los futbolistas del Pitu Abelardo dieron una lección de cátedra de fútbol. Fueron los protagonistas absolutos. Durante la primera parte fueron ataques bien trenzados y ejecutados. Ya en la segunda fueron contraataques desde una posición más retrasada. El Sporting sometió al Mallorca en todo momento siendo el único equipo que mereció la victoria.