31 mayo 2015
30 mayo 2015
25 mayo 2015
CON UNA INTENSIDAD MUY INFERIOR
Por desgracia el Mallorca no se está jugando
absolutamente nada en este tramo final de la competición. El objetivo inicial
no está al alcance y toca jugar partidos sin ser protagonista de nada. Un
aburrimiento que tiene que servir de experiencia absoluta.
En el futuro cada
paso debe seguir el orden correcto. Comenzar el proyecto por el tejado volverá
a traer caos y desorganización. Y en el año del centenario el ascenso es
obligación. Antes de elegir futbolistas es imprescindible sentar bases y
fortalecer cimientos que ayuden a aumentar las probabilidades de éxito.
La primera decisión es conocer el presupuesto real. En
fútbol el dinero es determinante. Evidentemente deberá ir acompañado de muchas
más cosas pero con poder económico todo será más sencillo. A partir de aquí
habrá que escoger entrenador para primer y segundo equipo. Y después armar una
plantilla competitiva. Escoger futbolistas del filial, o de cualquier otro
equipo, antes de conocer el presupuesto o el nombre del entrenador volvería a
ser otro error que el Mallorca ya no se puede permitir.
Volviendo a la actualidad más inminente el trámite del
partido contra el Albacete debe colocarse en el contexto correcto. Solo fue un
partido más pero sin la presión del resultado.
Para jugarlo Miquel Soler hizo cambios. Repitió con Miño
bajo palos. Agus y Truyols se juntaron en el eje de la defensa. Dos futbolistas
del filial tuvieron oportunidad de lucimiento. Cifre jugó de lateral. Brandon
se colocó en el perfil izquierdo y destiló calidad en su gol. Fue una conexión
perfecta entre ambos. Un gol con incorporación del lateral y finalización del
medio banda.
Después del 0-2 el Mallorca simplemente se esfumó y el
adversario, durante muchos minutos, fue netamente superior. Llegó hasta
apabullar con su juego de ataque. El Albacete no ha cambiado de entrenador y ha
conseguido el objetivo que se trazó a principio de temporada. Luis César ha
tenido la habilidad suficiente para no perder el horizonte en los momentos de dificultad.
El premio ha sido una permanencia muy trabajada. El rival buscó su amenaza con
Samu y Keko y la encontró.
El partido puede ser un perfecto resumen de la realidad
de este equipo. Irregularidad con destellos de calidad que no bastaron ni para
empatar.
23 mayo 2015
21 mayo 2015
LA LIGA ESTÁ FINIQUITADA
La semana ha sido turbulenta y llena de acontecimientos
desagradables. El caso Albert Riera ha marcado, y no podía ser de otra manera,
la previa de un partido que ha perdido cierto grado de protagonismo. En
ocasiones los sucesos son tan poderosos que oscurecen hasta la misma
competición.
Pero la Liga no se detiene, ni por nada ni por nadie, y los puntos
siguen examinando a los integrantes de la plantilla y, por consecuencia, a todo
su cuerpo técnico. La primera parte estuvo igualada y ninguno de los dos equipos
consiguió hacerse con el protagonismo del encuentro aunque la Ponferradina tuvo
la ocasión más clara. Un mano a mano de Sobrino que Miño consiguió
neutralizar.
Miquel Soler dibujó a su equipo con sistema 1-4-2-3-1
volviendo a dejar a Marco Asensio en una posición centrada. El número
veintisiete destiló el talento ofensivo
que se pudo ver. La línea de cobertura, uno de los caballos de batalla
durante toda la temporada, se vistió con Bigas y Joao en el eje y la compañía
de Company con Saborit en costados. Hubo eficacia defensiva. Los cuatro
regalaron poco margen a su rival y consiguieron mantener la portería a cero. En
el centro del campo Yuste es un fijo que volvió a contar con la ayuda de un
Javi Ros que colaboró organizando la elaboración. El medio centro creativo estuvo
participativo y diligente.
La Ponferradina debía apurar sus opciones de Play Off por
las plazas de ascenso. El equipo de Manolo Díaz suele ofrecer dos caras muy
diferentes. Como local es mucho más fiable y cuando se maneja como visitante
ofrece muchas más lagunas de juego. Sorprendió la decisión de dejar veintinueve
goles en el banquillo. Yuri, Acorán y Berrocal no formaron parte del once
inicial.
Finalmente el Mallorca encontró la tecla para hacerse con
el control del juego. Fue Marco Asensio. Su posición en el campo dinamitó al
adversario. El rival se quedó con diez y
la superioridad se notó y se aprovechó. Los rojos enviaron dos balones al palo
y se hicieron acreedores de una justa victoria. El rival se movió y buscó amenaza.
Yuri como delantero centro y Acorán desde la posición desde la banda pusieron
alguna dificultad.
20 mayo 2015
LA FORTALEZA DEL BANQUILLO
Cualquier entrenador, de cualquier equipo y de cualquier
categoría, tiene jugadores descontentos con su manera de trabajar. El vestuario
es un cúmulo de egos individuales de difícil manejo y solo los resultados
terminan apuntalando la posición del preparador. Los futbolistas, que menos
juegan y que por tanto más descontentos están, pueden encontrar fisuras sobre
la capacidad de liderazgo del entrenador.
Aquí el club debe ejercer un papel de
control pero sin intromisión. No hay mejor entrenador que el propio. Cerrar
filas otorgando un mando creíble es vital para el buen funcionamiento del
colectivo. Y aquí el Mallorca ha estado poco hábil. Ser mucho más consecuente,
eficaz y silencioso hubiera traído menos problemas.
Todas las reuniones
públicas de los futbolistas con el Presidente, sin la presencia del entrenador,
han debilitado su capacidad de liderazgo. Y así se ha acelerado la combustión.
Era cuestión de tiempo que algún futbolista explotara de forma pública.
Albert Riera antepuso sus intereses individuales a los de
todo el colectivo y colocó a su entrenador en una situación límite. Su error es
total y no se puede justificar. La situación deportiva del equipo es
prioritaria y el jugador simplemente la olvidó. Miquel Soler no tuvo mucha
opción. Su papel en esta historia es compleja
aunque en la rueda de prensa, previa al partido ante la Ponferradina,
hubiera podido manejar y explicar mejor la situación.
Por su parte el Real
Mallorca respondió, a la crisis, con eficacia y rapidez. El comunicado, no
podía ser de otra manera, fue quirúrgico, contundente y ajustado a medida. Pero
el fuego ya se ha extendido y sofocarlo sin heridos será imposible. Llegar a esta situación tan terminal es tan
contraproducente como eludible. Evitarlo es trabajo de la maquinaria del club.
Utz Claassen, como propietario del Real Mallorca, S.A.D., debe ser el líder
ejecutivo de la entidad. Pero jamás debe quitar poder a su entrenador. Sus
coqueteos con el vestuario, sin la presencia de Miquel Soler, han sido
perjudiciales. Minimizar la fortaleza de un entrenador de fútbol termina
trayendo consecuencias y, en este caso, se ha debilitado la fortaleza del
vestuario. No hay que olvidar que el entrenador maneja el segundo patrimonio
más importante de un Club; sus jugadores.
17 mayo 2015
EFICACIA CON TRES PUNTOS
Comenzar un partido mejor es casi imposible. Un pase milimétrico de Marco Asensio, sobre Javi Ros, sirvió para adelantar a los rojos. Pero la alegría duró nada. Vicente se encargó de profundizar y Julio Álvarez empató. Después hubo mucho empate técnico con una finalización perfecta de Xisco. Fue una victoria cimentada con la eficacia que en otros partidos falló.
El Mallorca
no encontró un fútbol con control pero sí tuvo finalización eficaz. Los dos
goles conseguidos fueron de magnífica factura y, por supuesto, lo mejor del partido
para los mallorquines. El rival,
solo con actitud y un talento en cuentagotas, no consiguió ser superior. Los
mallorquines sin firmar un gran partido se llevaron tres puntos ajustados y
justos.
Miquel Soler
optó por colocar a Agus con Joao en el eje de la defensa con Company y Gulan
sobre los costados. Cendrós jugó en banda y ayudó a cerrar su costado aunque
Vicente se convirtió en la amenaza rival.
En el centro del campo no hubo buen trenzado de fútbol. Yuste encriptó con juego defensivo y necesario pero nadie ayudó a tejer buenos ataques. Javi Ros colaboró en tareas defensivas pero le costó participar en el juego de elaboración. Marco Asensio, el mayor aval de talento, se colocó en una posición intermedia y volvió a brillar decidiendo desde su posición.
Por su parte
Anquela no se movió en exceso. Sus opciones durante la temporada han sido
limitadas y simplemente jugó como suele hacerlo. Protegió las espaldas de Julio Álvarez y le otorgó
galones en ataque y estrategia. El número diez es un especialista en buscar el
pase definitivo tanto en el desarrollo de juego como a balón parado. Sujetarlo,
vigilarlo y marcarlo debía convertirse en prioridad roja. Su juego, dentro de
un partido tosco, fue controlado.
La temporada
es un fiasco total pero evitar la catástrofe del descenso era una obligación. A
partir de ahora es conveniente certificarla con una última victoria y empezar
pensar en la próxima temporada. Será necesario recordar todos los partidos que
se han jugado y sacar la escoba para limpiar todo aquello que ha sido negativo
para un club que solo se merece la Primera División.
11 mayo 2015
VENCIDOS POR EL TALENTO
Asumir que el
rival es mejor no significa izar la bandera blanca. Todo lo contrario. Igualar
el talento con esfuerzo requiere implicación defensiva y aquí los mallorquines
han tenido, durante demasiados partidos y reconocido por ellos mismos, su talón
de Aquiles. Esta vez no fue ni un problema defensivo ni de implicación.
El
Mallorca tuvo intensidad pero no encontró el control. En la estrategia de
partido el Betis estuvo mucho más hábil. Los mallorquines tuvieron algo de
posesión pero el protagonismo, de cara a la portería adversaria, fue para el
equipo andaluz.
Miquel Soler
dispuso su once sobre el terreno de juego colocando a Bustos, Yuste y Ros
trabajando en la medular y dando salida a Marco Asensio. Y éste último fue el
mejor. Se preveía trabajo extra para la línea defensiva roja. Fue así. Los
cuatro de atrás tuvieron muchos problemas, sobre todo durante los primeros
cuarenta y cinco minutos, para contener los contraataques de un contrario
superlativo.
Elegir adecuadamente la zona de presión debía ser la opción.
Adelantarla, o retrasarla, en exceso hubiera sido un grave error de concepto.
Meter balones sobre el despliegue de los laterales, en el momento justo, fue
una posibilidad que no se utilizó. No hubo opción porque la elección por la
posesión dinamitó tal acción. Solo Marco Asensio cogió la bandera de la amenaza
ofensiva. Sus jugadas, junto con alguna de Xisco, fueron la posibilidad
roja.
Por su parte
Pepe Mel ha conseguido destrozar el mito de que en Segunda División es
imposible ser protagonista con el balón y, a la vez, eficaz. Los andaluces
juegan bien al fútbol y, además, ganan. El Betis puso sobre el verde lo mejor
pero también buscó algo de protección. Xavi Torres con N'Diaye blindaron el eje
del centro del campo e impusieron ley táctica.
En la amenaza
Rubén Castro mezcló con Jorge Molina. El canario siempre peligroso, es todos sus
movimientos de apoyo en fase final de ataque, no fue neutralizado. Fue un demonio que sembró miedo, desconcierto
y gol.
También es
justo reconocer que el Mallorca tuvo alguna opción de empate. Su rival se
equivocó y cayó en un estrés competitivo que le hizo dudar. En los instantes
finales de partido los mallorquines hubieran podido empatar aunque conviene no
olvidar que su único gol fue conseguido en claro fuera de juego.
09 mayo 2015
08 mayo 2015
EL MEJOR EQUIPO DE SEGUNDA
La
clasificación de Segunda División no miente. El mejor equipo de todos manda con
tiranía una categoría muy inferior, a la Primera División, pero bastante
exigente. Después de treinta seis jornadas de campeonato hay una afirmación que
apunta a realidad absoluta. Nadie, hasta el momento, es mejor que el Betis.
Cincuenta y nueve goles a favor le otorgan vitola de amenaza. Es letal en
ataque y eficaz en defensa. Nadie ha conseguido más victorias globales ni más
puntos como visitante. Las estadísticas, en esta ocasión, son reflejo del juego
tirado sobre el césped. En Segunda División se puede jugar bien al fútbol y
ganar el ascenso directo siendo campeón. Pepe Mel ha conseguido conjugar partidos muy vistosos con resultados
positivos.
Lo mejor de
este equipo, sin duda, es su ataque. Mucha progresión con sus dos laterales.
Casado y Molinero se incorporan continuamente en tareas de amplitud. Ambos
tienen licencia para llegar y así lo hacen. Por delante Dani Ceballos también
pone talento con desequilibrio. Este joven futbolista tiene muchas
posibilidades de futuro.
Este equipo, además de clarividencia, también
tiene músculo. Xavi Torres o N'Diaye pueden ayudar a trenzar o a recuperar.
Kadir, desde el juego exterior, puede buscar situaciones de superioridad por
dentro y forzar mucho a pivotes o centrales contrarios. En cualquier caso el
gran peligro se encuentra en la línea de vanguardia.
Rubén Castro
y Jorge Molina se han convertido en pesadilla para muchos defensas de la
categoría. Unen desmarques de ruptura con apoyo y aceleran cerca de la portería
adversaria. Los cuarenta goles, conseguidos por ambos delanteros, no son fruto
de la casualidad y el Mallorca tendrá que sujetarlos con excelentes
marcajes.
Los
mallorquines están obligados a incrementar su intensidad de juego defensivo. De
lo contrario no tendrán ni la más mínima opción de empate. El rival cuenta con
un talento superior y será necesario aplicarse al máximo en tareas de
recuperación para, justo después, lanzar contraataques que obliguen al desgaste.
El partido es
una excelente oportunidad para zanjar dudas del compromiso. Jugar contra el
líder es una tarea apasionante que debe reforzar la motivación de un equipo que
está rindiendo, escandalosamente, por
debajo de sus posibilidades.
04 mayo 2015
APLASTADOS DESDE EL JUEGO
La Liga es
una competición larga y, sobre todo, justa. Al final de cada temporada todos
los equipos terminan luchando por aquello que merecen. Para este partido, ambos
contendientes, se presentaron a El Molinón con objetivos y juego muy dispar. El
talento ofensivo, a priori, podía
contabilizarse como similar pero en el trabajo defensivo la distancia ha
sido, durante toda la temporada, sideral.
El resultado final no se ajustó al
juego desplegado por ambas escuadras. Los asturianos se merecieron más goles y una
victoria más amplia. Durante la primera parte la sensación fue de
aplastamiento. La superioridad, durante demasiados minutos, llegó a ser
insultante.
Miquel Soler
tuvo que buscar alternativa a las bajas de Pereira, Yuste y Xisco. Decidió
apostar por Bustos y Joao en el centro del campo con Marco y Ros en el juego
exterior. Fofo y Joselu debían cerrar contraataques. No funcionó. El Mallorca
fue sometido por acoso y derribo. Simplemente no hubo opción de empate. Los
futbolistas contrarios pusieron una intensidad mayor, reconocida por el propio
entrenador en la rueda de prensa, en todos los duelos individuales.
Los
asturianos basan su porcentaje de éxito en su cuadrado mágico. Los dos
centrales con un doble pivote generoso en la tareas de presión, tanto en
despliegue como en repliegue, consiguen bastante eficacia defensiva. Pitu
Abelardo desplazó a Luis Hernández al lateral derecho cerrando su eje con
Bernardo y Jorge Mere. Y estuvieron tan herméticos como poco expuestos. Lanzaron oleadas de ataques que superaron,
desencajando tácticamente, a los mallorquines.
Los saques de
banda son la jugada de estrategia preferida del Sporting. Dos futbolistas que
dominan el saque largo, con dos posibilidades más a la prolongación y tres
remates escalonados debían ser una amenaza segura. No las necesitaron. Su juego
fue suficiente para tumbar a un Mallorca demasiado plano, previsible y
conservador.
Los
futbolistas del Pitu Abelardo dieron una lección de cátedra de fútbol. Fueron
los protagonistas absolutos. Durante la primera parte fueron ataques bien
trenzados y ejecutados. Ya en la segunda fueron contraataques desde una
posición más retrasada. El Sporting sometió al Mallorca en todo momento siendo
el único equipo que mereció la victoria.
03 mayo 2015
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