29 septiembre 2014

LA ESTRATEGIA FUE EL AVAL



El Mallorca tenía la obligación de ir a la batalla con sus armas. Campo en regulares condiciones, mojado y ante un rival tan técnico como joven. Aprovechar la experiencia y hacer enloquecer al contrario eran premisas a tener muy presentes. Eso, y explotar las acciones a balón parado. Jugar  contra el Barcelona B es otra historia. El filial blaugrana no cambia ante nadie.

Sistema de juego apoyado sobre el 1-4-3-3 con la posesión del balón por bandera y cambios de ritmo en fase de finalización. Y en este sentido la baja de Adama era un bálsamo para los rojos. Molestias, en la rodilla derecha, le dejaron fuera del flanco derecho y del partido. Pero, sin este futbolista diferencial, este equipo tiene argumentos y talento para hacer un descosido a cualquier equipo de la Segunda División.
Valeri Karpin en su obsesión por poner candado, para dejar de regalar goles y ocasiones, tomó decisiones e hizo cambios. Cabrero volvió a situarse bajo palos, Kasim con Truyols fueron por el eje mientras que los laterales cayeron sobre las botas de Saborit y Cendrós.
La línea de cobertura volvió a mostrar todas sus debilidades regalando ocasiones por doquier. Demasiados errores groseros.

Pep Lluis Martí se juntó con Joao para intentar abortar demasiada elaboración del contrario y claramente no lo consiguieron. El Barça B sentó cátedra de balón y manejo la posesión con una dictadura casi insultante. No se tapó la salida de Samper y Halilovic fue una pesadilla sobre la medular roja. 
Ya en la línea del desequilibrio hubo muchos cambios durante el partido. Inicialmente Arana y Pereira se buscaron las habichuelas por fuera, estando omnipresente Marco Asensio. Después  intentaron sumar Fofo y Markovic. Poco hicieron. 

El Mallorca sembró una clara amenaza en acciones estratégicas. En el balón parado sí apareció una jerarquía imposible de demostrar durante el juego. El encuentro tuvo instantes extraños en los que hubiera podido pasar cualquier cosa y al final hubo tablas. 
Los mallorquines tienen que aprender a defender mejor. No hay equipo capaz de soportar esta sangría de goles. Defender mejor es una prioridad absoluta y Valeri Karpin está obligado a encontrar soluciones con carácter de urgencia. 

22 septiembre 2014

EL PROBLEMA DEFENSIVO ES CAPITAL



El Mallorca tiene un problema defensivo de una magnitud incontrolable. Defender mejor es una necesidad de supervivencia. Ante Osasuna los errores atrás fueron tan groseros que el rival no tuvo más remedio que aprovecharlos. Es cierto que el Sadar, a priori, representa una de las salidas más exigentes del campeonato. Rival duro con campo lleno de dificultad ambiental. Y ante un adversario de tanto fuste era importante, vital de pura necesidad, tomar decisiones tácticas inteligentes. Osasuna se mostró, hasta el partido de ayer, con problemas en el juego aéreo y, sobre todo, con dificultad en ajustar marca con el balón en posición lateral. Intentar ponerlos en dificultad, en este tipo de acciones, era obligación.
Para ello el Mallorca tenía que acertar con los jugadores pero, para este partido, era trascendental adivinar cómo hacer sangre sobre el rival. En fútbol dar un paso atrás no significa cobardía. Cerrar pérdidas de balón, en en el centro del campo iniciando ataques, y controlar el empuje inicial de los navarros debían ser dos preceptos totalmente inquebrantables. Durante la segunda parte no se cumplió para nada con el objetivo. 
Inicialmente Valeri Karpin puso a Ruben Miño bajo palos con Agus y Truyols, en el eje, con Gulan y Pau Cendrós de laterales en flancos. La línea defensiva terminó siendo una verbena. Dos centrales con tarjeta, cambios defensivos para intentar apuntalar y repliegue fueron una condena absoluta. En el centro del campo también aparecieron lagunas defensivas que hicieron más porosa la línea defensiva. Pero es justo rescatar a tres futbolistas que cumplieron.
Marco Asensio apareció en una posición más centrada. Aquí puede explotar más sus características de juego. Lanzar pases diferenciales sobre flancos y alimentar al delantero centro. Excelente su gol. Scepovic debía fijar y dar calidad de finalización. Lo hizo y consiguió dos goles que no explican su cambio cuando el resultado ya era adverso. Y Arana estuvo trabajador y colaborador en situaciones de contraataque.
Hacer cuatro goles y no conseguir ni un triste empate es la respuesta al juego puesto sobre  El Sadar. El cuerpo técnico del Mallorca, junto con sus jugadores, debe ponerse a trabajar y olvidarse de los problemas institucionales. Cada palo debe aguantar su vela y los profesionales del balón pueden y deben dar más de si. Ellos son los responsables de una segunda parte sonrojante. 

14 septiembre 2014

SIN APROVECHAR LOS FALLOS DEL RIVAL



El Mallorca ya ha tenido que medir fuerzas contra todos los estratos de la Segunda División. Dos equipos preparados para el ascenso, un conjunto con intención de permanencia y uno de perfil medio. El Recreativo tiene menos munición que bastantes equipos de la categoría y eso se nota en su manera de encarar los partidos.

José Luis Oltra tira de bastantes conceptos defensivos para intentar sujetar sus enfrentamientos. 1-4-2-3-1 con instantes de bastante repliegue, doble pivote conservador e intentos de contraataque. Pero jugando así fue incluso superior a los rojos. Menosse, curiosamente uno de sus dos centrales, es su primera amenaza ofensiva. Buenos pases largos para buscar situaciones de uno contra uno en flancos. Pero además defensivamente se convirtió en un baluarte imposible de franquear. 
Valeri Karpin hizo la apuesta esperada. Portero y línea de cobertura, que hasta la fecha había encajado dos goles de media, estuvieron bajo examen. Y no aprobaron. Volvieron a ser tan porosos como vulnerables. La sensación de defensa de mantequilla ya es una evidencia. Bustos y Pep Lluis Martí intentaron cocinar en la sala de máquinas para que Marco Asensio y Pereira tuvieran papel protagonista por fuera. Prácticamente ninguna ocasión real de gol. Posesión sin progresión.
Mención aparte merece  Marco Asensio. Las gotas de calidad del ataque mallorquín estuvieron, sobre todo, bajo las botas del número veintisiete y sólo él, más centrado en la segunda parte, supuso alguna incertidumbre para los defensas del Recreativo. En la opción del ataque mientras Fofo debía moverse, entre líneas, el ariete buscó balones al espacio. Scepovic es futbolista de ruptura y no manejar su máxima virtud es conducirlo hacia el fracaso más absoluto. Consiguió el gol y potenciar sus cualidades debe convertirse en una obligación táctica 
Es justo reconocer que las ocasiones más claras fueron para el rival y el resultado hasta puede considerarse justo.  No aprovechar las limitaciones del rival supuso una condena irritable para el espectador. El Mallorca tendrá que rectificar su juego e defensivo desde ya. A partir de ahora llegan dos rivales, Osasuna y Barça B, con un potencial de juego ofensivo superior y los mallorquines tendrán que defender mucho mejor. Eso o seguir cosechando derrotas.  

11 septiembre 2014

ADIÓS A LA COPA


 
El partido debía servir para recuperar buenas sensaciones y sólo sirvió para acrecentar las dudas. Una primera parte, otra vez, correcta para terminar con una segunda bastante mediocre.  El Mallorca debía entrar al partido de Copa con un objetivo claro. Empezar a ofrecer buenas sensaciones desde el punto de vista defensivo. Es cierto que el déficit ofensivo, ofrecido hasta el momento, ha sido más que deficiente pero este equipo está obligado a defender más y mejor.
Los mallorquines no pueden encajar goles con tanta facilidad y corregir transiciones, marcajes y zonas de presión es una pura necesidad. La Segunda División, y más con la confección de la plantilla actual, implica defensa granítica. Los futbolistas rojos, en Liga y Copa, se han mostrado tremendamente porosos. Y esto debe cambiar. Seguir por esta media de goles encajados es absolutamente insoportable. 
Inicialmente Valeri Karpin decidió repartir caramelos entre su plantilla. Company ocupó su perfil natural, Gulan se fue al flanco izquierdo y Coeff con Agus se ubicaron en el eje. Por delante los tres medios centros debían pasar examen. Y no lo hicieron. El gol encajado fue consecuencia de una mala transición defensiva. Horrible. Hubo una piscina tan evidente que el rival no tuvo más remedio que aprovecharlo. Lleve sobre mojado y cerrar este grifo debe ser una prioridad táctica absoluta. 
Paco Herrera también movió sus piezas. Reservó y dio descanso a sus mejores piezas y tocó su sistema de juego.  Una ocupación intermedia en presión. Galones a Valerón para suministrar balones a banda y al delantero Benja. Vicente se convirtió en un motor que mantuvo los prestación durante todo el tiempo que jugó. Magnífico futbolista. 
Ante los malos resultados y acuciado por la falta de gol el Mallorca ha decidido cerrar el fichaje de Tato. Todas las incorporaciones tienen un punto de incógnita y ésta tampoco está exenta. El perfil del delantero es medio bajo y sólo el tiempo dirá sí hay eficacia o desencanto. Aunque conviene no olvidar la importancia de dejar de ceder ocasiones de gol al rival. No encajar ayudará a tener más posibilidades de éxito. 

08 septiembre 2014

EL MALLORCA ENSEÑA UNA MALA CARA




Después de jugar contra dos rivales, Valladolid y Las Palmas, con objetivo de ascenso tocó medir fuerzas contra un adversario que tiene la permanencia en su horizonte. Pero en esta categoría la facilidad, simplemente, no existe. El Club Deportivo Leganés tiene limitaciones pero, como todos, tiene su dinámica para ganar. Quizás calca demasiado sus ataques, llegando tener un punto previsible, pero pueden ser eficaces y letales.  Asier Garitano cambió pero hizo la apuesta esperada. Eizmendi, marcando su jugada desde el perfil izquierdo, con Álvaro sembrando puntas de amenaza y Borja Lázaro en la ruptura. Eso, con un doble pivote de consistencia muy conservador, fue suficiente.
También es justo reconocer que las dos partes fueron algo diferentes. Mientras en los primeros cuarenta y cinco minutos el rival esperaba el error del contrario y los rojos pudieron al menos aprobar ya, después del descanso, hubo un cambio total de mentalidad. El resultado final fue un suspenso mayúsculo. 
Valeri Karpin hizo cambios. Gulan sobre el lateral izquierdo, mantuvo al capitán en el eje y desplazó a Pereira como ariete. Sistema 1-4-2-3-1 pero con una ocupación de presión un poco más alta.  El cambio más significativo estuvo en la intención de apuntar hacia la conservación del balón pero sólo durante la primera parte. El problema estuvo en la intención del adversario y en la buena lectura táctica de su entrenador.
Asier Garitano movió su línea de medias puntas y acertó. Puso a Fran Moreno centrado, Velasco al flanco derecho y Álvaro a la izquierda. Todo esto unido a un repliegue rojo, sin posibilidad de contraataque, inexplicable y falto de criterio táctico llevaron el Mallorca a una condena que puede calificarse como justa. Derrota ajustada a un juego deslavazado y, durante la segunda parte, ciertamente preocupante. 
Una cosa no ha cambiado. La Segunda División es tan competitiva como igualada y, además esta temporada, el nivel aumentó. Ganar nunca está asegurado y equipos que parecían intocables ya han caído. Los ejemplos de Betis y Osasuna no deben caer en saco roto y deben servir para aleccionar a un Mallorca que tendrá que dar más en todos los aspectos del juego. 

01 septiembre 2014

SE NOTA AÚN LA FALTA DE ENGRANAJE



El nivel ha aumentado y, con ello, la dificultad del objetivo. Esta Segunda División es más y mejor que la temporada pasada. Los equipos que buscan el ascenso son más compactos y tienen mejor talento. El rival, que se presentó en Son Moix, debía servir para medir las prestaciones rojas. La Unión Deportiva Las Palmas es aspirante a todo. Paco Herrera no sorprendió y se vistió con lo mejor que tiene. 1-4-3-3 con fortaleza en el centro del campo, gracias a Vicente Gómez y sus dos escoltas, y un tridente lleno de desequilibro.
Nauzet y, sobre todo, la zurda combustible de Momo pusieron a prueba a los laterales mallorquines. Mención aparte merece Araujo. El delantero, con su centro de gravedad bajo y potencia en el tren inferior, suele moverse del delantero centro pero también retrasa su posición dificultando así el trabajo de marcaje de los centrales. El gol encajado fue un error de posicionamiento importante. No hubo presión y sí un exceso de temporización. Después llegó el rebote anecdótico que fue un imposible para Cabrero. 
El Mallorca empezó a sacar sus garras. Valeri Karpin no rehuyó el combate. Scepovic titular como punta de lanza y el futbolista serbio marcó muchos desmarques, casi todos en ruptura, pero se aprovecharon muy poco. Buscar sincronización entre pasadores y sus movimientos al espacio debe ser una obligación táctica. En el juego exterior aparecieron Pereira y Asensio en banda. Y era precisamente aquí en dónde debía aparecer la eficacia.

El rival tenía su punto más débil en flancos, más concretamente sobre los laterales Ángel y David. Uno por jugar fuera de posición y el otro por su ansiedad competitiva. Las dos bandas jugaron de forma muy diferente pero fueron la mejor amenaza para Las Palmas. Mientras Marcó Asensio buscó diagonales, para intentar encontrar situaciones favorables por dentro, el número siete fue más amplio y terminó firmando un partido bastante bueno. 
Ya en el centro del campo se dirimió un combate de mucho trabajo.  Los tres jugadores canarios intentaron hacerse con la medular y, a ratos, lo consiguieron. Joao, junto con un Pep Lluis Martí mayúsculo, pudieron resistir con mucho sufrimiento. Pero el capitán, gracias a su experiencia y buena lectura táctica, fue un escudo de protección que ayudó a pescar un empate que puede considerarse como correcto.