El Mallorca
ya ha tenido que medir fuerzas contra todos los estratos de la Segunda
División. Dos equipos preparados para el ascenso, un conjunto con intención de
permanencia y uno de perfil medio. El Recreativo tiene menos munición que
bastantes equipos de la categoría y eso se nota en su manera de encarar los
partidos.
José Luis Oltra tira de bastantes conceptos defensivos para intentar sujetar sus enfrentamientos. 1-4-2-3-1 con instantes de bastante repliegue, doble pivote conservador e intentos de contraataque. Pero jugando así fue incluso superior a los rojos. Menosse, curiosamente uno de sus dos centrales, es su primera amenaza ofensiva. Buenos pases largos para buscar situaciones de uno contra uno en flancos. Pero además defensivamente se convirtió en un baluarte imposible de franquear.
José Luis Oltra tira de bastantes conceptos defensivos para intentar sujetar sus enfrentamientos. 1-4-2-3-1 con instantes de bastante repliegue, doble pivote conservador e intentos de contraataque. Pero jugando así fue incluso superior a los rojos. Menosse, curiosamente uno de sus dos centrales, es su primera amenaza ofensiva. Buenos pases largos para buscar situaciones de uno contra uno en flancos. Pero además defensivamente se convirtió en un baluarte imposible de franquear.
Valeri Karpin
hizo la apuesta esperada. Portero y línea de cobertura, que hasta la fecha
había encajado dos goles de media, estuvieron bajo examen. Y no aprobaron.
Volvieron a ser tan porosos como vulnerables. La sensación de defensa de
mantequilla ya es una evidencia. Bustos y Pep Lluis Martí intentaron cocinar en
la sala de máquinas para que Marco Asensio y Pereira tuvieran papel
protagonista por fuera. Prácticamente ninguna ocasión real de gol. Posesión sin
progresión.
Mención aparte merece Marco
Asensio. Las gotas de calidad del ataque mallorquín estuvieron, sobre todo,
bajo las botas del número veintisiete y sólo él, más centrado en la segunda
parte, supuso alguna incertidumbre para los defensas del Recreativo. En la
opción del ataque mientras Fofo debía moverse, entre líneas, el ariete buscó
balones al espacio. Scepovic es futbolista de ruptura y no manejar su máxima
virtud es conducirlo hacia el fracaso más absoluto. Consiguió el gol y
potenciar sus cualidades debe convertirse en una obligación táctica
Es justo
reconocer que las ocasiones más claras fueron para el rival y el resultado
hasta puede considerarse justo. No
aprovechar las limitaciones del rival supuso una condena irritable para el
espectador. El Mallorca tendrá que rectificar su juego e defensivo desde ya. A
partir de ahora llegan dos rivales, Osasuna y Barça B, con un potencial de
juego ofensivo superior y los mallorquines tendrán que defender mucho mejor.
Eso o seguir cosechando derrotas.
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