24 febrero 2013

LA MAGIA DE GIOVANI NO BASTÓ



Cuando un equipo está débil, herido y casi hundido cualquier piedra puede resultar insalvable. Y volvió a ser así. Los errores del arbitraje fueron suficientes para  descentrar, tumbar y borrar del campo a los jugadores mallorquines. El Mallorca compitió de forma correcta hasta la jugada del penalti pero después simplemente se dejó llevar.
Gregorio Manzano volvió a poblar su centro del campo con Martí, Tissone y Pina ganando así la medular. Juntó arriba a Alfaro, Giovani y Víctor jugando sin un delantero específico pero con mucha llegada desde diferentes posiciones. El Mallorca, además de contar con un jugador más por dentro, pudo hacer efectiva su superioridad numérica y convertirla en posicional. Y el jugador clave para ello fue Giovani. Él, desde una posición llena de libertad, pudo dañar el eje defensivo del adversario. Se movió con inteligencia, supo temporizar mezclándolo con cambios de ritmo y se terminó vistiendo de pasador además de goleador.
Por su parte Luis García Plaza no sorprendió en su toma de decisiones. Xavi Torres y Borja por dentro para meter lo mejor en las posiciones intermedias de vanguardia. Diego Castro, Barrada, Pedro León y Colunga se vistieron de amenaza. Pero fue el número diecinueve el que terminó por dañar el equilibrio rojo. El futbolista francés encontró espacios ganadores, se midió en velocidad con diferentes futbolistas mallorquines y salió vencedor en muchos de ellos.
Ya en la segunda parte todo se rompió. El Getafe tomó decisiones de riesgo y encontró la victoria. Plaza se quedó sólo con un medio centro y jugó a la ruleta rusa. Por su parte el Mallorca retrasó su posición y empezó a especular. La intención fue buscar un contraataque ganador, apoyándose en el talento de Giovani, pero llegó una jugada que finiquitó el partido. Después del penalti el Mallorca se dejó llevar y, simplemente, desapareció del campo. A final se sumó una nueva derrota que tiñe el horizonte de color de hormiga. Y ahora ...

23 febrero 2013

GANAR PARA PODER SOÑAR




Sí, toca ganar. Pero para hacerlo no bastará con tirar una moneda al aire, se tendrá que proponer juego y eficacia.  El envite de Valencia dejó buenas sensaciones  pero ahora, sin margen para la derrota, es casi imprescindible sumar los tres puntos. Ganar, para soñar, o caer al abismo de la clasificación.
Además la piedra que supone el Getafe es difícil, como cualquier equipo de primera división, pero superable. Su estilo está lleno de pequeñas fisuras defensivas muy aprovechables. Errores en las transiciones, por falta de intensidad, condenan a un equipo que lejos de su estadio tiene verdaderos problemas para sumar de tres en tres. Desde noviembre, cuando profanó Cornellà-el Prat, no sabe lo que es ganar como visitante. El cuadrado, formado por centrales y pivotes, se suele mostrar vulnerable y aquí el Mallorca puede encontrar cierta rentabilidad competitiva. Sin embargo no todo será sencillo.  Si durante el transcurso del encuentro se entra en instantes de mucho ritmo, con transiciones de ida y vuelta, el Getafe tendrá opciones superiores de victoria.
El Mallorca tiene que entrar a la batalla con jerarquía y ambición pero también con tranquilidad. Jugar al fútbol con estrés es tan poco recomendable como perjudicial y madurar el partido, con buenas progresiones en el juego, debe convertirse en obligación.
Para el Mallorca ya han llegado los partidos definitivos y éste no puede ni empatarse. La mejoría en el juego debe venir acompañada por resultados positivos ya que ampararse, en el margen de error, empieza a ser tan cómico como inútil. 

18 febrero 2013

EL MARGEN SE TERMINÓ


El Mallorca entró al partido con jerarquía y suficiencia. Con una posesión más que correcta y una buena presión, más alta que baja, los rojos ya fueron superiores jugando once contra once. La conversación del balón es un principio ofensivo que puede otorgar, o no, el control del partido. Sólo disponer del esférico no es suficiente. Para ser eficaz es necesario progresar con movilidad, amplitud y profundidad. Y el Mallorca lo hizo, pero perdonó. Y esta ley del fútbol es tan cruda como inexorable.
Inicialmente Gregorio Manzano cambió de apuesta y mejoró su juego pero no su ganancia. Colocar tres medios centros para colapsar la zona de presión fue suficiente para conseguir el control del partido; no los puntos. Tissone, Pina y Martí ocuparon la medular, Giovani y Alfaro fueron desplazados a las alas con Hemed como amenaza en la referencia. Con esta fórmula se consiguió ganar la táctica pero se sucumbió con la estrategia.
En los primeros minutos parecía que, el dos contra uno sobre la posición de Luna, podría marcar el juego pero no fue así. Llegó la expulsión de Costa, con la lesión de Rami, y parecía que el Mallorca ganaría la medular y, con ella, el partido. Pero no fue así.
Los valencianos se quedaron con un doble pivote endeble y flojo. Canales y Parejo se vieron superados por los tres medios centros rojos y el Mallorca consiguió tener posesión más localización pero no gol. Con la condena de la estrategia los mallorquines siguieron arriesgando colocando a Víctor e incluyendo a Márquez para limpiar, aún más, la salida de balón. Pero con una contra, propiciada por una pérdida del número once, se terminó por regalar el segundo gol a Roberto Soldado.
Con este resultado el Mallorca firma otra derrota con lo coloca a las puertas del abismo. Ya no queda margen. El próximo compromiso, contra el Getafe, no se puede ni empatar. Los mallorquines ya están obligados a ganar para poder seguir teniendo opciones y, con ese condimento, tendrán que afrontar lo que queda de campeonato.

17 febrero 2013

VALENCIA, ¿UN RIVAL SUPERIOR?




Ahora en Mestalla, desde el minuto cero, empieza la exigencia total. Conquistar puntos es prioridad y maximizar la calidad propia una necesidad.  A estas alturas de competición valorar, con excusas, el potencial del rival carece del más mínimo sentido. Disfrutar jugando, dentro de la necesidad competitiva, puede ayudar a mejorar el rendimiento. El miedo a perder es perjudicial y termina por atenazar a los futbolistas. Jugar a ganador y arriesgar, sin complejos clasificatorios, puede ser una estrategia inteligente que sorprenda a un adversario que querrá sumar otra victoria.  
El equipo de Ernesto Valverde manifiesta algunas lagunas en su juego que el Mallorca está obligado a aprovechar. Dentro de su línea de cuatro, más concretamente en su flanco izquierdo, aparecen dificultades en la contención. Cissokho o Guardado no terminan de cerrar con la máxima eficacia su posición regalando, en bastantes enfrentamientos, posibilidades de ataque al contrario. Otra lunar está en el inicio de sus ataques. En ocasiones la falta de posibilidades, con pérdidas de balón en zona de riesgo, les condena a sufrir contraataques muy peligrosos. Sí, a pesar de contar con centrales de jerarquía y manifestar alguna mejoría, el Valencia encaja bastante y aquí el Mallorca podría encontrar su hábitat de rendimiento óptimo
En cualquier caso el Mallorca tiene espacio para obtener un buen resultado y no caer en la derrota. También es más que probable que ambos entrenadores recurran a los tres medios centros y así la batalla por conquistar la medular será tan cruenta como apasionante.


10 febrero 2013

SE TENDRÁ QUE MEJORAR MÁS




Ganar un partido no será sencillo pero lo difícil será perpetuarlo en el tiempo. Un poco más de elaboración, con pases de seguridad, después de la recuperación no es pólvora suficiente para cambiar la tendencia de los ataques o contraataques. Tocará mejorar mucho más.
Gregorio Manzano vistió al Mallorca dentro del 1-4-4-2 pero con algunas diferencias, respecto a su predecesor, que ya se hicieron visibles. Escogió su línea de cuatro zagueros y movió su zona activa de presión siendo más alta. Dos medios centros, Pina y Márquez, con la colaboración por fuera de Pereira y N'Sue para blindar y pegar en la medular. Y el talento de Giovani como eje sobre el que debía pivotar todo el ataque rojo, eso sí, con la escolta de Víctor. El mexicano fue la amenaza que incomodó a los centrales contrarios. Centrado, como más escorado en banda, se volvió a convertir en el mejor jugador vestido de rojo.
Se mejoró gracias al infortunio. Hutton se quedó fuera por lesión, N'Sue ocupó el lateral, Hemed se juntó arriba y Giovani, escorándose a la banda, se vistió de pasador. Y aquí los mallorquines fueron mucho más incisivos y claros. Pero en lugar de llegar la victoria se presentó la bofetada de un balón parado que Osasuna supo aprovechar. Al final en una última jugada afortunada se consiguió salvar un empate, más que justo, que debe servir para encarar el próximo envite con algo más de aliento.


09 febrero 2013

MANZANO, MINUTO CERO




Ya es un hecho. El Mallorca afrontará lo que queda de campeonato con la necesidad de sumar, de tres en tres, para así eludir el descenso. Se ha ganado a pulso jugar con la presión del resultado y las excusas, si no se consigue el objetivo, serán sólo eso; burdas excusas.   
Para este partido tan importante hay un nuevo condicionante que puede ser, o no, punto de inflexión. Cuando hay un cambio de entrenador todos los contadores, menos el de la clasificación, se ponen a cero. Los jugadores estiran su atención y, como consecuencia de ello, las posibilidades de éxito se incrementan. Pero este efecto sólo es temporal y el Mallorca necesita imperiosamente alargarlo en el tiempo. El margen ya se agotó y las victorias deben llegar de forma rápida y continuada. Gregorio Manzano tendrá que tomar muchas decisiones que condicionarán el resto de la temporada. Ahora mismo, ante él, se abre una tarea tan desafiante como estimulante. Tendrá que decidir sobre sistema, ocupación, organización, estrategia y estilo. Además tendrá que adivinar en la elección de unos futbolistas que ya no podrán esgrimir muchas más justificaciones. Y todo ello contando con la reticencia de parte de una masa social que escrutará con lupa sus movimientos y manifestaciones.
El cronómetro se pondrá en marcha a las cuatro de la tarde y será contra un conjunto que no ha titubeado en su propuesta futbolística. Osasuna ha tenido un inicio de temporada complicado, difícil y bastante embarazoso. Pero siempre ha manifestado mejor fútbol que puntos en su casillero.

06 febrero 2013

MANZANO, EL ELEGIDO




Gregorio Manzano es, sin ningún tipo de dudas, una elección de riesgo. Su contratación tiene aspectos negativos pero también positivos. Y se hace necesario valorar los dos lados del cuadrado; no sólo uno. Un entrenador de fútbol no exclusivamente dirige, y representa a sus futbolistas, también es el máximo representante deportivo de una institución que tiene miles de abonados y seguidores. Y aquí manifiesta lagunas. El técnico de Bailén no ha sabido encontrar, hasta la fecha, una buena simbiosis con toda la afición. No ha conectado con la manera de ser de todo el mallorquinismo y produce un cierto rechazo que debe intentar corregir. La situación extrema del Real Mallorca necesita una comunión casi perfecta, entre masa social y equipo, que deberá ayudar a conseguir.
Repasado alguno de sus peores avales, como entrenador del Mallorca, conviene recordar la suma de garantías que pueden ser determinantes de aquí a final de temporada.
Conoce las características, técnicas, tácticas, físicas y psicológicas, de  muchos jugadores que forman el plantel. Sabe de sus limitaciones y de sus puntos más fuertes. Y todo ese conocimiento es tiempo ganado. Tiene un recetario táctico distinto, ni mejor ni peor, al de Joaquín Caparrós y esta circunstancia es casi fundamental para activar el rendimiento del conjunto. El Mallorca necesita romper con el pasado de forma radical. Sin medias tintas. Manzano es técnico de manejar ataques un poco más elaborados, contraataques con más efectivos y repliegues no tan intensivos. 
Ahora los refuerzos ya no son posibles, el cambio de entrenador es un hecho y el calendario será a cara de perro. Cada partido de aquí a final de temporada tendrá un componente de final que el nuevo entrenador tendrá que saber manejar en su justa medida. ¿Sabrá hacerlo?  

04 febrero 2013

¿Y AHORA QUÉ?


Esta derrota deja al equipo contra las cuerdas y las coartadas no ayudarán a modificar un resultado que terminó siendo justo. Las excusas ni dan victorias ni suman puntos. Es cierto que el árbitro del encuentro no aplicó el mismo criterio, para los dos equipos, en una jugada similar. Mientras los mallorquines tuvieron que navegar con diez la Real Sociedad pudo esquivar la expulsión de su lateral José Ángel. En cualquier caso se hace necesario reconocer que antes de la expulsión el Mallorca ya manifestó su clara intención de juego.
El conjunto mallorquinista entró al partido con el mismo plan de siempre. Igual sistema, calcada ocupación y similar estrategia de combate. Se cambiaron jugadores pero se manifestaron los mismos errores. La incuria defensiva volvió a ser patrimonio más de la organización que de las características de los propios futbolistas.
Philippe Montanier no escondió sus cartas. Nutrió a su línea más productiva con lo mejor. Presentó a Prieto, Vela, Castro y Griezmann protegiéndolos con Pardo e Illarramendi. Tres zurdos que se mueven fantásticamente bien al espacio más un diestro que tiene templanza y artesanía. Y fue la movilidad de los cuatro la que hizo añicos la estructura defensiva roja. Pases profundos y ajustados, al espacio, con despliegue de todas las líneas y llegadas en masa terminaron por destruir el entramado defensivo diseñado por el técnico de Utrera.
El resultado final suma otra derrota que ya no deja mucho margen de maniobra. ¿Se tomarán decisiones al respecto? ¿Osasuna será la última posibilidad de Joaquín Caparrós? ¿La confianza en el técnico llegará hasta el final?




03 febrero 2013

EL OBJETIVO ES GANAR




Las finales se juegan para ganar; no para empatar. La situación del Mallorca es delicada y cada punto ya tiene una importancia capital. Toca visitar Anoeta y debe hacerse con una responsabilidad máxima y una ambición total. Pero el apetito por la victoria no debe desproteger unos aspectos que, hasta la fecha, están siendo tremendamente vulnerables. Es probable que Joaquín Caparrós decida reforzar sus dos flancos. Hutton podría debutar en banda derecha y Antonio López, junto con Luna en posición más avanzada, reaparecer por la izquierda. Tapar el juego exterior y neutralizar las medias puntas del equipo vasco será una tarea de pura necesidad táctica. Y no será nada sencillo.
La Real Sociedad sólo ha perdido un partido de sus últimos once compromisos y, además, fue contra uno de los dos dioses; el Real Madrid. Su línea de tres cuartos es su gran amenaza. Vela, Griezmann y Castro son verticales, veloces e interpretan francamente bien la progresión en el juego. Además habrá que manejar una pequeña, pero molesta, variable que puede condicionar todo el entramado defensivo. Es Xavi Prieto. Philippe Montanier ha modificado su posición colocándolo por detrás de su delantero. Y aquí sigue siendo una clara amenaza. Al estar centrado y apoyado sobre su gran capacidad técnica puede otorgar,  con sus pases, una gran amplitud de ataque. Además se está moviendo con la protección de un doble pivote, que le aligera el trabajo defensivo, y acrecienta su capacidad de ataque.

El Mallorca tiene herramientas más que suficientes para salvar la categoría. Ahora la pelota está sobre el tejado de futbolistas y cuerpo técnico. ¿Serán resolutivos?