05 junio 2017

EL DESCENSO ES JUSTO


El Mallorca tuvo que afrontar el abismo contra un rival ya descendido que curiosamente había perdido menos partidos que los mallorquines. Esta situación, ganada absolutamente a pulso, no tenía que condicionar el desarrollo del juego. Era ganar y no buscar ninguna excusa en el camino. 

Incomprensiblemente, durante la primera parte, los mallorquines jugaron a la ruleta rusa. Un intercambio de golpes con más desorden que otra cosa. Esperar un Mirandés relajado hubiera sido un error. En fútbol nadie regala nada y el equipo de Miranda de Ebro lógicamente no lo hizo. Así debía ser y así fue. El equipo local jugó su partido y se aprovechó de los regalos de una primera parte absolutamente negra.

Sergi Barjuan tomó sus decisiones. El margen de maniobra de cara a gol siempre es limitado. El Mallorca no puede escapar de las propias limitaciones marcadas por la capacidad real. Y aquí los rojos cuentan con la munición justa. Descartado Lekic por las afirmaciones de su entrenador los rojos se apuntaron a la anarquía táctica.

El desarrollo del juego en el centro del campo estuvo absolutamente enquistado. Demasiado desorden con conducciones excesivas. Yuste se perdió, Culio se desdibujó mientras que Alex Vallejo y Sasa se desgastaban corriendo sin orden ni sentido.

La segunda parte tuvo cierto repunte, mezclado con más orden, pero ya fue del todo inútil. Que el central termine jugando de delantero y lo haga mejor es un resumen de la situación de este equipo. 

Una categoría tan larga como la Segunda División asegura justicia competitiva. Nada es por casualidad. Los equipos son víctimas de la gestión realizada y las excusas, vacías y nada creíbles, son para los perdedores. El descenso del Mallorca es absolutamente justo. Adecuado a los errores que se han cometido durante la planificación y ejecución de una temporada que será tristemente histórica. 

Esta propiedad será recordada por haber perdido, después de treinta y seis años, la élite para la institución. Con el tiempo quizás puedan arreglarlo pero ahora el golpe es durísimo. Parece imposible hacerlo peor. La lista de errores es tan larga que produce vergüenza ajena. Ahora se abre un futuro incierto y lleno de dudas. El Mallorca tendrá que replanteárselo todo y la propiedad debería entonar un mea culpa lleno de sinceridad.

1 comentario:

toni_vallori dijo...

El descenso no fue cosa de ayer, el descenso empezó en Agosto, con una nefasta planificación, los culpables para si son Recio y la propiedad representada por el Señor Maheta Molango