02 noviembre 2014

UNA VICTORÍA LLENA DE JERARQUÍA



El Mallorca tuvo que medir fuerzas contra el más difícil de sus últimos rivales. Fue una prueba de fuego que se saldó con una victoria muy costosa. Durante la primera parte le ritmo fue lento. Casi soporífero. La ira de la afición sobre el palco fue lo más destacado de los primeros cuarenta cinco minutos. 

Inicialmente Valeri Karpin volvió a cerrar el eje con sus mejores centrales. Pedro Bigas y Kasim estuvieron, otra vez, a la altura de las circunstancias. Mostraron seguridad, contundencia y clarividencia posicional. Company, que tuvo que sustituir a Pau Cendrós en el lateral derecho, firmó un partido bastante completo y Gulan ya no se asemeja a aquel futbolista dubitativo de principio de temporada. Pero el partido no fue nada sencillo. 

En el centro del campo hubo batalla por el balón y el favorito para ganarla era el adversario. El Lugo se presentó en Son Moix con su habitual puesta en escena. Conservación del balón para intentar hacerse con el control del partido. Carlos Pita, ejerciendo labor de auténtico mariscal organizando la salida, y Seoane cubriendo su espalda y, a la vez, lanzando pases de desequilibrio representaron la mejor línea del equipo gallego. Los rojos contestaron con el trabajo, abnegado y silencioso, de Joao y la ayuda de Bustos. La respuesta fue insuficiente para ganar la medular pero ayudó a enrocar el el partido.Así mismo Quique Setién no cambió su estilo pero sí tiró de precaución. Cambió a sus laterales y protegió sus dos flancos.

Todo fue bastante plano hasta que el número veintisiete puso su talento al servicio del equipo. Marco Asensio decidió cómo, cuándo y dónde. Su crecimiento es tan exponencial que terminó por poner al Lugo de rodillas. Simplemente, no pudieron detenerlo. También es justo reconocer la eficacia de Scepovic. Sus dos goles fueron de pura definición. Supo poner la pausa necesaria, dentro del área, y el gol.

Con el resultado ajustado el Mallorca cambió el sistema y se adaptó. Pep Lluís Martí igualó el centro del campo y la magia de Marco Asensio se desplazó a la banda izquierda. El trivote consiguió su objetivo. Al final se consiguió la cuarta victoria consecutiva de forma más que justa. La próxima parada será en Santander. ¿Habrá cinco de cinco?

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