09 diciembre 2014

UNA DERROTA EXCESIVA


Cada vez que el Mallorca mide sus fuerzas, contra un rival de objetivo elevado, el resultado suele ser muy parecido. Derrota y sensación de manifiesta inferioridad. En esta ocasión hubo igualdad y, sobre todo, la primera parte estuvo equilibrada. Las estadísticas dieron ligera ventaja a los rojos. En los primeros cuarenta y cinco minutos en ataque se tuvieron más pases, más remates y más posesión. 
En fútbol utilizar las armas adecuadas y asumir las debilidades propias suelen ser virtudes que te acercan al éxito. Para jugar contra el Betis era necesario utilizar la inteligencia táctica. Plantear un partido de ida y vuelta o intentar hacerse con el control del partido, con la conservación del balón, tenía un punto de dificultad mayor. 
Los andaluces son equipo de contraataque y, además, sufren cuando el contrario explota los espacios que dejan al atacar. Merino cambió su dibujo. 1-4-4-2 con dos delanteros y con dos extremos por banda. Rubén Castro y Rennalla estuvieron en la referencia con Cejudo y Kadir en los costados. El doble pivote en el centro del campo anunciaba partido duro en la medular. Con Xavi Torres y fortaleza de N'Diaye el Mallorca estaba obligado a igualar las fuerzas en la zona ancha y consiguió enrocarlo hasta el cambio del contrario. 

Valeri Karpin puso su once esperado. Pedro Bigas y Kasim volvieron al eje y se examinaron ante una pareja realmente poderosa. Su participación durante todo el partido debe considerarse como ajustada y con pocos errores. En el centro del campo solo hubo espacio para el sacrificio. Reapareció Joao y Bustos se colocó a su lado. Los problemas llegaron con Dani Ceballos. El número cuarenta y seis se metió hacia dentro creando situaciones de inferioridad roja. 
El juego exterior del Mallorca participa poco en el gol. Pereira fue por la izquierda y Arana por la derecha y su participación ofensiva fue demasiado escasa. Que el gol debe ser asumido por dos futbolistas es un error que debe rectificarse. 

Marco Asensio tiene que asumir demasiadas funciones y el rival empieza a sujetarlo con marcajes férreos. Buscar una alternativa en el juego y que otros futbolistas participen más activamente en tareas de ataque es imprescindible.  El Mallorca arregló su problema defensivo pero ahora empieza a tener unas lagunas de cara a gol que debe empezar a mejorar de manera inmediata. 

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