01 diciembre 2014

EL SPORTING FUE SUPERIOR


 
Ambos se presentaron al encuentro con un bagaje importante de partidos sin perder. Pero los asturianos sumaban la cifra récord de catorce sin encajar derrota. Justo el doble que el equipo mallorquín. Por tanto, mérito superior.
Los dos equipos son muy diferentes y así plantearon sus partidos. Valeri Karpin solo se movió como consecuencia de sus bajas. Kasim fue sustituido por Truyols y Joao, de nuevo, por Pep Lluis Martí. Sin el eje defensivo titular la línea de cobertura debía pasar un nuevo examen. El resultado fue un aprobado ya que los problemas surgieron por la pérdida del control en la medular. Pedro Bigas se posicionó y ayudó a mantener cierto orden defensivo.
Ya en el centro del campo hubo ciertas dificultades para sujetar al adversario. La parcela ancha del terreno de juego se perdió durante demasiados minutos. La incorporación de Alex Vallejo tampoco fue suficiente y la superioridad numérica se perdió.

El Sporting basa su juego en una alta fortaleza defensiva. Sus centrales, Bernardo con Luis Hernández, junto con el centro del campo forman un cuadrado realmente hermético. Abelardo intentó filtrar el ataque rojo con su habitual presión en la medular. Sergio Álvarez y Nacho Cases suelen limpiar mucho trabajo a la línea de cobertura. Y así lo hicieron. Pero además tuvieron una ayuda que resultó trascendental. N'Di se convirtió en un jugador clave. Retrasó su posición y rompió el eje del centro del campo mallorquín. Curiosamente el gol de la derrota llegó en una jugada de banda típica del contrario. Menéndez colgó y Bernardo, después de segundas jugadas, anotó.

El Mallorca cuenta con una arma muy difícil de neutralizar. Marco Asensio intentó destruir el cuadrado mágico del Sporting. Él fue la única luz que pudo desequilibrar el partido en favor de los mallorquines. Se movió entre líneas, participó y asistió. El problema radica en su soledad. Un jugador solo no puede convertirse en la única alternativa de ataque. El juego exterior debe ser mucho más participativo. Pereira tiene fútbol de desborde y tirar diagonales, hacia dentro para encontrar portería, debe convertirse en una tendencia mucho mayor. Lo hizo tímidamente y con poca fe. Arana estuvo mejor en la primera parte y después casi desapareció.
Al final, contra un rival que tiene objetivo de ascenso, el resultado final tiene que considerarse justo.

 

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