19 agosto 2013

BOFETADA DE REALIDAD

El partido contra el Sabadell fue una bofetada de realidad. Esto es otra cosa. Aquí, en Segunda División, la repercusión por el resultado, en el inicio de la competición y a nivel nacional, no existe. Eso sí, en el ámbito local la presión quizás aumenta. El Mallorca está casi obligado a ganar y convencer. Y conseguir las dos cosas no será nada sencillo. Además los mallorquines no interpretaron con criterio este primer partido. Se empeñaron en ir por dentro cuando los espacios estaban por fuera. 
José Luis Oltra tomó sus primeras decisiones. Aouate se colocó bajo palos. Bigas y Ximo flanquearon laterales con Agus y Nunes cerrando el eje. Martí y Thomas jugaron en la medular dejando el juego exterior sobre Aki y Emilio. Arriba, en la definición, se juntaron Alfaro con Víctor. 
Por su parte Javier Salamero intentó ganar la batalla en el centro del campo. Allí puso sus trampas. Colocó a tres medios centros e hizo efectiva una superioridad numérica que ahogó a los mallorquines. Un simple cambio bastó para descoordinar todo el entramado táctico de Oltra. Moha se fue y Toni Lao repuntó la posición de lateral. El trivote, en zona de medios, fue a más y el partido se cerró para los arlequinados.  Ya en la segunda parte se pasó a tres centrales. Y fue a peor. Los jugadores de banda se siguieron cerrando, pensando en la subida de los laterales cuando ya no había, cayendo en el embudo del contrario. 
La excusa de los errores arbitrales y los dos palos no deben esconder la realidad. El Sabadell fue mejor durante más tiempo y gracias a ello se llevó los tres puntos. Reflexión, trabajo y más rigor táctico son variables a tener muy presentes. Más que alarmistas conviene ser realistas y anotar los errores para encontrar, cuanto antes, soluciones. 

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