A los 3 minutos de partido el Mallorca ya se había puesto con 2 - 0 en el marcador y es que ningún entrenador del mundo sueña con un inicio de partido tan favorable. Dos acciones desde la esquina acabaron en la red de Doblas y desde este instante el Mallorca temporizó al máximo todas las acciones hasta hacer creer al Betis que no tenía ninguna opción de remontada.
Luis Fernández preparó el encuentro durante la semana con una fuerte presión en el centro del campo, Arzu con Capi y Assunçao debían neutralizar ese juego de Ibagaza que desequilibra a cualquier equipo pero ya sabemos que el fútbol es muy caprichoso y en esta ocasión lo fue más.
Dos goles en 3 minutos, lesión de Pancrate, lesión de Sobis y además la oportunidad más clara del partido fue errada por un Robert desfigurado.
Hay partidos que no se pueden ganar nunca y eso es lo que debió pensar Luis desde la banda que observaba como el fútbol se volvía en su contra en todos los lances del juego.
La segunda parte fue más plana por parte del Betis que renunció a seguir soñando con la remontada y el Mallorca se sintió muy cómodo con la renta del 2 - 0.
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