El entrenador maneja uno de los patrimonios más
importantes de un club de fútbol; sus futbolistas. Antes de fichar al líder, no
natural, del vestuario es obligación un conocimiento exhaustivo del mismo.
Muchas preguntas deben encontrar respuesta antes de decantarse por una u otra
persona.
¿Qué tipo de fútbol gobierna? ¿Cuál es su táctica predominante?
¿Cómo se maneja ante la adversidad del resultado? ¿Qué estilo de liderazgo
utiliza más? ¿Cómo utiliza los egos del vestuario? ¿Crece en prestaciones ante
la presión?
Estos condicionantes, entre otros muchos, deben valorarse
y medirse en su globalidad. Fichar sin conocimiento, tanto a los futbolistas
como al entrenador, aumentará el porcentaje de fracaso. Toda esta información, totalmente imprescindible,
debe ser recolectada durante años. Contar con una buena base de datos es vital.
El fútbol es una empresa, pero no corriente. Esto es diferente. Parece ser que el Mallorca ha iniciado un casting con diferentes preparadores. Si estas entrevistas personales se han producido para “conocerlos” resultaría absurdo, ridículo y con una falta de profesionalidad más que preocupante. Otra cosa es que todas estas reuniones respondan a una negociación en dónde cada parte pueda exponer sus condiciones y objetivos.
El Club empieza a necesitar más aciertos que equivocaciones. El nombre del próximo entrenador del Mallorca no puede convertirse en error por falta de información.
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