Irureta dispuso sobre el verde del Ruiz de Lopera una alineación muy ofensiva, Wagner, Edu, Robert, Sobis, Rivera con llegada hasta la fase de finalización y con solo a Vogel para equilibrar el equipo.
Manzano por su cuenta colocó dos medios centros de perfil más defensivo (Basinas, Jordi López), con un Arango por delante que con sus ayudas defensivas (sacrificio silencioso) a Basinas neutralizaba las situaciones de superioridad numérica que le creaban Sobis y Edu.
Así empezó el partido, parecía todo preparado sobre la pizarra pero en el minuto 34 Lembo fue expulsado del campo y el planteamiento táctico de los dos entrenadores cambió.
Irureta sacó del campo a Wagner para seguir fiel a su línea de 4 defensores, retrasando todas las líneas de presión, dejando solo a Robert en punta y con la poca ayuda por banda de Edu y Sobis (bullicioso pero poco eficaz).
Manzano movió ficha sacando a Maxi y Victor, desplazando a Arango a la banda izquierda junto con Jankovik a la derecha. Las decisiones estaban tomadas y solo faltaba que los jugadores decidieran el partido. Tuvo que ser otra vez en una acción estratégica, un libre directo que Arango muy hábilmente transformó en libre indirecto para que Jankovik pusiera el balón al fondo de la portería defendida por Contreras.
Manzano tomó unas decisiones tácticas valientes, buscó con sus cambios controlar el partido y tener mas presencia ofensiva en el campo del rival. Acertó en practicamente todas sus decisiones y fue el Mallorca justo vencedor del encuentro.
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