MALLORCA - VILLAREAL

Pellegrini fue más hábil leyendo el partido que su colega Manzano. Desplazó a Cani a la banda izquierda, Riquelme se movió con una libertad pasmosa por detrás de Jose Mari y Forlan.

El Mallorca que salió con solo Maxi en punta, Jankovik e Ibagaza en la media punta, veia como las posesiones del Villareal eran largas y con profundidad. Así un magnífico Jose Mari asistió 2 balones de gol sobre Forlan (con fallo de Varela en el primero) y un Mallorca desdibujado no reaccionaba ante la posesión del Villareal.

Manzano movió sus peones, sacó sobre el verde de Son Moix a Victor y desplazando a Jankovik a su hábitat natural (banda derecha), el Mallorca empezó a alargar sus posesiones de balón creando continuas ocasiones de peligro y cercando el área de Viera.

Entonces Pellegrini empezó a temer por el resultado, sacó a Bruno (por la izquierda) para taponar al serbio Jankovik, pero el Mallorca a partir de ese momento estaba más equilibrado y las ocasiones no paraban de llegar. Solo Riquelme desahogaba a su equipo intentando mantener la posesión del esférico.

Y Manzano sorprendió con su cambio, quitó del campo a Maxi para acabar jugando con 3 centrales y Ballesteros de punta. Una decisión cuando menos sorprendente y tácticamente cuestionable.

Una pregunta como entrenador de futbol para Manzano: ¿Por qué sacó del campo a Maxi para acabar jugando con Ballesteros de delantero centro y 3 centrales?

Después de todo lo visto en este partido y sin tomar como punto de partida el resultado final (a veces es engañoso) el verdadero ganador táctico del partido fue Pellegrini, sus decisiones fueron casi siempre acertadas y coherentes.

Aunque el Mallorca pudo haber igualado gracias a los cambios efectuados por Manzano en la segunda parte y el temor mostrado por Pellegrini en sus decisiones finales.