LEVANTE - MALLORCA

Partido muy plano el presenciado en el estadio del Levante. El planteamiento táctico presentado por J. R. López era claro y sin matices. Repliegue normal, presión en el centro del campo (Camacho, N'Diaye) con un número elevado de faltas para neutralizar la posesión rojilla y lanzar veloces contraataques con dos bandas fuertes, incisivas y profundas (Kapo, Ettien).

Manzano por su parte retrasó la posición de Ibagaza al doble pivote, dispuso a Arango en la media punta y dispuso una particular atención en las vigilancias ofensivas (sobre todo en banda) para neutralizar el contraataque tan deseado por el Levante.

Expuesto el planteamiento de ambos entrenadores la respuesta era clara, un partido muy gris para el espectador, desaparecieron del campo las acciones de uno contra uno y el balón se movía más por el aire que por el suelo.

Entonces el partido se desbloqueo de la única manera posible, una segunda jugada en un balón parado que Arango supo materializar a la perfección.

El Levante con el marcador en contra no supo cambiar su planteamiento, estaba abocado a la derrota o a una posiblidad a balón parado que no llegó. La poca versatilidad táctica del Levante quedó en evidencia después de recibir el gol que a la postre sería definitivo.

Realmente el partido no se merece más comentario. Gris muy gris para el aficionado.