Tener el absurdo margen de tres partidos es mermar la
capacidad de liderazgo de un entrenador. Poner públicamente ese límite es
añadir una presión tan absurda como ridícula. Así de claro. En este cambio de
entrenador lo mejor, con diferencia, ha sido el aterrizaje de Pepe Gálvez.
Su
naturalidad aceptando el reto ha sido el mejor aval para un equipo lleno de
dudas. Pero en fútbol las palabras son pasajeras. Solo los resultados sirven
para mantenerse en el cargo. Y el Mallorca jugó un buen partido y además selló
victoria en el marcador.
El entrenador mallorquín vistió a los suyos bajo un
perfil de juego más valiente. Cambió de sistema con más apuesta de balón. En
la ocupación se subió un listón. En el
centro del campo aparecieron Damià con Yuste. Durante los primeros cuarenta y
cinco minutos hubo juego y ocasiones más reales.
El Mallorca debía neutralizar diferentes aspectos del
rival. Un ataque automatizado con Cesár Díaz, escorado sobre el perfil derecho,
y la dinámica de Jona, o de Cruz en la segunda parte, podían sembrar la bandera
de la amenaza. Solo lo hicieron tímidamente en alguna ocasión. Los mallorquines
alcanzaron eficacia defensiva gracias al trabajo colectivo.
El Albacete es un equipo con alguna peculiaridad casi
única en esta Segunda División. Defender la estrategia, por convicción táctica,
de forma tan profunda es digno de análisis. Su colocación es exageradamente
atrás; muy atrás. El Mallorca lo aprovechó y generó más peligro que en partidos
anteriores aunque no conquistó el gol a balón parado. Salvo desde los once metros.
Bianchi se aisló bastante menos. Tuvo la compañía de un
Brandon que se centró y alimentó al delantero centro. Por banda Moutinho y
Pereira fueron la elección. El italiano sigue ofreciendo trabajo a destajo pero
la pólvora parece mojada. Consiguió transformar el penalti y sería deseable que
esto le hiciera mejorar su dosis de confianza.
En un solo partido se ha visto un Mallorca mejor y con
más posibilidades de ataque. En cualquier caso no conviene lanzar las campanas
al vuelo. En fútbol la prudencia suele ser un buen aliado. Esta carrera es
larga y la dificultad es alta. ¿Podrá Pepe Gálvez salvar los tres partidos de
margen que le han propuesto?
No hay comentarios:
Publicar un comentario