05 diciembre 2010

EL GETAFE APUESTA POR EL BALÓN


La propuesta futbolística del Getafe es una invitación clara por el buen trato del esférico. Los pilares sobre los que se sustenta la proposición de Michel están casi siempre marcados. Se repiten inexorablemente partido tras partido consiguiendo que el conjunto crezca poco a poco tanto en el juego como en los resultados. Evolucionar mediante posesiones limpias, incorporaciones generosas de todas las líneas y un envite decidido por buscar los partidos a través del juego de asociación son pilares irrenunciables a la hora de buscar la victoria. Su trayectoria y su juego son mejores de lo que las apariencias dictan y su capacidad por encontrar situaciones próximas al gol está fuera de toda duda.
Pero este equipo, lleno de virtudes ofensivas, cuenta con algún lunar que castiga la regularidad que todo el mundo busca en esta Liga.
En el fútbol moderno, una vez perdida la posesión del balón, no puede haber una bajada de intensidad o agresividad defensiva y esta circunstancia penaliza en muchas ocasiones al Getafe. El espíritu de muchos jugadores, generoso en los movimientos ofensivos, es un poco más recatado cuando hay que cambiar el rol para pasar de atacante a defensor.
Por detrás de la línea de balón manejan una columna que debe ser superada o derribada. Derek Boateng representa el bastión que intenta mantener el equilibrio en la zona de medios, superar su posición será fundamental. Quitar carnaza al depredador podría ser una estrategia inteligente. Al jugador ghanés le gusta tener la referencia del esférico o la vigilancia próxima de un contrario para así colocarse mejor. Quitarle ambas reseñas podría ayudar a desubicarle y acrecentar así el espacio que en ocasiones se genera cerca de su posición. Parejo, en su ansia por lucir en ataque, tiene tendencia a alejarse mucho del centro del campo llegando a escorarse hasta las alas. Sus movimientos que otorgan la posibilidad de crear alguna superioridad numérica en ataque también representan una debilidad defensiva. En el juego exterior ocurre algo parecido. Tanto Gavilán como Pedro Rios lo apuestan casi todo en ataque para ser menos agresivos en defensa. Incluso los laterales no son un paradigma del juego defensivo. Miguel Torres y Mané siempre parecen dispuestos a llegar hasta la línea de tres cuartos, o incluso posiciones más avanzadas, para después ofrecer menos resistencia de la aconsejable en acciones defensivas.
En el juego entre líneas, a la espalda del doble pivote mallorquín, puede aparecer Manu del Moral. Este jugador habilidoso, rápido y certero en sus movimientos tendrá que ser sometido a un buen marcaje zonal. Sus llegadas así como sus pases siempre ayudan a desestabilizar cualquier estructura defensiva. Por delante Colunga, que siempre amenaza jugando al límite del fuera de juego, o Miku, dispuesto a moverse tirando diagonales hacia fuera, podrían ser la referencia de cara al gol.

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