06 diciembre 2010

SIN OPCIÓN DE PUNTUAR


Ambos equipos se presentaron al partido con la misma estructura táctica pero con una predisposición muy diferente. El Getafe fue agresivo, listo y contundente en el juego mientras que el Mallorca estuvo flojo, previsible y poco resolutivo en su conservación del balón. El resultado fue un partido en el que los rojillos no tuvieron ninguna capacidad de respuesta ante una avalancha que se hizo muy evidente durante la primera hora de partido.
Inicialmente el Mallorca empezó el encuentro con el triángulo formado por Joao, Martí y De Guzmán sobre el centro del campo. El juego exterior contó con la ayuda de Castro y Pereira quedando como referencia del ataque un Webó que terminó por jugar demasiado aislado.
El Getafe siguió fiel a sus bocetos de toda la temporada y colocó a Boateg junto a Parejo en la medular, con Pedro Ríos, Gavilán y Manu en las posiciones de llegada. La referencia atacante quedó sobre un Miku que consiguió fijar a Nunes y a Ramis.
Con los dos equipos ubicados faltaba ver cual de las dos escuadras intentaría hacerse con el control del partido y que estrategia sería la correcta. Y el éxito fue claramente para el Getafe.
El equipo de Michel trenzó mucho mejor sus ataques y aprovechó el posicionamiento demasiado conservador del centro del campo mallorquín. Con De Guzmán demasiado retrasado Boateng y Parejo brillaron con luz propia y ayudaron a su equipo a destrozar la línea de cobertura mallorquina. Las ocasiones de gol llegaron como consecuencia del juego y el Mallorca no empezó a competir hasta el minuto treinta de la primera parte del partido.
Ya con el resultado decantado de dos a cero ambos entrenadores se movieron tomando decisiones muy diferentes. Michel optó por protegerse. Ubicó a Víctor Sánchez sobre la medular dejando a Parejo una mayor libertad ofensiva. Por su parte Michael Laudrup cambió el sistema de juego colocando a su equipo con el 1-4-4-2. Castro, que jugó unos instantes como delantero, volvió a la banda para que Víctor acompañase a Webó en tareas de vanguardia. De Guzmán retrasó su posición para intentar acercarse al juego pero los mallorquines siguieron lejos de girar una situación que ya era demasiado hostil.
La derrota fue clara, contundente y sin paliativos. El Mallorca no contó con opciones reales y fue muy inferior a su rival. A partir de ahora es importante no dar carpetazo al partido y recordar todos los errores que se han cometido. Este equipo ha conseguido buenos resultados gracias a la activación, a la humildad y al juego colectivo. Mantener o incluso incrementar estas tres premisas debe ser de obligado cumplimiento ya que cualquier rival de la Primera división tiene la capacidad suficiente como para amenazar la buena trayectoria del Mallorca.

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