18 diciembre 2010

TRES PUNTOS Y ALGO MÁS

El partido que tendrá que afrontar el Mallorca en el Madrigal tendrá un interés máximo pero también una dificultad casi extrema. El Villareal presenta pocas fisuras defensivas gracias a las características de sus futbolistas. Su fútbol es difícil de neutralizar y complicado de combatir. Muchos de sus jugadores tienen un trato exquisito con el balón pero además son muy inteligentes en el desarrollo del juego. Este equipo cuenta con más artesanos que obreros y se nota en casi todas las acciones del juego.
Colectivamente es un equipo que apuesta por la conservación del balón como arma arrojadiza. Superioridades numéricas por dentro, fútbol de toque y llegadas sorpresivas caracterizan su invitación ofensiva. Sus centrocampistas coquetean ante repliegues demasiados intensivos. Jamás utilizan el pelotazo tocando hasta que surge la posibilidad de conectar con la dupla de ataque. Y aquí es donde aparecen Rossi y Nilmar que ya son pareja de hecho. El italiano tiene todo lo que necesita un delantero moderno. Técnicamente domina el control orientado, el pase al primer contacto y el tiro a portería. Pero su mayor aval hay que encontrarlo en la táctica. Sus desmarques son intuitivos, certeros y casi siempre eficaces. Jamás se mueve a lugares inútiles y nunca tapa el espacio a su compañero de travesía. Nilmar se mueve junto a él con extrema cautela pero con una simbiosis que está siendo letal. Entre los dos ya suman diecisiete goles y sus continuas paredes representan una amenaza que debe ser controlada. Su peligrosidad no disminuye cuando están alejados de la portería adversaria ya que sus vigilancias defensivas son casi inexistentes. Siempre están preparados para asestar un contraataque por lo que el Mallorca tendrá que encontrar marcajes estrechos, expeditivos y contundentes.
Después pueden aparecer jugadores como Borja, Cazorla, Senna o Cani que manejan los tiempos dentro del fútbol de asociación. Las llegadas desde la tercera línea de Capdevila y el equilibrio de Bruno son variables a tener muy presentes.
El Mallorca tendrá que vigilar todos estos condicionantes e intentar aprovechar las lagunas defensivas que en ocasiones ofrecen los centrales de Juan Carlos Garrido. Sin duda el eje de la defensa representa su posición más vulnerable y es donde los rojillos deben apostar a ganador. Desmarques de ruptura sincronizados con los pases al espacio pueden mellar el sistema defensivo del submarino amarillo. Una vez superada esta barrera los futbolistas mallorquines se encontrarán con uno de los mejores porteros de la Liga. Superar la envergadura de Diego López tampoco será una tarea sencilla.
En definitiva el Mallorca está ante un desafío complicado que tiene condicionantes que no son estrictamente deportivos. Sólo el fútbol podrá tumbar a un rival que tiene un potencial indiscutible. Los rojillos tendrán que jugar con cabeza pero deberán estar dispuestos a poner el corazón en todas las jugadas divididas.

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