El fútbol no
engaña. Sobre el terreno de juego no hay pactos de sindicación ni estrategias
oscuras; el dueño es el balón. Los jugadores y el cuerpo técnico, aún con toda
la irregularidad mostrada, inspiran más confianza que los propios dirigentes de
la institución. El Mallorca, por enésima vez, tendrá la oportunidad de
demostrar galones ante un rival de su altura. Repasando objetivamente aspectos
del juego, olvidando presupuestos y estadísticas, la conclusión es nítida y
clara. Siendo diferentes, hay empate técnico.
Ambas escuadras son equiparables
y su potencial está fuera de cualquier duda. Los asturianos también manifiestan
dudas en el eje de la zaga. Demasiados goles encajados para un equipo tan
puntero. Pero los asturianos también tienen músculo en el flanco derecho. Luis
Hernández tiene un cañón en el saque de banda. Sus servicios se convierten en
córners difíciles de neutralizar. Jara se viste de pasador para alimentar a una
pareja de delanteros realmente poderosa en el juego aéreo. Lekic juega en el referencia
y tres de sus siete goles fueron de cabeza. Scepovic será la gran amenaza. El
delantero serbio parte del perfil izquierdo para encontrar, con bastante
eficacia, zonas de remate. Dieciséis veces ha visto red y condicionará el juego
de los centrales rojos. Tampoco conviene olvidar los galones que mete en la
medular Nacho Cases. Sin él, el juego de posesión se resiente en exceso.
Ya repasando
las estadísticas el Sporting es el mejor visitante de las últimas nueve
jornadas y se presentará en Son Moix con la vitola de equipo poderoso. Pero en
esta Segunda División no hay mano de hierro. Los asturianos sólo han podido
ganar un partido de sus últimos cinco y vuelven a necesitar otra victoria. Pero
ambas escuadras tienen suficiente pólvora para decantar un resultado favorable
y adivinar los derroteros del partido es casi imposible.
Una mención
especial merecen las nuevas incorporaciones hechas en el mercado invernal. Las
llegadas de Iriney y Generelo abren nuevas posibilidades tácticas en la medular
que, curiosamente, pueden arreglar ciertos desajustes en retaguardia. Los
fichajes siempre tienen un punto incontrolable pero, en principio, la
experiencia de estos dos futbolistas debería otorgar más consistencia en el
juego. José Luis Oltra contará con elementos suficientes para afrontar el reto
del ascenso. ¿Podrá encontrar el camino hacia el rendimiento eficaz?
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