12 enero 2013

LA PRUEBA DE LA REGULARIDAD




Después de la mejoría ante el Athletic, la victoria del Betis y el empate del At. Madrid toca pasar la prueba de la regularidad. Ganar es relativamente sencillo; lo difícil es alargarlo en el tiempo. Destilar gotas de juego práctico para recibir el mazazo de otra derrota, con mal juego, ya no es posible. La competición es cruel y avanza inexorablemente hacia su final. Joaquín Caparrós ha elegido el camino de la practicidad y toca sumar.
De nuevo hay que jugar contra un rival que tendrá algunas bajas de cierta consideración. Manucho, la referencia intimidatoria, está en la Copa de África y Víctor Pérez tampoco sumará en la medular. Pero Miroslav Djukic tiene armas, además de una interesante estrategia, que no serán sencillas de combatir.
El Valladolid se despliega con relativa facilidad. Tira su línea de cuatro zagueros, generosamente, hacia delante e intenta implantar presión en campo contrario. Rukavina y Balenziaga son amplios, profundos y extreman sus llegadas hasta el límite. Pero también, es necesario aclarar, que su virtud les puede condenar. Los espacios, a las espaldas de los laterales, pueden ser una buena opción para los rojos. Tirar desmarques, con pases certeros, a esas zonas podría ser una buena solución de ataque.
En la línea de tres cuartos aparece lo mejor del equipo pucelano. Ebert, ya recuperado de su lesión, será amenaza. El alemán se maneja bien por fuera y sabe tirar movimientos hacia dentro. Cambio de ritmo y posibilidad de pase le convierten, ahora mismo, en el principal elemento a neutralizar. Más centrado también puede aparecer la madurez de Óscar. Este futbolista está firmando una primera parte del campeonato francamente buena y su movilidad, entre líneas, deberá ser sometida a una estrecha vigilancia.
Larsson puede convertirse en el nuevo protagonista de la línea de vanguardia del equipo pucelano. El sueco mostró muy buenas formas, tanto en velocidad como en talento técnico, y no es descartable que sea ubicado como estilete y nueva referencia pucelana.

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