El Mallorca tendrá que medir
sus fuerzas contra el mejor de los equipos terrenales pero, además, dispondrá
de unas condiciones francamente favorables. Si un entrenador pudiera pedir tres
deseos, para restar potencial del equipo colchonero, la elección sería
sencilla. Miranda es el candado en la línea de cobertura, Arda el cerebro capaz
de conectar con la pareja de ataque y Falcao el rematador casi imposible de
marcar. El deseo ya está concedido.
Ninguno de los tres jugará en Palma y las posibilidades de victoria mallorquina,
lógicamente, se verán incrementadas.
Joaquín Caparrós no tendrá
la necesidad de buscar condimentos tácticos que anulen estos tres bastiones
posicionales. Y, en fútbol, oportunidades de este calado deben aprovecharse.
Pero el Atlético de Madrid
es más que estos tres futbolistas. Simeone tiene un plan y Caparrós tendrá que
encontrar las armas para combatirlo. Los madrileños van a la guerra dominando
un estilo que históricamente les ha dado magníficos resultados. Repliegue,
orden y presión son tres preceptos que se cumplen sí o también. Encontrar
desprotegido a este equipo resulta casi una quimera y el Mallorca tendrá que
trabajar en muchas situaciones de máxima densidad posicional. No será una
acumulación baladí; será intencionada y con el objetivo de castigar y
desgastar.
Además
Simeone también buscará el gol. Y lo hará mediante su principio ofensivo
preferido; el contraataque. Esa es su mayor y más peligrosa arma de combate. Con
la baja forzada de su jugador franquicia, Falcao, la espoleta será el magnífico
delantero Diego Costa. El brasileño es como un panzer que jamás recula.
Intimidación, fuerza, velocidad y técnica serán amenaza para los centrales
rojos. Su capacidad para desequilibrar es alta, domina el trabajo en
inferioridad y jamás se arruga
No hay comentarios:
Publicar un comentario