El Mallorca entró mal y tarde. Después hubo mejoría, intensidad y gotas de buen juego pero el
inicio fue una losa que no se pudo levantar.
Los mallorquines estuvieron descentrados, replegados y obsequiaron demasiados espacios a su
adversario hasta el cero a dos. El balón se convirtió en dictador y aquí el Málaga sacó los galones de victoria. Los mallorquines se apuntaron a
ver los toros desde la barrera y con demasiada protección. El repliegue
volvió
a ser excesivo y condicionó la capacidad de contraataque. Este inicio de encuentro fue
la condena que costó el partido. El plan de ambos entrenadores fue nítido desde el
inicio. El Málaga
fue a la guerra aportando conservación del balón mientras que el Mallorca buscó proteger espacios y
golpear a la contra. Dos maneras diferentes de buscar el control del partido
chocaron y, en esta ocasión, resultó victoriosa la del Málaga. Despliegue
contra repliegue. Balón contra sacrifico. Después llegó el gol de Víctor, la tendencia cambió, y la falta de
puntería
condenó.
Los rojos empezaron a competir de manera correcta después del segundo gol
andaluz. Y ya fue demasiado tarde.
1 comentario:
Soy una amante del futbol y por eso disfruto de ver distintas competencias de todo el mundo. Cada vez que puedo me junto con mis amigas a jugar al hockey y sino voy a hacer ejercicio a los gimnasios palermo
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