El calendario se empina cada vez más. Ahora, preludio de la batalla ante el
todopoderoso Real Madrid, llega un choque de máxima dificultad. Será tan apasionante como difícil. El Sevilla inició el campeonato casi
deslumbrando. Justo después de poner de rodillas al equipo de Mourinho y
asustar, hasta el último minuto, al Barcelona ha experimentado un bajón en su
rendimiento. Ahora buscará le redención. El Sevilla cuenta con muchas armas
peligrosas pero hay una que brilla por encima de todas; la banda derecha.
Es
una franja colérica, profunda y con alta dosis de veneno. Cicinho irrumpe
sorpresivamente desde la tercera línea mientras Navas dinamita, con movilidad y
velocidad, a cualquier lateral zurdo del mundo. Esa banda derecha tiene un alto poder destructivo.
Sujetar, controlar y neutralizar todo el juego, en esta parcela del campo, será
una cuestión de simple supervivencia. No hacerlo será firmar la capitulación. Pero controlar este aspecto del juego no será suficiente para ganar. Los andaluces tienen otros puntos fuertes y peligrosos.
Arriba, en la definición y entre los centrales rojos, se moverá Álvaro Negredo. Fuerte, potente, listo y con ganas de seguir creciendo será una amenaza tanto en ruptura como en estrategia. La vuelta de ...
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