03 diciembre 2012

UN EMPATE INSUFICIENTE


El Mallorca, durante más de setenta minutos en superioridad numérica, no supo voltear un resultado que le instala, ahora sí, en una crisis realmente peligrosa. La primera división está en juego y clarificar el objetivo, por parte del Club y el cuerpo técnico, empieza a ser una obligación. En la élite no hay equipos ni malos ni tontos y los mallorquines empiezan a ser candidatos al descenso. Reconocerlo podría ser el mejor camino para empezar a encontrar soluciones al juego espeso y a los resultados negativos.
Joaquín Caparrós confió el partido a sus futbolistas de mayor rango. Nunes volvió al eje y Márquez a liderar la medular. Por banda jugaron Pereira y N’Sue dejando a Hemed más Víctor en línea de vanguardia. Pero no funcionó. El problema volvió a ser más de posicionamiento que de nombres. Y curiosamente el partido se pudo poner completamente de cara pero salió cruz. El fútbol tiene un punto imprevisible que lo hace realmente grande. Expulsión, penalti, error y gol del contrario todo en el margen de un instante. Pero ver sólo esto es anecdótico ya que el Mallorca no supo desenvolverse dentro de la conservación del balón con eficacia y solvencia.
Pero Caparrós no paró de hacer cambios ofensivos que terminaron por cambiar la tendencia del partido. Sin atacar de forma del todo correcta pero con mucho ímpetu y voluntad el Mallorca consiguió salvar un punto vital y justo. La derrota hubiera sido excesiva por los méritos de ambos contendientes.
A partir de ahora mejorar los ataques posicionales es una obligación ya que dejarlo todo para el contraataque o la estrategia es demasiado previsible. En estos momentos la tranquilidad debería apoderarse de la institución y todos los integrantes del Club deberían remar hacia el mismo sentido; la permanencia.

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