25 noviembre 2012

PENALIZADOS POR EL CONFORMISMO




Tener sed de victoria y arriesgar para conseguirla suele ser un buen aval. Y en esta ocasión volvió a ser así. El Rayo arriesgó más, jugó mejor y fue menos vulnerable que el Mallorca. El azar quiso que los goles llegaran en el último tramo del partido pero el control, casi siempre y exceptuando diez minutos, fue completamente rayista.
El equipo de Joaquín Caparrós pecó de un excesivo conformismo que le penalizó con una derrota justa. El técnico de Utrera optó por dar un carácter más ofensivo a su perfil derecho pero la ocupación terminó por condenar su propia decisión. N’Sue y Pereira mezclaron pero lo hicieron demasiado alejados de portería. Además, el francés, se vio forzado a modificar su posición, con Víctor, para intentar asegurar algo más de fortaleza defensiva. 
De inicio ambos equipos se hicieron la vida imposible en la medular pero, los de Vallecas, pronto empezaron a maniobrar para ganar. Paco Jémez fue a la guerra con lo que tenía. Leo Baptistao tocando poquísimos balones, en los primeros cuarenta y cinco minutos, ya se erigió en la verdadera amenaza para Dudu Aouate. Y al final consiguió convertirse en el verdugo del equipo rojo. Tuvo velocidad, habilidad y eficacia final. Además Domínguez se encargó de asistir mientras Piti y José Carlos, hasta su lesión, torpedearon por banda a los laterales del Mallorca.
En definitiva el Mallorca sumó su octavo partido consecutivo encajando gol y mostrándose preocupantemente dubitativo. El cambio de tendencia debe llegar lo antes posible. Aquel cuadrado mágico que formaban centrales y pivotes es historia. Conseguir cerrar los partidos desde el punto de vista defensivo debe convertirse en prioridad y obsesión. No hacerlo servirá para abrir dudas, más que razonables, en todo el entorno futbolístico



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